Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYA

Capitulo 45: Peluche

POV CRISTIAN

-abuelo no sé si estoy haciendo bien pero, no quiero que mi madre se acerque a Ana. Ella está muy emocional y con lo último que ha pasado, no la quiero cerca. ¿Cómo se le ocurre entregarle unas fotos que se pueden mal interpretar?- pregunto y el abuelo suspira.

-mi hija lo único que quiere es que te separes de Ana. Deberías casarte con ella y así dejar que se meta en tu vida. Ayer llamo al arquitecto que está llevando la construcción de su casa y me dijo que durante hoy o mañana, te mandaran los planos. Quiere que los veas y le digas si te gusta o no o algo por el estilo. Me gusta que vayas avanzando en tus mestas pero, no me que se estén alejando- dice y frunzo el ceño.

-abuelo, no nos vamos a ir de tu vista. Estaremos a solo 5 minutos de diferencia. Además, he estado hablando con el arquitecto para hacer un camino desde tu casa a mi casa. Quiero hacer algo como un camino franqueado por unas paredes de piedras donde se pueda ver el paisaje. También nos protegería de la lluvia o del frío. Si no me equivoco serían unos 300 metros de camino- digo mientras bebo el café que nos acaba de dejar mi secretaria.

-¿No crees que es mucho gasto?- me pregunta y me rio. Sabe que estamos haciendo varios miles de dólares.

-abuelo no comiences con eso. Sabes a la perfección que está entrando bastante dinero como para construir varias casas y más. Me gustaría que hubiera esta conexión para evitar terminar mojados. Es sencillo. No eres el mismo joven de antes y es necesario que protejamos ese frágil cuerpo de las bajas temperaturas- digo. El abuelo frunce el ceño y luego me da un golpe detrás de la cabeza. La gente que está a nuestro alrededor se ríe y yo lo fulmino con la mirada.

-deja mi cuerpo tranquilo, que hasta el momento no te ha hecho nada. No me gusta que me traten como un viejo decrepito. Aun me puedo el cuerpo y tu abuela lo pueda afirmar- dice y me atraganto con el café.

-abuelo, no quiero sabes tantas cosas que pasan entre la abuela y tú. Lo que ocurre en la habitación matrimonial es de cosas de dos, solamente- digo y el abuelo se ríe. Supongo que alguien está pensando el devolvérmela.

-en mi época de joven, dos en una habitación era considerado aburrido y lo bueno es que la abuela pensaba de la misma forma. Aun no entiendo, como la vida nos dio solo una hija, siendo que deberíamos haber tenido por lo menos, una docena- dice y ahora palidezco.

-abuelo, no sigas. Mi cabeza está empezando a pensar cosas que pueden estar equivocadas- digo y miro para cualquier lado. El abuelo puede hacer este juego mental contigo que no es bueno.

-hijo, ¿Sabes que es lo que realmente echo de menos en esta vida?- frunzo el ceño.

-no. pensé que eras feliz con lo que tenías- digo y él sonríe de lado.

-soy feliz pero, extraño cosas que antes podía hacer y ahora no. una de ellas, era el sexo con tu abuela pero, el sexo de joven. Ese que te hacia perder la razón cuando no pasaba muy seguido y cuando lo tenías, quedabas hecho polvo. Esas son las noches de sexo lujurioso que más extraño. Sigo siendo activo pero no como antes. Y esos recuerdos, al final del día, se extrañan- dice y lo escucho suspirar.

-me gustaría poder decirte que podemos hacer que esos recuerdos se pueden volver a hacer reales pero, tu sabes muy bien que eso es imposible. Hasta el momento, aun tienes a tu chica con la que puedes dormir todas las noches. Ana y yo creemos que ustedes necesitan un tiempo a solas. Ella piensa que la abuela te ha echado mucho de menos. Supongo que unas vacaciones les vendría bien- digo y el suspira.

-hace unos días tu abuela me dijo que quiere conocer Marruecos- dice y sonrió.

-hace un viaje con ella. Si le gusta, que mejor hacer sueños realidad mientras estén vivos. Eso lo encuentro genial. Abuelo apenas tienes 66 años. Todavía tienes varios años por delante. Aprovecha este tiempo con ella. Ya me dejaste bien adiestrado para seguir solo, si tu no estas- digo y el suspira.