Capítulo 38

14 2 7
                                    

Amery

Fue un tanto difícil salir de casa y armarme de valor para avanzar por aquellas frías calles,que habían recibido a la noche, en dirección a la del chico de cabellos como el sol.

Mis manos temblaban dentro de los bolsillos pero no por el frío, sino por culpa de todos esos sentimientos que me ponían más que nervioso por culpa de la situación en la que me encontraba.

No paraba de pensar una y otra vez en que era lo que debería decirle, incluso aunque sabía que al fin y al cabo, me olvidaría de cada palabra y terminaría por llorar frente a él. Estaba listo. No me importaba que me viera así, ya había colapsado y no soportaba mucho más el guardarme tantas palabras para mi solo.

En una parte determinada, tuve que detenerme, tragué una mínima cantidad de saliva y una gota de sudor frío recorrió toda mi espalda al momento en el que mis ojos se cruzaron con las luces de aquel sitio que tan bien conocía.

Con el nerviosismo corriendo por mi sangre, me ví obligado a decirles a mis pies que se movieran en dirección a la entrada, e hice uso de toda mi fuerza de voluntad para tocar aquel timbre.

Oí los pasos de un par de tacones avanzar por la madera del suelo, seguido de la apertura de la puerta que tenía frente a mi. Aquella mujer de cabellos color avellana que me atendió, amplió sus labios en una sonrisa y me recibió con un abrazo como siempre desde que me conocía.

-Cariño, ¿qué te trae por aquí? Ven, pasa -

Ingresé dentro de la cálida construcción, sin ser capaz de decir nada, y caminé unos pocos centímetros más dentro, antes de girar.

-Tía, ¿e-está Aiden?-Pregunté.

-Claro -Sonrió aún mas -Está arriba. No bajó en todo el día según Gael, yo acabo de llegar y no quiero molestarlo. Al parecer duerme. Vé con el -

Le sonreí, pero en realidad había una máscara que cubría mi rostro en este instante, pues no me hacía gracia el hecho de que el se encontrara mal o algo similar. Me hacía sentir horrible el saber que estaba triste y que yo había sido el causante de ello, por lo que no dudé ni dos segundos en subir aquellos escalones lo más rápido que mis piernas podían.

Pensé que quizás costaría un poco hablar con él si estaba dormido y supuse que debería despertarlo, pero al momento en el que oí murmullos desde su cuarto, caí en cuenta de que no estaba descansando como creía.

Mi cabeza dictó órdenes de detenerme y mi corazón,por alguna razón, también lo hizo. Pero mi conciencia y mi curiosidad, fueron las que me impulsaron a pegarme a la puerta con todo el sigilo posible en busca de comprobar si era como creía o si mi imaginación sólo estaba molestándome.

-Yo...no sé cómo comenzar -Lo escuché decir.

-Tómate todo el tiempo que necesites - Oí a alguien más. La voz de otro chico.

Un silencio inquietante se mantuvo algunos segundos en el aire, mientras que me agachaba en el suelo para no tener que estar allí parado como un imbécil.

-Hace...cuatro años atrás...estaba al borde de la depresión. Una tan grave que hasta pensé en suicidarme antes que caer en algo así...-

Mis ojos se abrieron de par en par al momento de que mis oídos recibieron esa información y una enorme carga de culpa se depositó en mi pecho al imaginarme que yo había sido el causante de ello.

-Pero...no lo hice porque...¿lo recuerdas? Aquello que hiciste por mi-

-S-si...como olvidarlo -Respondió el otro.

-Pensar que iba a tirarme a las vías de ese metro...pero ahí estuviste para rescatarme sin siquiera saber quien era-

Tapé mis labios a medida que las lágrimas se acumulaban en mis ojos y amenazaban con salir con cada segundo que transcurría. Las palabras  que la boca del rubio soltaban, no podían ser procesadas en mi cabeza. Me negaba a creerlo.

