Una joven de 17 años que enamora de un joven que la salva de lastimarse.
Un joven de 18 años que se enamora de la mujer mas bella que ha visto.
Un amor que nace de la nada pero crece rápido y se hace fuerte.
Un problema, distintas clases sociales. L...
-hijo llegaras tarde a la escuela si no te levantas luego- escondo mis cabeza debajo de la almohada cuando escucho a mi madre llamarme. He dormido poco por culpa del dolor de cabeza por beber tanto con mi hermano en el embarcadero que hay en la casa. Por lo menos Mía nos dejó tranquilos después de su rabieta.
Con flojera tiro la tapa de la cama a los pies de esta. Restriego mis ojos y me levanto con pesar. Estoy molido. Lo bueno es que mi hermano me ayudara a seguir con mi romance oculto. Sonrió al pensar en mi niña. Llevamos años con este romance, a pesar de que todos lo saben sigue siendo oculto, ya que nos tenemos que ver a escondidas.
Mi madre siempre ha tenido la idea de que me debo de relacionar con gente de mi misma clase social, ya que necesito formar buenas relaciones para un futuro. Yo no estoy de acuerdo, ya que en los barrios bajos puedes encontrar gente humilde por la que vale la pena pelear. Mi padre no ha dicho palabra en el asunto, solo escucha con paciencia a mi madre.
En cambio Elliot, es mi confidente y también mi ayuda para verme con Ana, él sabe todo y ha sido el padrino de nuestra relación. De vez en cuando le pide al padre de mi niña que venga a trabajar y así poder pasar unos minutos con ella.
Y hablando del padre de Ana es un infierno. Él no me quiere cerca de su hija y no entiendo el porqué. Lo malo es que sé que tanto el cómo mi madre se han puesto de acuerdo para alejarnos. Odio eso. ¿Acaso ellos no se han enamorado? ¿Acaso no entienden que para el amor no hay barreras?
Lo que realmente odio es que ni hermosa novia trabaje en un bar de mala muerte. Muchos hombres la ven como si fuera carne fresca. He discutido muchas veces con ella para que deje el trabajo pero me dice que no. Si queremos estar juntos lo más importantes es juntar algo de dinero si nos queremos escapar, además de que no quiere depender de mi dinero, bueno el dinero de mi familia.
Entro al baño para darme un buen baño de agua helada, lo necesito con urgencia, ya que soñé con mi hermosa novia con poca y sensual ropa. El agua ayuda a que algo evidente en mis pantalones no se note, el problema es que cuando pienso en ella, esta vuelve a aparecer.
Después de salir del baño, cercarme y vestirme bajo a la sala donde está mi familia desayunando. Es una mesa tan grande y con tanta comida que dudo mucho que la podamos comer. Lo más probable es que la tiren, un gran desperdicio para mi gusto.
-buenos días- digo cuando entro.
-buenos días- saludan al unísono mis padres, Mía y Elliot.
-¿A qué hora entras a la escuela?- me pregunta mi madre. Ay Grace, conozco tu juego y sé que quieres vigilarme y mantenerme controlado pero no te servirá.
-a las 12. En la mañana hay un reunión de profesores y autoridades así que nos dieron la mañana libre- digo mientras tomo lugar en una de las silla al lado de mi hermano y enfrente de Mía. Tomo una tostada y la llevo a mi boca.
-en ese caso me podrías acompañar a la casa de Elena. Ella ha vuelto de su viaje de Inglaterra y sus hijas también- suspiro. Se para dónde va.
-eso será imposible madre. Cristian me acompañara a la constructora. Necesito su cabeza para las finanzas y la verdad yo soy un asco- dice Elliot. No está mintiendo. Con suerte sabe sumar número de dos cifras y si pasa a tres muere en el intento. Aunque con las mujeres tiene más suerte.
-hijo no seas mentiroso. Lo único que haces con tu hermano es ayudarlo a verse con esa niñita. No vayas por ese lado, si te vas en mi contra te saldrá muy caro Elliot Grey- dice mi madre con voz dura. Yo niego con la cabeza y mi padre también. Elliot se tensa.
-no se para que mierda me sigo quedando en esta casa. Sigues siendo la misma de siempre mamá. Espero que te des cuenta que la gente humilde no es un virus mortal. Creo que estar con tantas bacterias te has contagiado de la peor, la cual se llama clasista- veo que se limpia la boca con la servilleta, se levanta y sale de la casa. Yo hago lo mismo y lo sigo mientras escucho como mi padre la regaña.
Cuando llego a la entrada lo veo afirmado en la camioneta embarrada que siempre usa. Lo observo mientras habla por teléfono. Mi hermano tiene 27 años y tiene una cabeza para la construcción privilegiada. Sus diseños están en todo el mundo y cada uno es más caro que el otro. Comenzó su empresa a los 19 años. Fue una bofetada para mi madre, ella siempre dijo que mi hermano jamás sería bueno en algo, salvo acostarse con mujeres.
Con el tiempo tuvo que bajar el moño y reconocer su error. Siempre he estado con él en todo. Me divertía cuando iba a ayudar y terminar con barro hasta las orejas. Me encanta tenerlo en mi vida y con los 10 años de diferencia que hay, el tanto como mi padre son mis modelos a seguir. Termina la llamada y me mira.
-si no puedes ayudar no lo hagas. No quiero que te sigas metiendo en problemas por culpa mía- le digo.
-Cristian, yo decidí ayudarte. Nadie me puso una pistola en la cabeza para ayudarte. Quiero que seas feliz. Yo sé lo que significa que nuestra madre se fuera contra la mujer que uno ama. Tú sabes mi historia con Kate- dice y en su mirada se puede distinguir algo de pena.
-lo sé y me duele. Eres un buen hombre y por culpa de nuestra madre no puedes estar con ella-
-debería haber tenido el coraje que tú tienes. Luchar por ella y te juro que no la hubiera perdido. Pero eso ya no se puede cambiar. Por eso estoy contigo. Conozco a Ana y sé que ella te ama y eso es lo que me importa- me dice mientras me da unas palmadas en mi espalda.
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-¿me ayudas a subir la moto a tu camioneta?- le digo mientras sonrió por sus palabras.
-estaba esperando que lo dijeras. ¿Llevas lo necesario?- le muestro el teléfono y las llaves –bien, es hora de que te veas con tu princesa. Intentare tener ocupado a Ray para que la puedas ir a buscar a la escuela- yo asiento con la cabeza. Subimos a la camioneta y mientras conduce le digo.
-eres un buen hermano. Sé que recuperaras a Kate. La vida no puede ser tan mala con nosotros y si sigue siendo de esa manera, es hora de sacarle la mierda- le digo. Él se ríe.
-te quiero, bro. Eso nunca lo dudes- me dice.
-yo también, lelliot- ambos nos reímos y seguimos con el viaje. Pronto estaré con mi niña. En unos minutos volveremos a ser uno.
