Capítulo 50

14 3 2
                                    

Hass

Tragué saliva, tratando de calmar un poco mis alterados nervios. La noche no había sido para nada fácil debido a que, tras haber visto a mi hermano llegar a la fiesta, me encerré para no tener que ver a nadie.

Le había gritado a Aiden sin razón y no quería hacerlo con ninguna otra persona que no estuviera involucrada. Aunque tampoco podía quedarme encerrado en mi cuarto el resto del día, debía ir a la Universidad y allí intentaría charlar con el rubio.

Por lo menos pasaría la mañana fuera también. Era un punto para mi. Me ahorraría tener que ver a mi hermano después de tanto tiempo.

No lo entendía, mi cabeza parecía no ser capaz de procesar el hecho de que había regresado después de cuatro malditos años sin dar señales de vida. Y lo peor, yo sabía perfectamente que el no había estado estudiando en otro lugar. Podía tener cara de imbécil, pero ya no era el niño inocente que no comprendía las cosas.

Sabía muy bien que el había huido a otro lado para no ser llevado a la cárcel. Mas no tenía idea de los motivos de que quisieran encerrarlo tras las rejas. Aún así, podía decir con seguridad que se trataba de algo grave, cosa que me hacía enfadarme bastante con papá y mamá por encubrir lo que sea que hubiera hecho.

A veces me gustaría que dejaran de sobreproteger al idiota de Christian y que me prestaran un poco más de atención a mi. Pero al parecer...pedir eso, era algo así como un lujo para mi vida.

Solté un suspiro de frustración mientras pasaba una de mis manos por mi cabellera y tensaba mi mandíbula a tal punto de que dolieran mis encías.

"Juro que voy a averiguar qué es lo que hiciste y te meteré donde debes estar" pensé, al mismo tiempo que buscaba en mi armario la ropa que usaría hoy.

Aiden

-¿Q-que tu...qué?- Logré articular tras haber oído las palabras del castaño.

-Q-quiero volver a Los Ángeles. Es lo mejor para ambos, Aiden -Dijo -Tu podrás seguir tu vida, yo la mía y así... no volveré a acabar como ahora -

Lo miré, comenzando a sentir una desesperación subir por todo mi pecho. No, no podía ser cierto.

-P-pero...pero...-Me moví inquieto -¿¡Por qué!? ¡¡Otra vez vas a dejarme!!-

-¿¡Tú crees que quiero dejarte!? ¡¡Claro que no!! Quiero estar aquí contigo, ¡pero ya no puedo!-

-¿¡Cómo que no puedes!?-

-¡¡Tienes novio, Aiden!! ¡Novio! ¿¡Cómo quieres que me quede aquí viendolos ser felices mientras yo me desmorono!? ¡Ponte en mi lugar!-

-¡Tu eres el que no se pone en mi lugar!- Repliqué con enfado -¿¡Por qué quieres huir!? ¿Acaso no viniste a recuperarme?-

-¡¡Por supuesto que si!! -Chilló -Pero... pero...y-yo...yo ya no puedo más -

Su cuerpo pareció volverse de gelatina, sus ojos se convirtieron en cristales y su expresión demostraba lo mal que se estaba sintiendo por la situación en la que nos encontrábamos. Pero...yo tampoco estaba bien y el...el me hacía creer que sólo quería huir de los problemas en vez de solucionarlos.

-Yo ya no quiero seguir siendo herido -Sollozó -Solo...s-solo quiero ser feliz a tu lado, A-Aiden...-

Miré a sus ojos y ví que las lágrimas caían por sus mejillas, al igual que las mías. Ambos sufríamos, los dos queríamos lo mejor para el otro, pero mi lado egoísta...deseaba que el se quedara aquí, conmigo.

-Entonces...¿p-por...por qué no te quedas?- Pregunté.

-P-porque ya no hay vuelta atrás. Lo nuestro ya no tiene más futuro- Respondió entre sollozos que le volvían dificultosa la capacidad de hablar.

