Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYA

Capitulo 10: Compras

POV CRISTIAN

-creo que debería cambiarte para el asiento trasero- me dice Elliot.

-¿Por qué?- pregunto mientras busco la dirección del departamento en unos papeles.

-Ana está llorando mientras mira por la ventana- levanto inmediatamente la cara y la miro. Está sumida en sus pensamientos y tal como dijo mi hermano está llorando. Desabrocho el cinturón de seguridad y con cuidado me paso a su lado. No se ha percatado de mi presencia.

Luego de hablar un rato y ser considerado como una cama, Ana se queda dormida en mi pecho. Sé que le duele que sus padres no la quieran por lo que es, si no por el dinero que pueda traer. Ella es un ser tan bello y tan inocente y fiel. No sé cómo ella ha podido soportar tanto y no mandarlos a la mierda.

Llegamos al departamento casi a la 4 de la mañana. Hicimos una parada para tomar algo caliente, ya que Seattle es más frio que la cuidad donde vivíamos.

Estoy nervioso. El departamento queda a unos 10 minutos de la casa de mis abuelos y a una media hora caminando de la universidad de Seattle. Como no he querido comprar todavía el lugar donde comprare la empresa, trabajare desde el departamento.

En la entrada nos está esperando el conserje que nos da la bienvenida, unos documentos y las llaves. Así que llegamos. El piso es el 6 y el departamento es 624. Entramos y escucho que Elliot jadea.

El departamento no tiene nada. Solo un colchón que mande a traer. No hay nada. Ana mira el lugar emocionada. Deja su bolso en el suelo y recorre el lugar.

-dime que lo que estoy viendo es un sueño o mejor dicho una pesadilla- me dice en un susurro.

-te dije que no tengo el dinero para darme lujos. Mañana iremos a comprar algunos muebles y la despensa. Lo único que te pido es que no digas nada y nos apoyes- le digo en voz baja.

-Cristian. Mierda. Mi departamento es un castillo si lo comparamos con esto. Por favor, por lo que queda de la noche, ven a mi departamento. Tengo habitaciones de sobra. No podre estar tranquilo, con esto- indica el departamento vacío.

-no te deberías preocupar. Este será nuestro hogar y no me gustaría que nuestros sueños se vean truncados porque ustedes siempre lo han tenido todo, Elliot- dice Ana. Elliot me mira con pena. Si hombre, mi mujer tiene personalidad.

-yo... no es lo que quería decir. Es solo que... no sé cómo explicarlo- dice apenado.

-Elliot, te entiendo. Es solo que no nos tires para abajo. Necesitamos todo el ánimo que podemos obtener. Tú, tu padre y Harry son los únicos que nos han apoyado. Por favor, el inicio es difícil pero lo que queremos es grande. Danos el beneficio de la duda- dice Ana.

-está bien. No he dicho nada y es mejor que se olviden de eso- dice mirando a todos lados menos a Ana.

-¿te gusta el departamento?- le pregunto a Ana cuando la atraigo a mi lado.

-me encanta. Es más grande de lo que imagine. Me imagino un comedor aquí y un sofá por allá- indica cada uno de los lugares donde quiere las cosas.

-en la mañana iremos de compras. Así podrás ver y elegir las cosas que te gustan- le digo.

-mejor dicho que nos gustan- me dice. Me besa y me sonrió. Escucho que Elliot refunfuña algo de que no se debe comer delante de los pobres.

-creo y que no me equivoco, que estoy sobrando. Cualquier cosa y Cristian, cualquier cosa me llamas. Los dejo y que descansen que mañana será un gran día- besa la frente de Ana y luego me da la mano. Después sale del departamento y quedamos solos.