Mundos Paralelos 4: "Cristales Rotos" (LGBT)

Capitulo 23

Aiden

-¡Ya volví!-Dije,cerrando la puerta de casa.

Mamá salió de la cocina y se acercó a mí para tomar las bolsas que tenía entre mis manos. Sólo rogaba no haberme olvidado de nada entre el apuro de volver a casa.

-¿Había mucha gente?-Preguntó mamá, al mismo tiempo que yo tomaba asiento sobre uno de los banquitos de la mesada en el centro de la cocina.

-No,pero fui al cementerio antes de comprar las cosas -

-¿Fuiste a ver a Kendal?-

-Sip,hacía tiempo no lo visitaba. Ya era momento de volver -

-Si -Hizo una pausa -Y...¿Amery?-

Tragué saliva,vacilando acerca de mi respuesta. Yo sabía que tarde o temprano ella querría saber que había ocurrido el día de ayer. Pero... en realidad, no tenía ganas de contarle.

-Sé que las cosas no están bien entre ustedes dos -Agregó.

-Si...ayer nos peleamos -

-Lo sé -

-Pero no quiero preocuparte por nada. Supongo...que el tiempo hará que las cosas se calmen -

-Espero que sea así. Todo saldrá bien... quédate tranquilo y cuenta conmigo para lo que desees -

-Lo sé -Sonreí -Eres mi madre -

La mujer de cabello color castaño soltó una risita por lo bajo,al mismo tiempo que continuaba con sus asuntos y yo me levantaba para salir al patio. Abrí la puerta trasera y ví,no muy lejos,a Gael podando las hojas de un árbol y a mi hermana jugando sobre el césped recién cortado con algunas de sus muñecas.

Todos estaban haciendo algo para distraer sus pensamientos,mientras que yo olvidaba por completo mis estudios y me sumía en mis problemas. Maldita sea,tenía que ponerme a trabajar de una vez. Me iría mal sino.

Volví a entrar a casa,atravesé la cocina,la sala y luego subí las escaleras en dirección a mi habitación donde me encerré.

Desplegué las ventanas para dejar la luz del día entrar,tomé mis libros y me senté sobre el escritorio, disponiendo mi cabeza a leer algunas de las cosas que nos habían dado en clase y que ya debía comenzar a incorporar si quería progresar.

Cerebro...concéntrate por favor.
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Lavé el último plato que habíamos ocupado para almorzar y lo acomodé en la pila de los demás que ya estaban limpios.

Le eché una mirada al reloj que permanecía sobre el marco de la entrada a la cocina y ví que eran cerca de las cuatro de la tarde. Típico de los domingos acabar todo a esta hora.

-Lástima que se nubló -Dije,hablando con la nada misma pues nadie se encontraba a mi alrededor.

Suspiré,secando al mismo tiempo mis manos para luego abandonar por completo la habitación e ir en dirección a la sala.

Las luces estaban apagadas y la que entraba por el ventanal de la sala,le daba al cuarto una luz un tanto oscura debido a la escasez de sol. Cosa que no me disgustaba para nada. Era... relajante.

Me arrojé sobre el sillón y tomé mi celular para perder un poco el tiempo y que las horas pasaran así más rápido. Pero justo cuando estaba por leer una noticia que captó mi atención, el timbre de casa sonó y pegué un salto,pues me había agarrado desprevenido.

Suspiré,tomando un leve impulso para levantarme, y avancé hasta la puerta principal de casa con pereza. Pensé que quizás sería Hass,por lo que mi corazón se aceleró y una sonrisa se dibujó sobre mis labios. Pero al momento en el que tiré del picaporte y ví de quien se trataba,mi sangre se congeló.