Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYA

Capitulo 14: Primeras horas

POV ANASTASIA

-bebe, cualquier cosa que pase me dices y lo solucionamos. Me llamas a cualquier hora, no me importa donde este, simplemente llámame- sonrió viendo a un Cristian caminando como si estuviera enjaulado. Va de un lado para el otro y tirando su cabello.

-deja de hacer eso o terminaras calvo- digo sacando su mano del cabello.

-estoy nervioso. Estarás todo el día en un lugar que no conoces y no me gusta esa sensación. Eres hermosa y cualquier sanguijuela querré meterse en tus bragas. Voy a morir Ana, te juro que voy a morir por culpa de la espera- dice mientras camina a la cocina. Busca algo en la nevera.

-Cristian es mi primer día. No sé qué a que le tienes miedo pero estaré bien. Cualquier cosa te llamare pero sabes cómo es el primer día. Lo viviste con Elliot. Ahora no me pongas nerviosa que quiero estar tranquila- digo caminando a su lado. Son apenas las 7 de la mañana pero Cristian me tiene despierta desde las 6. Estaba muy inquieto.

-joder, sí que lo sé. Vas a ser la carne fresca para unos hambrientos de mierda. Bebe, por favor, dime que llevaras un vestido hasta los tobillos y nada que haga que tus curvas se vean de esa manera asesina que tienes- dice y sonrío.

-no tengo de esos vestidos. Iré con el vestido negro tejido con las botas largas y la chaqueta- digo sin importancia.

-¿Qué vestido y que botas? Muy bien, voy a esperar a que te vista para irme. Así sabré que no serás una tentación para los hombres- dice seriamente.

-vete. Tienes una reunión a las 8 de la mañana y tienes que ir tomado de desayuno. Te preparare algo para que no te desmayes en el camino- digo mientras saco algunas cosas de los muebles.

-Ana. Cámbiate, no me iré hasta que no lo hagas- dice y le frunzo el ceño.

-me tengo que duchar y hacer otras cosas. No me estoy vistiendo aun, así que deja la rabieta y siéntate para que comas algo antes que te vayas- digo. Tomo tres huevos, dos láminas de jamón, un poco de aceite y sal y los hago a fuego lento. Mientras se fríen, corto unas cuantas frutillas, una pera y una manzana. El me mira atentamente y cuando se da cuenta que no voy a hacer su petición se sienta de mala gana. Es tan infantil cuando quiere.

-no me estoy yendo hasta que este vestida- dice mientras bebe un poco del jugo que prepare anoche.

-entonces espera sentado y tranquilo- Me doy vuelta y sigo cocinando. Escucho que suspira y sonrió para mis adentros. Llevar una de sus camisas y una simple tanga de color blanco, es más que una simple tentación. Conociéndolo sé que quiere más.

-¿Cuál es tu primera clase?- dice mientras le dejo el plato con los huevos y el pocillo con fruta.

-creo que es administración. Lo básico pero no estoy segura, ya que me van a entregar el horario cuando llegue. Solo me dijeron que tenía que estar en la sala E-12. Que está en el segundo piso del edificio de administración- digo mientras llevo un poco de huevo a mi boca.

-supongo que no te puedo llevar- dice pensativo.

-tienes una reunión muy importante, así que no. Otro día me llevaras- digo sentándome a su lado. Cruzo las piernas y la camisa se sube un poco. En traga duro y me frunce el ceño.

-estás haciendo que me cuesta salir de la casa, Ana. Esas piernas paladas pero largas me están matando. No me podría concentrar, viéndote así- dice y deja el vaso que tenía en la mano a un lado.

-hagamos un trato- digo y me levanto para conseguir un poco más de fruta.

-¿Qué trato?- dice y sonrió.