-Pensar que luego de eso nos volvimos a encontrar en la secundaria. Y desde ese momento...sentí como si fueras mi salvación. Aquel que cuidaría de mi a partir de ese instante -Hizo una breve pausa -Y fue así. Me pretegiste y aconsejaste de la mejor forma que podías. Estuviste a mi lado y oíste cada uno de mis problemas sin soltar una sola queja jamás. Hass...tu me hiciste conocer un mundo nuevo, uno que casi abandoné por una crisis y...es por eso que tomé una decisión acerca de tu pregunta. Y sé que jamás podría arrepentirme... -

Fue como si mi cabeza deduciera de lo que estaban hablando, como si en el fondo supiera a que se refería, y se sintió peor que mil apuñaladas. Dolió saber que por culpa de un malentendido, Aiden había tomado una decisión tan importante como esa.

Mi corazón, con cada segundo, se iba rompiendo un poco más, provocando una molestia horrorosa en mi pecho que me obligó a sentarme en el suelo con mi cabeza pegada a la puerta de madera y mis ojos cubiertos de lágrimas que no podían esperar mucho más para descender.

Y fue allí cuando el silencio se volvió sonido y fueron...unas cortas palabras, casi inaudibles, que bastaron para hacer eco una y otra vez dentro de mi cabeza.

-Yo...si quiero salir contigo como tu pareja -

Mordí mi labio y presioné mis manos con fuerza para no escuchar a mis impulsos que me gritaban que entrara para detener esto.

Quería destruirlo todo, preguntarle a Aiden porque había decidido algo así y pedirle al otro chico que se fuera para no volver. Pero aquí me encontraba, sentado en el suelo con miles de lágrimas cayendo por mis mejillas. Ya no había vuelta atrás.

Llevé una de mis manos a mi frente y toda mi expresión se frunció debido a la angustia que sentía en ese momento, causando que involuntariamente soltara un sollozo cargado de dolor que resonó por todo el pasillo.

-¿Oíste eso?-Dijo aquella voz que desconocía.

Mis párpados se levantaron tan rápido como mis piernas al oír pasos en dirección a la puerta, obligandome a ocultarme dentro del baño que permanecía lo suficientemente oscuro como para que no me vieran.

La entrada a la habitación de Aiden se abrió y mis ojos, a pesar de estar nublados, lograron divisar a un chico no más alto que yo, de cabellera rojiza y una expresión...fría, de alguna forma, sobre su rostro.

Al no notar nada, volvió a ingresar dentro del cuarto luego de cerrar la puerta con suma lentitud.

Fruncí mis labios y aproveché el momento para irme de allí. No quería seguir estando en este sitio. Me sentía ahogado.

Necesitaba...distraerme. Deseaba olvidar lo oído. Borrar todo aquello que me causaba dolor y tan sólo... disfrutar de una velada imaginando que nunca conocí a aquel chico que le dió orígen a mi mundo y que, hoy día, terminó por destruirlo.

*****************************************************

Dios, estoy llorando se los juro. Fue un capítulo lleno de emociones para mi cuerpo.

En el pudimos apreciar un poco del pasado luego de la pelea de nuestros niños y descubrimos que Aiden no la pasó tan bien como parecía. Ninguno de ellos lo hizo desde que se separaron.

Pobre Amery, quedó destruído con la decisión que Aiden tomó. ¿Que creen que hará ante esto? ¿Como continuara la relación de ambos ahora que las cosas tomaran otro camino?. Dios, hay demasiado por escribir y mucha historia que subir todavía. Espero se queden para leerlo conmigo.

Jesusito, se me caen los mocos jajajaj. Perdón, no tendría que haber dicho eso. Es que los amo tanto jajaja.

En fin, me voy a llorar a otro lado. Los adoro con todo mi corazón y espero que nos leamos en la próxima!!! 💓💓💕💓💕





Mundos Paralelos 4: "Cristales Rotos" (LGBT)Where stories live. Discover now