Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYA

Capitulo 33: Pensamiento sensato

POV ANASTASIA

Me duele la cabeza. Eso es lo siento en este momento. Abro un ojo con cuidado y hago una mueca al darme cuenta, que solo el hecho de pestañear me duele más. Respiro pesadamente y busco en algún lugar de mi cuerpo, la fuerza para abrir ambos ojos.

Está todo oscuro pero descubro que no es el departamento. Las paredes son de color blanco y casi llegando al suelo cambian a un color rojo. A mi lado están las maquinas que monitorizan mi estado y al otro lado, hay un sofá donde alguien está durmiendo. Frunzo el ceño. ¿Dónde demonios me encuentro?

Una punzada hace acto de presencia junto en mi cabeza y jadeo. ¿Por qué me duele tanto la cabeza? No recuerdo haberme golpeado en la cabeza. Varios recuerdos llegan a mi mente, hasta que llega el que no podía recordar.

Mi padre. Departamento. Dinero. Pelea. Golpe. Robo.

Miro la persona que está en el sillón y no logro ver nada. Esta oscuro y la persona que está durmiendo en ese sillón, me está dando la espalda. Suspiro. Arriba de mi cabeza hay un botón de color verde y lo aprieto. Supongo que servirá para llamar a una enfermera.

La puerta se abre de repente y la luz me hace quedar casi ciega. Estaba acostumbrada a la oscuridad. La persona que estaba durmiendo en el sillón despierta asustado.

-¿Necesita algo?- me pregunta la matrona. No es enfermera o paramédico, es una matrona. ¿Dónde demonios estoy?

-un poco de agua y algo para el dolor de cabeza, si no es mucha molestia- digo. Mi voz es demasiado ronca y me pica.

-no se preocupe. En unos minutos más, le traigo lo que me pidió. ¿Usted necesita algo?- le pregunta la mujer a Cristian. Sonrió cuando lo veo pero, él no me sonríe de vuelta. ¿Que hice ahora?

-no quiero nada, muchas gracias por la preocupación- él le da una sonrisa falsa y luego me mira. Su mirada es helada y es la primera vez que lo veo de este modo. Me intimida, ya que no sé qué decirle. Cualquier palabra que diga, se puede usar en mi contra.

-¿Sabes lo que sentí cuando te vi en una camilla inconsciente? ¿Sabes lo que sentí cuando pude ver las cámaras de seguridad y vi, como tu padre, te golpeaba en la cabeza y te dejaba inconsciente en nuestra casa? ¿Sabes lo que sentí cuando pensé que te perdía?- dice un tono de voz muy bajo. Suspiro pesadamente.

-no lo sé- digo en un susurro.

-pensé que te perdía. Casi me dio un infarto cuando vi que salías en una camilla blanca sin vida. Pero lo que más rabia me dio, fue ver como abrías la puerta del departamento sin ver quien estaba al otro lado. ¿Tengo que contratar a alguien para que te vigile y te mantenga asegurada? Si eso es lo que necesitas, lo contratare- dice completamente enojado.

-¿Por qué estoy en este lugar?- pregunto aun confundida.

-porque el imbécil de tu padre te golpeo en la cabeza. Perdiste el conocimiento y uno de los vecinos, que al ver la puerta abierta y el gato maullando fuertemente, fue a ver lo que pasaba. El llamo a la ambulancia y llamo al conserje. Por esta vez diré que el endemoniado gato sirvió de algo- dice enojado.

-sé que estoy en el hospital pero mi duda es, ¿Por qué estoy en el servicio de ginecología?- él se asombra de que lo haya preguntado.

-¿Cómo te diste cuenta?- dice sorprendido.

-porque las paredes terminan con color rojo y porque ingreso una matrona cuando llame para que le ayudaran. ¿Qué es lo que hago aquí?- el suspira y pasa su mano por el cabello. Toma una cantidad de cabello y lo tira. Quedará calvo siendo joven.

-la contusión que tienes en la cabeza fue leve y no tan grave como se pensaba. El doctor me dijo que tendrás un chichón en la cabeza por unos días. Pero tenía una sospecha y que había hecho varios exámenes para descartar patologías- frunzo el ceño.