Capítulo 49

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Amery se había quedado profundamente dormido, por lo que aproveché para salir de la cama e ir a la primera planta de la casa. Tenía cosas que hacer allí.

Mis ojos observaron por segunda vez el desorden que había en el sitio, obligandome a soltar un suspiro de cansancio. Eran como las doce de la noche, pero iba a limpiar un poco.

Busqué una bolsa de basura en la cocina y volví a la sala, comenzando así a juntar todas aquellas botellas y vidrios de gran tamaño que yacían esparcidos por todas partes, dejándote vulnerable a cortarte con alguno de ellos.

Luego barri, sacudí los almohadones del sillón y puse varias cosas en el cuarto de lavado, hasta que la casa quedó medianamente limpia. O al menos lo suficiente como para ocultar todo aquello que demostraba cuán dolido estaba Amery.

Solté un gemido de cansancio y miré el reloj de la pared, que yacía sobre aquella marca extraña en ella, el cual marcaba que eran casi las dos de la madrugada.

-Parece como si hubiera tardado dos segundos -Me dije a mi mismo.

Solté un poco del aire de mis pulmones y apagué todas las luces de la planta baja, le puse seguro a la puerta y subí nuevamente.

Estaba cansado, pero dudaba que mi cabeza me dejara pegar los ojos. Tenía demasiadas cosas en las que pensar, aunque muy poca energía para ello.

Al entrar al cuarto de Amery, volví a recostarme a su lado mientras miraba al oscuro techo de manera fija. Habían muchas cosas que me inquietaban y me hacían sentir un nudo en la garganta, cosas a las que debía encontrarle una rápida solución.

Pero el hecho de que Christian hubiera vuelto, me hacía sentir muy inseguro. El solo pensar que ahora estará más cerca de mi, me hacía querer cortar cualquier lazo con aquella familia. Más aún sabiendo que también había vuelto Amery.

Si ellos llegaran a cruzarse, todo se desmoronaría y Hass se enteraría de mi pasado. Ese que tanto quiero ocultar por el dolor que me causó. Aunque era lo que menos me preocupaba.

Mi mayor terror, era que Christian, quien fue capaz de asesinar a mi mejor amigo y trató de hacerlo con Amery, no dudaba que lo intentara una vez más con cualquier otra persona de mi entorno.

Mi rostro se frunció y mis ojos se cristalizaron. Estaba tan asustado que podría huir a cualquier lado sin importarme nada. Pero también estaba el problema de papá y ahora, el del castaño.

Giré mi cabeza levemente hacia la izquierda y mis ojos vieron la sombra del cuerpo de aquel chico que tan frágil se había vuelto por mi culpa.

Mordí mi labio inferior y me acerqué a el para abrazarlo por detrás. Era la única persona que podía protegerme, pero ahora se invertían los roles y el necesitaba ser protegido. Y yo, iba a hacer todo lo posible para que se recuperara.

"Estarás bien. Pase lo que pase, no dejaré que caigas" pensé, antes de cerrar mis ojos para, por fin, poder descansar.
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Levanté mis párpados y sentí como si tuviera algo frente a mi rostro, algo que me impedía tener frío y me hacía no querer levantarme nunca. Pero ya había abierto mis ojos y no podría volver a dormir. Entonces, traté de moverme un poco, cayendo en cuenta que Amery me tenía abrazado en su pecho.

Una sonrisa involuntaria se dibujó sobre mis labios y levanté así un poco mi cabeza, viendo como el chico de cabellos castaños dormía profundamente. Debía estar agotado.

Comencé a mover mi cuerpo con lentitud, apartando así sus brazos con delicadeza en busca de salir, pero sin despertarlo. Se lo veía bastante relajado, así que la mejor idea sería dejarlo dormir hasta que despertara por su cuenta.

Tras zafarme de su agarre, me puse de pie y noté que aún llevaba la misma ropa de la noche anterior. Tal vez debería ir hasta casa a buscar una muda, pero eso me daba una sensación poco satisfactoria. Me hacía sentir terror el hecho de dejarlo solo. No me quedarían mas opciones que aguantar un poco.

