Capitulo 61: Testamento escondido

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POV CRISTIAN

-eres malo- me dice Ana. Estamos en una oficina de bienes raíces para confirmar si lo que decía la madre de Ana era cierto. Si es así, tengo un plan para hacerle la vida imposible a mi querida suegra. Ana, con tal de deshacerse de ella es capaz de firmar cualquier cosa y eso no es lo que quiero. Me gustaría ir a ver la casa para saber qué es lo que tenemos. Me gustaría remodelarla y arrendarla o venderla. Pero jamás darle los poderes. Ellos han hecho sufrir demasiado a mi pequeña, como para que se las lleven peladas.

-no soy malo, simplemente estoy aquí para saber qué es lo que tus padres quieren realmente. Si es cierto y quieren vender la casa, eso significa que los vamos a tener en la cuidad y eso es lo que menos quiero- digo y ella hace una mueca.

-no lo había pensado de esa manera, pero, si le entrego los derechos, nos dejaran tranquilos y eso es lo que más quiero. No me interesa nada que tenga que ver con ellos. Es así de sencillo. Si me sirve para alejarlos es lo mejor- dice Ana y suspiro.

-¿Y quién te asegura que te dejaran en paz? Desde que saben que estoy teniendo buenos ingresos, lo único que buscan es dinero y lo sabes. Yo no los quiero metidos en nuestras vidas. Sé que no te gusta mi respuesta, pero, después de todo lo que han hecho, lo menos que deberían esperar es que los ayudemos. Ellos piensan que puedes ceder los derechos, pero, hay propiedades que cuando son herencias que no se pueden entregar a un tercero y eso es lo que quiero averiguar- digo. Mi abuelo me dijo que, si este es el caso, los padres de Ana han vivido en una casa que nos les pertenece y, por ende, se puede poner una orden de alejamiento en contra de ellos.

-eso no lo sabía- dice y sonrió.

-no es tu obligación saberlo, pero, para eso estoy yo- ella acomoda a Teddy en su regazo y esta plácidamente durmiendo. Un hombre de unos 50 años, más tirado para los 60 entra en la habitación. Al ver a mi hijo, sonríe y nos saluda cortésmente.

-buenos días. Perdón por la demora, pero estaba supervisando a un nuevo trabajador. El señor Trevelyan me llamo para decirme que iban a venir dos personas para hablar conmigo. No me específico para que era, pero aquí me tienen. ¿En que los puedo ayudar?- dice mientras toma asiento delante de nosotros.

-queremos ver si existe alguna información sobre un testamento. Hay una propiedad que queremos remodelar pero, queremos hacerlo bajo todas la leyes- digo tranquilamente. Ana está nerviosa, lo sé porque ha estado jugando con la mano de Teddy todo este rato y porque esta mordiendo su labio inferior.

-claro. Necesito el número de la casa- le entrego los papeles que pude conseguir e ingresa algo en el computador.

-la casa pertenecía al señor John Adams. El titulo tiene como anexo un testamento. Como solo tuvieron una hija de nombre, Carla Adams, el señor Adams, dejo repartida su herencia. En la cual se estipula que le deja a su hija una suma de 600.000 dólares que serán entregados en un periodo de 10 años, en cuotas de 5.000 dólares mensuales. Además, de los intereses generados, el cien por ciento de ellos, va a una cuenta de ahorro para el primer nieto y solo se hará uso para los estudios del bebé cuando este cumpla los 18 años de edad. Tal dinero se encuentra en el Bank of América Financial Center. Además, la casa que se encuentra en Portland queda de herencia para dicho nieto o nietos. Si no hubieran nietos, todo el capital recaudado mas la casa, serán donadas a una casa hogar en dicha cuidad- el hombre termina de leer y Ana esta con la boca abierta.

-¿Mi abuelo le dejo a mi madre más de medio millón de dólares?- pregunta Ana. Yo estoy igual de sorprendido.

-si. El señor Adams la dejo protegida por 10 años para que ella pudiera hacer algo con su vida. Por su parte, la herencia que le corresponde como nieta del Señor Adams no se puede transferir. Hay una clausula en el testamento que dice que usted puede vender la casa o hacer lo que quiera con ella, menos ceder los derechos. No comprendo el por qué pero, supongo que su abuelo estaba buscando la estabilidad de los nietos. A veces lo padres tienen un sexto sentido e intentan proteger a la siguiente generación- dice y asiento con la cabeza.

Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYAWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu