Capitulo 23: Niñeros

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POV ANASTASIA

-puedes dejar a ese animal en el suelo, por favor. Cada vez que llegas de la universidad lo tomas y lo besas al invasor primero. Después me besas a mí. Eso es injusto- dice apretando la bola anti estrés que tiene en mis manos.

-no es injusto. Además tú haces cosas conmigo que un gato jamás podría, así que deja de quejarte tanto- digo y sonrió cuando escucho al pequeño gato ronronear.

-debería castigarte. Me siento celoso de un simple animal. Además, me puedes explicar, ¿Por qué en el pedido del mes hay un saco de tres kilos de comida de gato? ¿Arena química y una caja plástica de gato? En serio, Ana. No. Ese invasor no se queda- dice enojado y abrazando su pecho. Los músculos de sus brazos se flexionan y gimo al pensar en las cosas malas que podría hacer con ellos.

-el también merece comer algo. Además siempre andas alegando que el gato se puede hacer en cualquier lugar. Simplemente compre la solución- digo mientras camino hasta donde está sentado. El sillón es grande y cabemos cómodamente los dos. Me siento en sus piernas, sin soltar al gato.

-bebé, bájalo. No lo quiero cerca de mí dice. Intenta levantar las caderas para que me mueva pero lo único que logra es que mi peso termine cargando sus testículos. Se queja y me rio –lo hiciste a propósito- dice fulminándome con la mirada.

-yo solamente me senté. Fuiste tú, quien se movió- digo. Cristian me toma en brazos como si no pesara nada y me deja a un lado.

-vamos a dejar las cosas claras. El gato es tuyo. Es tu responsabilidad cuidar de él, que tenga su comida, agua y las cosas que necesite. No estoy muy feliz con la presencia de ese gato porque los animales votan pelos y en los trajes son complicados de sacar y no tengo tanto dinero para mandar a la tintorería más de una vez a cada dos semanas. Yo no tengo problema en que se quede, siempre y cuando, no se meta en mi camino. Esas son las reglas, las acata o se va. Es así de sencillo- dice seriamente. Me gustaría que no fuera tan duro con el pobre animal pero, por lo menos, lo ha dejado quedarse.

-está bien. No tengo problemas en hacerme cargo de sus responsabilidades- digo sonriendo. Me giro levemente y dejo mis piernas sobre sus piernas. El levanta una ceja y me mira divertido.

-me siento usado- dice y me rio. Comienzo a correrme poco a poco hasta quedar sentada nuevamente en sus piernas. El besa mi cabeza y me abraza. No se da cuenta que también, sin querer, está abrazando al pequeño gato.

No sé cuánto tiempo estamos así pero, mi pequeño individuo, se comienza a mover hasta que sale de mis brazos. Camina lentamente hasta la puerta que da a la pequeña terraza que tiene el departamento, donde se encuentra, su cajita con arena química. Muy casualmente camina hasta su arena y luego como si un demonio le hubiera entrado en el cuerpo, comienza a tirar arena para todos lados. Lo cual me causa mucha risa.

-es igual que tú, en muchos aspectos ese gato- lo miro sin entender a lo que se refiere.

-¿Me estas llamando gata?- digo y él se ríe.

-no pero cuando caminas, eres igual que ella. Caminas sensual. Tus caderas hacen un movimiento, un vaivén que me vuelve loco. Ese animal también lo tiene. Tu cuerpo es estilizado y eres muy flexible. ¿Ves que te pareces a un gato?- dice con una sonrisa.

-¿Miau?- digo y me besa. Es tan bruto su beso que nuestros dientes chocan. Duele pero cuando baja las revoluciones, es un beso pasional. La mano que estaba en mi cadera comienza a subir hasta mi pecho y jadeo cuando siento su mano apretar mi mama. Eso pasa cuando empezamos con los toqueteos. Siempre terminamos teniendo sexo o haciendo el amor.

-te amo, nena. Te amo tanto que me da miedo. Eres tanto para mí, que solo contigo mi vida tiene colores- dice y me derretí.

-yo también te amo mucho. No hay manera de cuantificar el amor que te tengo, Cristian. Quizás, si hacemos el amor podamos imaginar una pequeña cantidad- él se ríe en mis labios y justo, cuando estamos quitándonos la ropa tocan el timbre de la casa y luego golpean la puerta.

Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYAWo Geschichten leben. Entdecke jetzt