Suspiré, antes de levantarme de la cama e ir en dirección al cuarto de baño, donde me lavé el rostro con agua fría para despabilarme, aún me encontraba bastante dormilado.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo por el frío y tras haberse pasado, salí del baño dispuesto a bajar para preparar café. Pero un sonido proveniente de la habitación de Amery, me hizo frenar en seco.

-¿A-Aiden?- Lo oí murmurar con voz ronca.

Ni siquiera dudé en entrar al cuarto para encontrarme con él, quien estaba tratando de acostumbrarse a la claridad que ingresaba por la ventana.

-Estoy aquí -Dije, tomando asiento a un lado de su cuerpo en la cama -¿Cómo te encuentras?-

-Mi cabeza...duele- Respondió, llevando sus dos manos a su rostro.

-Me lo imagino...bebiste mucho, Amery -Dije con notorio dolor en mi voz -¿P-por qué?-

La habitación se quedó en absoluto silencio durante algunos minutos que se volvían infinitos a mi parecer. Él no decía nada, yo tampoco quería hacerlo y aquella tensión en el ambiente, me obligaba a sentir ganas de sacudirlo para que me diera alguna explicación del porque había recurrido al alcohol.

-Porque...-Comenzó a decir por fin -Pensé que era...lo único q-que me sacaría el dolor...-

Sus dientes mordían su labio inferior levemente y mis pensamientos iban de un lado a otro, asumiendo directamente que el dolor que sentía, fue provocado por enterarse que Hass y yo ahora éramos novios. Mas no me quedaría tranquilo hasta confirmarlo.

-¿Q-qué...dolor?-

Vaciló, trago saliva y luego apartó sus manos, mirándome directamente.

-El dolor de saber que la persona que más amas, ahora está en brazos de alguien más -

Sus palabras, se sintieron como mil cuchillos atravesando mi alma.

De alguna forma, la culpa había incrementado y no podía evitar sentirme como una basura por todo lo que estaba ocurriendo.

-Y-yo...-Tartamudeé, buscando algo para decir.

-No, no hace falta que digas nada -Interrumpió -Está bien...que hayas seguido adelante. Sólo...espero que les vaya bien una vez que ya no esté aquí-

-¿Eh?-

Levanté mi cabeza, mirando de esa forma directo a los ojos del castaño en busca de una explicación a sus palabras.

-Aiden...lo mejor...es que v-vuelva a Los A-Angeles...- Soltó con un hilo de voz -Ya he...tomado la decisión -

Mi sangre, estaba totalmente congelada y mi corazón, pareció quebrarse en pequeños pedazos que comenzarían a caer en pocos segundos.

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Al fin actualizo!

Deben estar muriendo tanto como yo. Primero, unas pequeñas escenitas de Aimery (les gusta el nombre del shipp?) y luego, Amery le dice al rubio que lo mejor sería volver a Los Ángeles.

¿Qué piensan de su repentina decisión? ¿Creen que se lleve a cabo? ¿Como se lo tomará Aiden? ¿Qué ocurrirá de ahora en más que todo parece ir por caminos diferentes?.

No tengo la respuesta de ninguna pregunta, quiero morir jajajaja. Cada vez esto se pone mejor, espero que les vaya gustando la trama y el hilo de la historia. A mi en particular, no por ser la escritora, me va encantando.

En fin, son casi las 3 de la mañana, amo actualizar súper tarde jajaja, así que mejor me voy a dormir. Los quiero muuucho y espero que nos leamos en la próxima!!!!

PD: Kazuo esta a 1 capítulo de acabar y luego comenzar su segunda parte. ¿Quieren echarle un vistazo? Esta en mi perfil! Son bienvenidos. 🙆

Mundos Paralelos 4: "Cristales Rotos" (LGBT)Where stories live. Discover now