Capitulo 27: La bestia

3.7K 401 10
                                    

POV CRISTIAN

-nena, te estás quedando dormida. Ve a la cama- le digo a Ana. Está quedándose dormida en el escritorio. Ha tenido tantos trabajos y tantas pruebas que su cuerpo le está pidiendo a gritos, que necesita descanso.

-me falta un poco aun. Tengo plazo hasta pasado mañana pero no quiero estar a última hora terminándolo- dice. Sus ojos se están cerrando. Son casi las 2 de la mañana. Me fui como a las 10 a la habitación para ver algo en la televisión. Discutimos varias veces por eso. No consideraba buena idea colocar un televisor en la pieza hasta que empecé a ver series. No sé en qué momento me quede dormido, hasta que desperté porque tenía frio.

Ahí fue cuando me di cuenta que Ana no están en la habitación y que desde el pasillo, se filtraba una luz tenue que venia del despacho. La cama me pareció tan grande y tan fría sin ella. Me levante un poco mareado y salí de la habitación para encontrarla a punto de quedarse dormida.

-bebé, no te exijas más. Estas agotada y debes de dormir aunque sea un par de horas- digo. Ella mi mira y luego mira los papeles en la mesa.

-supongo que tienes razón pero antes de acostarme, me tengo que duchar pero no tengo ganas- dice. Un bostezo gigante, hace acto de presencia. Se ve tan tierna y... cansada.

-te puedo ayudar a darte un baño. Puedo llenar la tina mientras organizas este desastre- ella me mira. Está dudando y frunzo el ceño -¿Por qué me miras así?-

-no hay sexo, Cristian. No podría- dice y me rio.

-cariño, me tienes bien cuidado. Aunque nunca negaría que quiero sexo contigo, todos los días y a cada hora pero estas agotada. No soy tan desalmado como piensas. Necesitas ese baño para descansar y relajarte. Puedo ayudarte con eso. Además... tenerte desnuda en mi tina, tiene sus ventajas- digo moviendo las cejas. Ella se ríe y niega con la cabeza.

-un baño estaría bien- dice y comienza a ordenar las cosas. Corro al baño para poder llenar la tina. No sé cómo lo haremos después con su pelo, pero no quiero que duerma con el mojado. No quiero que se vaya a enfermar. Dejo todo listo para que nos demos un baño juntos.

Si ella no quiere sexo, lo entiendo, pero siempre puedo jugar con su cuerpo. Con el simple hecho de tocarlo, acariciarlo, estoy más que pagado.

-¿has sabido algo de mi hermano o de Kate?- pregunto. Me instalo en la tina antes que lo haga ella. Me gusta cuando tiene que entrar en el agua. Es un desfile solo para mis ojos.

-escuche que se van a juntar para hablar pero Kate no está muy confiada. Me dijo que no está segura de nada y que tiene miedo- dice. Se acomoda entre mis piernas y la abrazo, dejando descansar mis manos en su vientre.

-¿Miedo a que?- pregunto. Sé que tengo que tomar la esponja y jabón pero por el momento no lo hare.

-tiene miedo de la reacción de tu madre. Ella les ha hecho la vida de cuadritos a tu hermano y ella. Pero lo que más le preocupa es que puedan hacerle algo a Evan. Eso es comprensible- dice.

-mi madre no sería capaz de hacer daño un niño de dos años- digo seguro. Ella no llegaría a tanto, ¿O sí?

-no lo sé, Cristian. Ella nos ha hecho la vida imposible a los cuatros. La maldad no tiene límite pero no quiero pensar en eso- dice y le encuentro razón. Miro a la puerta y frunzo el ceño cuando veo al gato mirándonos.

-no me gusta ese animal. Siempre me está observando y come mejor que uno- digo haciendo una mueca. Ana se ríe y luego toma la esponja y comienza a jugar con ella.

-es solo un bebé que quiere un poco de atención. El fin de semana, cuando vayamos a hacer el pedido le comprare algunos juguetes y le confeccionare otros. Es lo mejor o marcara las murallas con sus garras- dice. Frunzo el ceño.

Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYAWhere stories live. Discover now