Capitulo 26: Ni galaxia, ni estrellas

3.5K 411 10
                                    

POV CRISTIAN

-no más... ¡Oh, cielos!... no más- dice Ana. Estoy torturando su cuerpo. Estaba enojado porque me mando a la casa del perro, en una parte la entendía pero ahora, quiero mi desquite. Ella sabe que puedo ser muy bueno en el sexo pera también puedo ser muy malo.

-¿pensaste que no cobraría mi venganza por los últimos acontecimientos? Pues te equivocas, sigues siendo mi mujer y cuando te pones altanera, me dan ganas de matarte- digo. Ella gime cuando mis dedos entran en su interior.

-Cristian... no puedo... más...- dice y tengo puras ganas de reír. Si ella piensa que puede ser mala, yo también puedo ser y de la peor manera.

-puedes aguantar. Has sido dura conmigo, por lo tanto, yo también lo seré contigo. ¿Tienes algo que decir a tu favor?- digo. Con los dos dedos en su interior, comienzo a acariciar suavemente el botón más sensible que tiene su cuerpo. Se estremece y me rio. Esta es venganza.

-por favor... déjame llegar...- dice. Aprieta su labio inferior con tanta fuerza que creo que le saldrá sangre. Quiero besarla pero mejor, lo dejare. Si ve que estoy cayendo en mi propia tentación, se reirá de mí y no quiero.

-aun no. Te falta mucho para que llegues... me gustaría poder ver cuando eres capaz de aguantar. Siempre has dicho que eres una mujer fuerte y aguerrida. Es hora de ver que tan fuerte eres. Sé que podrás aguantar más, querida señorita Steele. Solo debes dejarte llevar y sentir lo que estoy haciendo contigo- digo. Comienzo a besar lo que tengo cerca y me resulta fascinante ver, como la piel de Ana se convierte en gallina cuando la muerdo levemente.

-eres... cruel...- dice y sonrio.

-mi crueldad es mucho más pasable que la tuya. La tuya me estaba dejando en la casa del perro o en este caso, en el cojín del gato- digo enojado. Ese animal está teniendo más importancia que yo en esta familia y eso no lo voy a aguantar. Yo soy el hombre de la casa.

-no más... por favor... no más...- dice. Levanta su pelvis para buscar más fricción y no se lo permito. En un arranque de maldad pura, muerdo debajo de sus piernas y chilla. Mis dientes quedan marcados en su blanca piel. Lamo las marcas y la miro.

Aun, siendo castigada, se ve peligrosamente tentadora. Su camisa esta subida hasta su clavícula y sus senos redondos están moviéndose junto con el movimiento de mis dedos. Unas gotas de sudor están bajando por su cuello y su pecho, baja y sube rápidamente. ¿Puede alguien morir por un alargar el tiempo para que ocurra un orgasmo?

Sigo mirándola y cuando me miro a mí, niego la cabeza. Estoy casi a punto de llegar y mi cuerpo lo sabe. Una gota blanca comienza a salir de mi erección y se, con el simple hecho de entrar en ella, me correré. ¿Qué harán las mujeres con tanto semen que uno deja en su interior? sé que suena estúpida la pregunta. Al final, lo terminan botando.

-¿Estas lista para recibirme, cariño?- sonrio. No puedo aguantar más. Con ella, simplemente mi control se va a la mierda. He visto mujeres hermosas, con cuerpos increíbles pero no me pasa lo mismo como cuando veo a Ana. Tengo un empleado en la pequeña oficina, que el abuelo me dijo que contrata, que va a ser padre.

Tiene 26 años y la novia tiene 22. Todas las mañanas llega con una sonrisa de oreja a oreja y me pongo celoso cuando la novia lo viene a buscar. Tiene un pequeño vientre que la hace ver tierna pero que indica: "Detente, esta mujer está tomada y pertenece a alguien". Si pudiera hacer eso con Ana, no sentiría estas ganas de matar a los que la miran con deseo, pero si pasara eso, Ana me mataría. Con el poco tiempo que tenemos, un bebé, nos complicaría mucho la existencia.

-Cristian, ¿Qué ocurre?- dice Ana. La miro y frunzo el ceño. ¿Dónde mi acabo de ir?

-nada. Solo estaba pensando en lo que sigue- digo mirándola.

Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYAWhere stories live. Discover now