Capitulo 11: Bautizando

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POV ANASTASIA

-nena, lo siento pero me tengo que ir. Me acaban de llamar y tengo que ver un asunto de suma importancia con el terreno. Mi abuelo también estará esperándome- dice Cristian mientras deja los tarros de pintura a un lado.

-está bien. Lo entiendo. Como vas a estar afuera, limpiare los pisos y tratare de quitar las manchas del piso. ¿Crees que podremos poner cerámica en la casa?- digo un poco insegura.

-claro, ¿Por qué lo preguntas? Este departamento es nuestro y podemos hacer lo que queramos con él. Te dije que estaba un poco dejado de lado pero con amor y mucha pero mucha paciencia quedara en perfectas condiciones- dice sonriendo.

-es ese caso, voy a medir los cuartos para comprar las cosas. ¿Crees que Elliot podrá mandar a alguien para que nos ayude? No tengo ni idea de cómo se ponen- digo emocionada.

-hablare con él en la tarde. Así que, me tengo que ir. Odio dejarte con esto pero sabes que esto es importante-

-lo sé. Ahora eres un empresario y tienes muchas responsabilidades. Anda, vete. Que tengo mucho que hacer- digo mientras lo empujo hasta la puerta.

Antes que salga me toma entre sus brazos y me besa. Joder. Quedo empapada en cosa de segundos y cuando aprieta mi trasero me caliento más. Un jadeo se escapa de mis labios y el sonríe.

-nos vemos más tarde, mi niña bonita- besa mi nariz y se va. Me afirmo en la muralla o juro que termino de rodillas en el suelo.

Después de unos minutos, me levanto y busca una huincha para medir. Así podré saber cuántos metros de cerámica necesitamos para dejar el piso bonito.

Tomo el computador de Cristian y busco el mejor material para el piso de la habitación. Me doy cuenta que siempre camino por la casa a pies pelado y creo que Cristian se volverá loco cuando se dé cuenta de eso. Así que me decido por piso flotante para los cuartos y los demás con cerámica. El presupuesto se nos dispara pero es mejor prevenir.

Trabajo lo más que puedo y término calculando todo lo que necesitamos. Me dolió la barriga al saber que necesitábamos más de 3.000 dólares para materiales. Quizás eso lo deberíamos dejar para más adelante.

Veo la hora y me sorprendo ver que son las 4 de la tarde. Tengo hambre así que decido por comer unas cuantas galletas pero cuando lo voy a hacer la puerta suena.

Las cosas llegaron. Después de dos horas las cosas están en la casa y me barriga gruñe de hambre. Dudo mucho que unas simples galletas me ayuden con el hambre. Intentaría cocinar pero no hay nada en la casa.

Así que decido tomar un poco de agua y comer las galletas. Busco una manta porque está comenzando a hacer frio y me acurruco en el nuevo sofá.

Un beso. Siento un beso en mi frente y luego en mis labios. Frunzo el ceño y me quejo, aunque aún no despierto del todo. Otro beso llega y siento algo más. Una mano en mi trasero me hace despertar de golpe.

-hola, pequeña- dice Cristian. Esta acostado a mi lado. Estaba acurrucada en su cuerpo, por eso estaba tan calentita.

-hola, ¿cuándo llegaste?- digo mientras me estiro.

-hace poco. Me sorprendí al ver todos los muebles. Había llamado para que los vinieran a dejar más tarde, para ver si alcanzaba a llegar pero se me adelantaron. ¿Cómo estuvo?- dice mientras acaricia mi espalda.

-divertido pero agotador. También trabaje en el presupuesto del piso y creo que es mejor dejarlo para más adelante. Solo en materiales son más de 2.000 dólares y eso que falta la mano de obra- digo un poco desanimada.

Resiste: Nuestro amor es para siempre, CYAWhere stories live. Discover now