Mundos Paralelos 4: "Cristales Rotos" (LGBT)

Capítulo 97 (Final)

Los ojitos de color azul de aquel chico que me había robado el corazón, se cristalizaron y se abrieron como dos platos al momento en el que me vieron delante de la puerta.

Y ni siquiera fui capaz de reaccionar cuando su cuerpo se abalanzó sobre mi, provocando que mis piernas perdieran su estabilidad y que ambos cayeramos sobre la fría nieve que cubría gran parte de la entrada a la casa.

Sonreí, antes de pasar mis brazos por su espalda para abrazarlo con todas mis fuerzas, sin darle la mas mínima importancia al frío que hacía o a que estábamos en el suelo siquiera. Solo a el, a ninguna otra cosa.

-Gracias, en serio...-Sollozó -G-gracias por q-quedarte conmigo...-

-No lo digas cómo si te hiciera un favor -Susurré -Me di cuenta que mi vida está aquí, a tu lado -

Su cabeza se apartó de mi pecho y se levantó lo suficiente como para que nuestros rostros se vieran, permitiéndome apreciar el rojo de sus mejillas y las mil y un lágrimas  que bajaban rápidamente por sus mejillas.

-Te amo, Aiden -Le dije, al mismo tiempo que apartaba el cabello de su rostros, para luego tomarlo entre mis manos y unir sus labios con los míos en aquel beso que tanto habiamos ansiado.

Fue una unión llena de pasión, de felicidad y, principalmente, de amor. El amor puro que ambos nos teníamos el uno al otro. Aquel que había superado todos y cada uno de los obstáculos que la vida nos puso para permitirnos estar así hoy día.

Era el amor verdadero del que nunca creí que fuera posible. Hoy, podía decir con seguridad que existía.

Mis ojos se levantaron lentamente, pasados algunos minutos. Nos separamos con enormes sonrisas sobre nuestros labios y no pude evitar acariciar su carita con mis pulgares, secando así también algunas de sus lágrimas.

-¿Estás listo para nuestra nueva vida?- Pregunté.

-Hay una frase que aprendí bien de ti. "No deberías preguntar algo que ya sabes"-

Reí.

-Hiciste bien en memorizarla -Hice una pausa -Te prometo que no volveré a dejarte. Nunca -

-Y yo te hago la promesa de que no volverás a sufrir a mi lado -

-Cuida siempre de mi, Aiden -

El rubio me deslumbró con la sonrisa que se formó sobre los labios y, una vez más, nos abrazamos, siendo capaces de sentir la calidez del otro, aquella que nos hacía olvidar del frío y de todo mal en el mundo.

Hoy, le daba la bienvenida a una nueva vida junto a Aiden. Una que no dejaría que se escapara tan fácilmente pues era mi mayor tesoro.

Ya quería ver que nos deparará el futuro ahora que hemos tomado una decisión más que importante.
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6 meses después...

Salí del predio de la Universidad, no sin antes despedirme de algunos compañeros.

Estaba alegre, pues se venía  un fin de semana largo y al fin podría tomarme un poquito de descanso del ritmo acelerado en el que me mantuve este tiempo por reintegrarme en las clases después de mi accidente. Gracias al director no perdí el año. Aún me sorprendía eso ya que, su hijo era la ex pareja de Aiden.

Lo sabía porque me lo habían contado y también fui capaz de verlo rondando por los distintos pasillos de la Uni. Me daban escalofríos cuando me saludaba como si nada. Pero me sentía algo felíz por el y porque no guardó rencores hacia mi. Parecía estar saliendo un un chico de su misma edad y se los veía muy felices cuando venían a visitar al director. Al menos pudo seguir su vida y no se ató al pasado.