Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYA

Capitulo 65: Boda real

POV ANASTASIA

-yo, Elliot Grey, tomo como esposa a Katherine Kavanagh, más conocida por todo el mundo como mi adorable Kate. Eres la mujer más fuerte que he conocido y desde el día que entraste en mi vida, te llevaste mi corazón. Estoy aquí, para tomarte como mi mujer, mi compañera, mi amiga. Solo quiero que esta relación siga como hasta ahora, donde solo somos los dos y los pequeños que me quieras dar. Y para sellar esta unión, dejo este anillo en tu precioso dedo- Elliot coloca con dedos temblorosos el anillo en la mano de Kate. Todos en la sala están expectantes, ya creo que es por si se cae el anillo y hay que pararse para buscarlo.

-yo, Katherine Kavanagh, te tomo a ti, Elliot Grey como mi futuro esposo y el padre de nuestros hijos. Hoy, ante todos los aquí presente, hago una promesa de amor y de compromiso contigo. Juro que estaré contigo en las buenas y en la malas y aunque a veces mi cabeza me diga que mande bien lejos, sé que es una forma de demostrar que esta relación está viva y vivirá para siempre- dice mientras le coloca el anillo a Elliot. Escuchamos que alguien aplaude y para sorpresa de todos es Evan que esta con una linda sonrisa en su cara. Kate le tira un beso y él se lo devuelve, tirándole otro con sus dos manos.

El sacerdote les sonríe y luego venimos nosotros. Que nervios. Ojala que no se me olvide lo que tengo pensado decirle a Cristian. Kate y Elliot toman su ubicación juntos a un lado del sacerdote y es la hora de nuestra unión.

-yo, Cristian Grey, tomo como esposa a Anastasia Steele. Esta mujer que llego a mi vida de la manera menos pensada y que se llevó el aliento y el corazón en un abrir y cerrar de ojos. Fue la luz que ilumino mi vida y lo ha sido así hasta el día de hoy. En un tiempo tan corto hemos vivido tantas cosas y lo único que hemos logrado es salir a delante siempre. Te has convertido en mi mujer, en mi compañera de aventura, en mi confidente, en mi amiga y quiero que lo sigas siendo por el resto de nuestras vidas. Es por eso, que mediante este anillo, quiero sellar nuestro amor, que se, con toda seguridad que durara para siempre- dice y lentamente coloca el anillo en mi dedo. Las lágrimas corren por mis mejillas. Suspiro para poder relajar mi corazón y que las palabras salgan de mi boca.

-yo, Anastasia Steele te tomo a ti, Cristian Grey como mi esposa para el resto de mi vida en la tierra. Nos conocimos de una manera peculiar y nos enamoramos en cosa de segundos. Simplemente, nuestros corazones escogieron. Tienes mucha razón en decir que hemos pasado por muchas cosas y que hasta ahora, hemos sobrevivido y luchado contra todo y todos que nos quieran separar. Al final del día, no solo eres el padre de nuestro hijo, sino que también mi compañero, mi amigo y mi consejero. Eres capaz de dejar de hacer muchas cosas por darnos lo mejor y no tengo como agradecer eso. Eres lo más importante que tengo junto a Teddy y hare todo lo posible para que sigamos estando juntos mientras formamos nuestra pequeña pero bella familia. Este anillo, simboliza ese compromiso contigo y tomando como testigo a las personas que hoy están con nosotros, sello nuestra unión para siempre- digo y él sonríe. Con manos temblorosas coloco el anillo en su dedo y suspiro al saber que las palabras salieron correctamente.

-vaya, estas dos parejas, para ser tan jóvenes, tienen bien claro lo que quieren. Aunque no me guste hacer esta pregunta, tengo que hacerla. Alguna de las personas presente en este lugar, ¿Se opone a estas bodas o algunas de ellas?- pregunta el sacerdote y me tenso. Si aparece Grace de la nada, seguro que dice yo y la mi fiesta se va a la punta del cerro. El silencio es tenso pero, nadie dice nada y eso nos deja tranquilos a todos.

-como nadie dice nada, bajo la protección de Dios y de la santa iglesia, los declaro marido y mujer. Lo que Dios unió en la tierra que el hombre no lo separe jamás- el padre queda en silencio unos segundos y Cristian esta que gruñe a mi lado –pueden besar a la novias- dice y por fin Cristian me besa. Escuchamos que los invitados aplauden y gritan, dándonos a entender que también están felices por nuestra propia felicidad.