Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYA

Capitulo 16: Quiche del deseo

POV ANASTASIA

-Cristian saca la mano. No quiero que te hagas daño por mi culpa- digo. Estoy haciendo la cena y el almuerzo de mañana. Todos los días le he hecho algo distinto y por el momento no ha alegado. Me ha gustado esto de cocinar y a Kate también. Llevo dos almuerzos para ella y para mí. Al principio no sabía bien sus gustos pero me di cuenta que ella come lo que se le ponga adelante.

-me tienes loco con el olor- dice. Se gana detrás de mí y me abraza. Coloca su mentón en mi hombro y besa mi cuello.

-debes de aguantar. En diez minutos la cena estará lista. ¿Llevaras almuerzo mañana?- pregunto. No se despega de mi hombro cuando responde.

-si. Pero creo que llevare otra porción más. Mi mano derecha, que fue elegida por mi abuelo, no sabe cocinar. Es un desastre. Lo único que lleva de almuerzo es un pan tostado y un sobre de jugo en polvo- dice y me tenso. ¿Una mujer como mano derecha?

-¿Tu mano derecha es una mujer? Es raro viniendo de ti, ya que no confías mucho en las mujeres para ese tema- digo. Revuelvo un poco más la mezcla. Me estoy enojando.

-no debes sentir celos. Ros es buena en su trabajo porque no siente nada por mí. Ella tiene 22 años y está recién egresada de la universidad. Es nieta de un amigo de mi abuelo y la recomendó. Eso es todo, no la veo cómo te veo a ti. Joder, me dan ganas de abusar de ti, en cualquier lado- dice mientras su mano va directo a mi sexo.

-Cristian, no- digo intentando detenerlo.

-no te niegues Ana. Lo quieres igual que yo- dice. Presiona la cremallera de mi pantalón corto justo encima de mi clítoris. Jadeo. ¿Cómo me puede hacer eso con un simple toque?

-Cristian, la cena se quemara. Te juro que después haremos lo que quieras pero por favor, no dejes que la comida se queme- digo mientras pego mi trasero a su pelvis. Estoy excitada y no está bien pero se siente bien.

- está bien. No hare nada por ahora. Quiero que esa comida que me tiene con el diente afilado puede ser disfrutada como se debe. Además quiero saber cómo te va en la universidad. Sé que hay ramos complicados pero te puedo ayudar con algunos de ellos- dice y sonrió.

-hasta ahora está todo bien. Las clases han sido largas pero no tan complicadas. Deberías conocer a mi amiga. Ella es muy divertida y lúdica. Me la pase bien, además como llevo dos almuerzos estoy teniendo un ingreso extra- digo feliz.

-me gustaría poder darte más, Ana. Que no te preocuparas por el dinero pero en este momento no hay nada seguro. Me siento impotente con el tema del dinero. Verte trabajar tanto y dormir tan poco, me preocupa- dice y sonrió. Dejo de trabajar en la mezcla y me doy vuelta para verlo.

-Cristian, sabemos que esto no es fácil. Desde un principio teníamos todo en nuestra contra. No dejes que ese pensamiento te ponga triste. De la nada estamos saliendo adelante. Tenemos un techo donde protegernos del frio, tenemos comida. Tu estas comenzando con tu empresa y yo estoy estudiando. Sabíamos desde un principio que no sería fácil. No te desanimes por eso, por favor- digo mientras beso sus labios. Él sonríe pero antes de que pueda hacer algo, me alejo de el para poder cortar el horno. La cena debería estar lista.

-eres la única mujer que quiero conmigo. No hay ninguna más, lo juro. Sé que no es necesario que te lo demuestre pero solo eres tú. No necesito a nadie más para ser feliz. Solo a ti- dice y sonrió.

-lo sé. ¿Puedes llevarte el jarro con el jugo mientras sirvo la cena?- digo. El asiente con la cabeza y lo lleva hasta la mesa. Saco el quiche del horno y lo dejo en la tabla de madera que ocupo para cocinar. Es grande y me permite tener varios ingredientes en el mismo lugar.