Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYA

Capitulo 59: Celos de padre

POV ANASTASIA

-ya no entiendo nada. Todos estábamos pensando que era Grace y ahora nos dicen que es mi madre. Ojalá pudiera meterme en su mente y saber qué es lo que estaba pensando. Ahora me siento culpable, es mi madre la que está haciendo las cosas mal- digo. Cristian está sentado en la cama jugando con Teddy y sus diminutos pies.

-nena, nuestros padres son especiales. Los tuyos son más como, interesados y más. Pero mi madre, es dañina- dice Cristian.

-no los defiendas. Si mi madre está entrando en esta casa es por una simple razón. Ellos quieren dinero y lo van a encontrar de una forma limpia o pasándose las leyes por donde mejor le quepan. Solo me da miedo que puedan causar algún problema que no tenga solución. Sé que dije que no quería saber nada de ellos, pero al saber que mi madre está buscando algo, me dice que mi padre está en problemas. Es como si mi sexto sentido me dijera que lo están pasando realmente mal- digo y el levanta una ceja.

-¿Estás pensando en ayudarlos? Después de todo lo que ha pasado, eso sería una estupidez- dice y sé que está enojado.

-ya lo sé y no, no los quiero ayudar. Es solo que quiero estar preparada para lo que estén pensando hacer. No quiero que le hagan daño a Teddy y por lo visto, eso es lo que quieren- digo y el suspira.

-puedo mandar a investigarlos para saber qué es lo que está pasando con ellos. Pero, no te va a meter en esto. Esta guerra es entre ellos y yo. Desde que Teddy llego a este mundo, no dejare que anda ni nadie le haga daño. También, voy a mandar a investigar a mi madre. Si ella no fue, algo está tramando. No es normal que este tanto tiempo sin hacer ninguna de sus maldades- dice y luego se ríe por algo que hizo Teddy. Busco una muda de ropa y un cambio de pañal. Hay que dejarlo listo para dormir y está acostumbrado a ropa limpia, pañal limpio y cualquier brazo le sirve.

-lo sé y confió en ti. Dejando este tema de lado, toma. Te toca cambiarlo mientras me baño- digo. El frunce el ceño. Me mira, luego a Teddy y después a mí.

-¿Yo solito?- dice haciendo un puchero.

-si. Tu solito. No es difícil. Te gusta jugar con sus pies, distráelo de la misma manera, le gusta que le hablen- digo. Toma las cosas que le paso y las observa.

-¿Dónde están los calcetines? No quiero que se enferme-

-en el primer cajón de su cómoda, están todos los calcetines. Saca un par de ellos. Tiene tanta ropa que no sé qué vamos a hacer con ella después de cumpla el año. La abuela se esperó en tejerle cosas y yo por su lado le tejí otras. Creo que debemos guardar algunas para el bebé de Kate. Ahora no importa el color que les pongan a los niños. No hay que generalizar- digo y el asiente.

-¿No te quedaras a observar?- sonrió.

-Cristian haces miles de dólares al mes y trabajas con gente que realmente me da miedo. Seguro que puedes con Teddy. Tiene tú mismo genio y tus mismos gustos, así que se entenderá muy bien- digo. El hace una mueca.

-sí, tenemos los mismos gustos, empezando por el par de tetas que tienes. ¿Cuándo me dejaras jugar con ellas?- me sonrojo por su comentario.

-eres terrible y sabes que estos pechos están de este tamaño porque son la comida de Teddy, así que le pertenecen a él y si te deja compartir, podrías jugar con ellas. Últimamente las ciento más pesadas. Aunque últimamente están produciendo más de lo común, ya que, ese pequeño glotón, cada día come más- digo mientras comienzo a sacar mi vestido, pero, no puedo. Tiene un cierre en la parte trasera y no lo alcanzo.

-déjame ayudarte y luego cambio a Teddy. Noto que estas un poco cansada, pero, debo decirte que la comida estuvo excelente. Todos comimos demasiado- dice y sonrió. El contacto de su piel con mi piel que acaba de quedar expuesta, es indescriptible. Hace que la piel se me erice completamente y suspire pesadamente.