Mundos Paralelos 4: "Cristales Rotos" (LGBT)

Capítulo 72

-¿¡Qué!? -

Me puse de pie inmediatamente y ni siquiera lo pensé cuando pasé rápidamente junto a Andy para avanzar hacia el pasillo.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que mis tíos se habían cruzado con mi padre y hoy, no era un buen momento, más aún con todo lo que había pasado y con los sentimientos que papá aún tenía dentro suyo.

Salí al pasillo con mi respiración agitada y ví que Ivan se estaba enfrentando a él. Ambos estaban con sus rostros casi pegados y la mirada de mi tío, junto con sus palabras, parecían querer destruir a papá.

Caminé hasta ellos e interpuse mis manos en un intento por detenerlos, aunque ninguno de los dos me miró, tan sólo seguían diciéndose cosas o amenazandose.

-¡Paren ya! -Dije, tratando de no llamar la atención de nadie -¡Recuerden donde están, por el amor de Dios! Actúen como los adultos civilizados que son y dejen de lado todas sus diferencias, al menos aquí. Cuando estén fuera, pueden matarse en paz-

Podía ver los pechos agitados de ambos y también sentía la presencia de Andy detrás de mí. Entonces, Ivan fue quien aflojó su agarre y, por fin, soltó a Bastian.

-Tienes razón. Perdóname, Aiden -Se disculpo mi tío mayor, a lo que asentí y luego miré a papá.

-Tu y yo, debemos hablar -Le dije con tono de enfado -Vayan con Amery, yo volveré en un rato -

-De acuerdo -

La mano de Ivan sacudió cariñosamente mi melena y pasó junto a mi, dejándome así sólo con Bastian, quien parecía bastante nervioso por mi fija mirada puesta sobre su cuerpo.

Cuando la puerta del cuarto de Amery se cerró, me moví un poco más lejos de papá. Estábamos demasiado cerca y no tenía ganas de ver su expresión desde aquel ángulo.

-Te maldigo por venir aquí -Fue lo primero que dije -¿Fue mamá quien te lo dijo?-

-S-si...fue ella -Hizo una pausa -Veo que no sabe...lo de tu ojo -

-No, no lo sabe. ¿Piensas que no hubiera hecho nada si lo sabía?- No soltó ni una sola palabra -Ella sería capaz de matarte, Bastian. Te hubiera enterrado muy profundo si se enteraba. Y sólo porque aún te tengo amor, porque eres mi padre, le mentí. Aunque tampoco me creyó -

-Aiden...-

-No digas que lo sientes -Interrumpí -Porque se muy bien que lo haces. Que ese día no estabas del todo lucido. Pero eso no quita que siga enfadado, papá. ¿No ves lo que te estás haciendo? O aún peor, ¿no te importa lo que me hagas a mi? ¡Soy tu hijo! -

-Lo sé, Aiden. Lo sé y no sabes cuánto me duele no ser capaz de hacer nada por mi mismo. Siempre caigo una y otra vez. ¡No puedo con esto!-

-Sé que no puedes y yo traté de ayudarte muchas veces. Pero no voy a sacarte en cara eso, lo que voy a hacer ahora, es agradecer porque al fin te das cuenta de que no estás bien. Necesitas hacer algo -

-Pero...¿qué cosa?-

-Deberás tomar terapia y recurrir al tratamiento médico. Ambos van a ayudar -

-¿Y si caigo una vez más?-

-Papá...-Puse una mano en su hombro, captando su atención -Soy tu hijo y pase lo que pase, siempre voy a estar a tu lado para que te levantes cuando caigas -

Los ojos de mi padre, aquellos que por fuera se veían como los de un adulto dispuesto a enfrentar lo que sea, pero que por dentro tan sólo escondían dolor y desesperación, estaban llenos de lágrimas de arrepentimiento y emoción por las palabras que le había dicho, provocando que ellas cayeran por sus mejillas.