Capitulo 47: Calambre

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POV CRISTIAN

-nena, respira- le digo. Está llorando a mi lado y no entiendo por qué está llorando. No sé si el bebé viene, no sé si le pasa algo a ella. Me pone de nervios que no me diga que es lo que le está pasando.

-me duele- dice en un susurro. Bueno, me dijo algo.

-¿Qué es lo que te duele? Por favor, Ana. Dime con claridad, ¿Qué te duele?- digo un poco nervioso. Supongo que tengo derecho a ponerme así sobre todo cuando mi hijo puede llegar en cualquier momento.

-me duele la pantorrilla. Me dio un calambre- dice mientras llora. Pongo los ojos en blanco. Medio susto que me ha dado. Se me ha puesto la piel de gallina. Suspiro pesadamente y me levanto. La barriga no le ayuda a que se pueda levantar tan rápido, por ende el calambre se hace notar más.

-bebé, no me asustes de esa manera. Casi se me olvida respirar. Dime cuál de las dos piernas. Déjame ayudarte para que el calambre pase más rápido- digo. Ella me muestra la pierna y puedo ver como el musculo está completamente tirante. Paso varios minutos ayudando a que su musculo vuelva a la normalidad. En todo momento ella esta abrazada al elefante azul, llorando.

-ya no duele tanto- dice y me da risa. Supongo que al ser tan pequeña y la panza haciéndose más grande, más le cuesta moverse y más tiempo se demora en reaccionar.

-es normal cariño. Los calambres son algo doloroso que tiene el cuerpo y todos los hemos pasado. Solo que tú, bueno, ya no eres solo tú. ¿Cómo esta Teddy?- pregunto y ella hace una mueca.

-esta como loco. Estuve aguantando mucho tiempo el calambre pero, cuando moví la pierna fue peor y me puse a llorar. Intente levantarme pero no pude. ¿Qué hubiera pasado si me hubiera caído? No tenía como afirmarme y la cama no es dura- dice. Se ve tan tierna cuando a llorado y sus labios siempre son más suaves.

-me asustaste. Pensé que Teddy estaba por llegar. No me vuelvas a hacer algo como esto. Casi me da un infarto- digo y ella tiene el descaro de reírse.

-no quiero estar más embarazada. Quiero que este bebé nazca. Es como si llevara una pelota entre mis piernas. ¿Te has dado cuenta cómo camino? Parezco un pato y debo decir que un pato camina más sexy que yo- dice y me da un ataque de risa. Cuando está en modo no sexy, es terrible. La llevo escuchando desde hace dos semanas y es terriblemente gracioso. Por más que le diga que no se ve mal, que no es gorda y que es muy sexy, no me cree.

-Ana, basta. Sabes a la perfección que no te ves de esa manera. Para mi sigues siendo la única mujer que vuelve loco. Además, cualquier persona que te vea por la espalada, jamás pensaría que estás embarazada. Te has cuidado mejor que nadie. La abuela me dice que tu dieta es impecable y que tendremos un bebé sano por todos los cuidados que estas teniendo- digo y ella hace un puchero.

Otra cosa que he aprendido en estos meses que las mujeres que están en estado son mucho más sensibles, llegando al extremo. Entiendo que están cargando con otro ser y las hormonas son complicadas pero, jamás en mi vida pensé que fuera para tanto. Un par de noches atrás, andaba una hormiga en la cama y la mate, esas condenadas criaturas muerden muy fuerte y, ¿Qué creen que hizo Ana? Se puso a llorar porque había asesinado a un animal sin ningún motivo. Espero que diga lo mismo cuando deje viva a cualquier araña que pille en la habitación porque hay no llora, me asesina ella.

-es que ya no puedo más. Mi espalda me está matando, mi estómago no puede estar más tirante y tengo ganas de llorar todo el tiempo. No es normal Cristian. Nunca fue así antes y ahora son una vaca llorona y que se queja por todo. Detesto esta forma de ser que tengo ahora- dice y sigue llorando. ¿Cómo lo hacían en la antigüedad? Ellos no sabían que esto se provocaba por las hormonas del bebé.

Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYAWhere stories live. Discover now