Capitulo 48: Camino a ser padres

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POV ANASTASIA

-¿Dónde está el gato? No le he visto en varios días y me preocupa que este perdido o que no se esté acostumbrando a la casa- dice Cristian. Me da risa pero me detengo cuando un tirón en la espalda se hace presente.

-antes no lo quería ni ver. ¿Que provoco ese cambio?- digo y me siento en la cama más cómodamente.

-no es que me caiga muy bien, es solo que no lo he visto- dice y suspiro.

-la culpable de que el gato no este durmiendo con nosotros es la abuela- digo y le entrego el conjunto de bebé para Teddy para que lo guarde en el bolso. No falta nada para tener a mi bebé y lo esperamos con ansias.

-¿Que tiene que ver la abuela con el gato?- pregunta Cristian. El me entrega otros conjuntos y ahora estoy indecisa. No está jugando limpio. Tenemos que dejar lista esta maleta pero tiene tanta ropa, que cada vez que buscamos algo en la cajonera, nos gusta otra cosa.

-la abuela lo compro. Todos los días, como se cocina algo con carne o pescado, ella pide que le dejen un trozo para el gato. Todos los días el gato como un bistec de lo que sea. El busca a la abuela por cualquier cosa y ello lo acaricia y se hacen cariño mutuamente. El gato está durmiendo con los abuelos, todas las noches y generalmente pasa más tiempo en la habitación de abuelo que en la casa en general- digo y suspiro cuando veo unos zapatitos azules diminutos.

-supongo que el invasor ahora pertenece a los abuelos. ¿Cómo pueden hacer cosas tan pequeñas? Mira estos zapatos. Parecen calcetines- dice Cristian y se ríe. Guardamos todo lo que el bebé pueda necesitar y comenzamos con la mía. Piden tantas cosas y no sé si las ocuparan todas.

-solo una semana más y Teddy llegara. El abuelo está un poco molesto porque aún no hemos decidido el nombre y la abuela está enojada. Ella me reclamo hace unos días que no podía seguir llamando bebé o el niño. Que era hora de que le escogiéramos un nombres o sino el acta de nacimiento se llamara NN- dice y me da risa.

-supongo que tienen razón pero, queremos que esto sea una completa sorpresa- digo. Me levanto de la cama y otra vez, ese tirón se hace presente. No me duele pero me molesta. Camino con cuidado hasta llegar al baño. Estas ganas de orinar a cada 5 minutos, es molesto. Ni que tuviera incontinencia.

-tengo unas ganas de comer un trozo de carne al jugo, que se me llega a hacer agua la boca. Has subido lo que deberías subir de peso pero yo, con estos antojos, estoy creciendo por todos lados. Gracias a la abuela que no he ganado más de 5 kilos. Ella se ríe y me dice que todas las mujeres que esperan un niño, los padres sufren los antojos. No estoy muy segura de eso. La abuela nos contó, que cuando Grace estaba embarazada de Elliot y de Cristian, Carric comía como un caballo y los antojos eran pan de cada día, en cambio con Mía, la que sufrió todas esas cosas fue la madre.

-están incontrolable. Lo bueno es que la abuela te alimenta saludablemente. Ella me está enseñando a hacer muchas cosas para la idea que me está rondando mi cabeza desde hace mucho tiempo- digo desde el baño. He hablado con la abuela de este tema y ella considera que tengo todo el potencial para poder lograrlo. Además reuniría las dos cosas que me gustan, la administración y la gastronomía.

-¿Qué idea es esa? ¿De dónde sacaste estos dulces? Están deliciosos pero no los había visto antes- dice y me da risa. Está comiendo unos caramelos de sabor frutilla.

-esos caramelos lo hizo la abuela. Me enseño una manera de hacerlo más saludables y no con tanta azúcar. Son realmente deliciosos y puedo comerme unos cuantos. ¿Cómo los encontraste?- pregunto. Los deje arriba de la cajonera y han estado como dos semanas. Supongo que el hambre hace que nos demos el tiempo de registrar todo.

Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYAWhere stories live. Discover now