Capitulo 74: Bebe a la nutella

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2 meses después

POV CRISTIAN

-Teddy dije que no. Debes de comer todo lo que mamá te mando para ser grande y sano- digo. Mi hijo de 20 meses me mira como si estuviera loco y vuelve a jugar con la comida. Esto siempre ocurre cuando Ana no está a nuestro alrededor. Teddy hace lo que quiere con nosotros pero, a mí no me toma en cuenta.

-no lo regañes tanto hijo. El solo está viendo esta situación como algo de diversión- dice el abuelo. Me traje a Teddy a la oficina porque Ana está trabajando a más no poder en la cocina. Hoy tienen que hacer una entrega de 200 colaciones para una actividad que se está haciendo en una empresa cercana. Como salieron ganadores en el concurso, ahora tienen más trabajo que nunca y eso me alegra pero, a Teddy no.

-abuelo, debe de aprender lo que significa la palabra no. Para el, significa nada- digo y el abuelo se ríe.

-Cristian, los niños no conocen límites. No ven el riesgo en sus aventuras y travesuras. Creo que debería ser una buena idea, que Teddy vaya al jardín. Con la cantidad de panoramas y juegos que hacen en esos lugares, será una fiesta para el pequeño y un descanso para ustedes. No quiero pensar que pasara con ustedes cuando mi nieto entre a los dos terribles años- hago una mueca. He leído tanto sobre los dos años, que me está comenzando a dar miedo.

-¿Lo recibirán siendo tan pequeño?- pregunto y el abuelo se ríe.

-hijo, hay lugares que los comienzan a recibir desde los dos meses de edad. Algunas familias tienen que seguir trabajando y sacando el hogar a delante. Es por eso que los han creado. Deberías ir a consultar y ver qué es lo que necesitan. Ambos tienen dos negocios bastante prometedores pero, necesitan estar en terreno- sé que el abuelo tiene mucha razón en lo que está diciendo, pero no quiero dejarlo. Aunque con la nueva sorpresa que estaremos dando en unos días más, creo que tendré que pensar en lo que el abuelo me acaba de decir.

-lo voy a pensar y lo hablare con Ana. Sabes que ella es una súper mamá y no le gustara estar muy alejada de su cachorro. De hecho, aunque ella me pidió que me lo llevara, me ha mandado 4 mensajes preguntándome, ¿Cómo se encuentra Teddy y si ha hecho algún desastre? ¡Jamás ha preguntado cómo estoy yo!- digo y el abuelo se ríe con fuerza.

-eso siempre pasa con las madres, ya que prevalece el instinto maternal por sobre el amor de mujer. No todas mujeres lo tienen, ya que quedó demostrado con la madre de Ana. Ella prefirió a su marido por sobre su hija, pero hay otras como Ana, que viven para sus hijos- dice y asiento con la cabeza. Ana ha demostrado que es una madre excepcional, preocupada y divertida. Si hay que poner límites, lo pone y Teddy no alega, pero conmigo alega hasta porque le quiero dar un beso en su gorda mejilla.

-abuelo, tenemos mucho que hacer, tenemos que dejar de hablar de Teddy y sus mañas- digo y el abuelo asiente. La tarde pasa más rápido de lo que pensamos y cuando son las 6 de la tarde, Andrea, mi asistente personal, me informa que hay una persona que me está buscando. Me dice que un hombre de unos 50 años y dijo que su apellido era Steele. Mi abuelo y yo nos tensamos. Desde que paso lo de la herencia del abuelo materno de Ana, nunca supimos más de ellos.

-vamos muchacho, tu puedes con ese idiota- dice el abuelo. Su sinceridad me da risa. Hago pasar al hombre y maldigo interiormente al ver cómo observa a Teddy. Desde que el nació, nunca lo han visto.

-señor Steele, ¿Qué es lo que necesita?- pregunto. El vuelve a la realidad con mi pregunta y me observa. Aunque le cuesta mucho quitar de vista a mi hijo, que en resumidas cuentas, es su nieto.

-venía a dejar las cosas en paz- dice y frunzo el ceño. Le indico con la mano que tome asiente en una de las sillas que tengo cerca del escritorio. Lo hace de mala gana, ya que no puede ver lo que hace mi hijo.

Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYAWhere stories live. Discover now