Aquello que dijo, se sintió como si fuera la última gota que rebalzó el vaso. El tenía razón, ya no había vuelta atrás para nosotros. Todo se había acabado desde hacía mucho, sólo que ninguno tenía la suficiente valentía como para asumirlo.

Los dos nos aferrabamos con uñas y dientes a un pasado que no era nada más que eso, algo que ya había ocurrido. No éramos capaces de vivir el presente, ni de proyectar el futuro. Estábamos estancados en un lago de barro que nos hacía imposible el paso a nuevas historias y momentos.

Dolía admitirlo, pero era la realidad. Aunque más que aceptación, mi corazón sentía rabia por el hecho de que el ya se había rendido. Me hacía pensar que, de alguna forma, estaba listo desde hace mucho para dejarme ir. Y ese, no era el Amery que yo conocía.

Mordí mi labio con enfado, antes de secar mis lágrimas con brusquedad y ponerme de pie junto a la cama, captando así la atención del chico.

-Está bien -Dije con dolor y enojo-Lo haremos a tu modo. P-pero si vas a dejarme ahora, no se te ocurra volver a buscarme nunca jamás. Tampoco vuelvas a hablarme. Ésto, lo que sea que había entre nosotros, se acaba aquí y no volverá a ocurrir jamás-

-Aiden...-

-Cállate, no quiero oír nada más de ti. Para mi, ya no eres nada más que un desconocido...sólo así comenzaremos bien -

Lo miré una última y rápida vez, rogando porque cada parte de su cuerpo quedara grabada en mi memoria, antes de girar sobre mi eje y salir de la habitación para bajar las escaleras.

Llegué a la puerta principal, la abrí y abandoné aquella casa a la que ya no volvería nunca jamás de los jamases.

Hoy, tal y como habíamos dicho, se acababa todo y hoy, el enojo y la tristeza hacia Amery volvían a instalarse en mi corazón. Definitivamente, lo odiaba. Deseaba que desapareciera para siempre.

Inhale una gran cantidad de oxígeno y comencé a caminar en dirección a casa, pero aquellas emociones tan dolorosas que se habían instalado en mi pecho, comenzaban a salir de a poco, provocándome una especie de incapacidad para seguir avanzando.

Mis piernas fallaron, mi pulso se aceleró y mis ganas de gritar se hicieron presentes en menos de lo que esperaba, obligandome a aullar desesperadamente sin pensar en quien pudiera oírme. Había colapsado.

Estaba destrozado y no tenía a nadie a quien contarle todo esto que me estaba ocurriendo. Sentía como si fuera a explotar. Como si tan solo la muerte pudiera calmar mis dolores. Como si...aquella necesidad de arrojarme a las vías del tren, hubieran vuelto después de tantos años.

Maldita sea...no podía estar ocurriendome esto. Estaba asustado de mi mismo y del mundo en si otra vez. Necesitaba ayuda. Necesitaba a Kasey o estaba seguro que haría algo de lo que ni siquiera podría arrepentirme.

****************************************************

DIOOOSSS! Las cosas se están saliendo de control!

Hass sospecha de su hermano y se propone a descubrir que ocurrió en el pasado. ¿Piensan que lo logrará o quedara a mitad de camino? En caso de que descubra todo lo que involucra a Christian y a Aiden, ¿como piensan que reaccionaria?.

Y sobre nuestra pareja tan querida...Ay, mi corazón duele. Todo en la vida de ambos parece ir de mal en peor y ahora, parece que su relación se desmoronó por completo.

¿Que les deparará el destino a ambos? ¿Amery abandonará Nueva York? ¿Aiden hará algo con todo esto? ¿Estarán bien los dos al separarse tan repentinamente?. Me dan miedo las respuestas a estas preguntas. Es inquietante, pero la historia aún continúa.

DIOOOSSS, capítulo 50 ya! Y lo mejor, aún nos queda bastante historia. ¿Que tal llegamos a los 100? Lo dudo, pero tal vez ocurra jajajaja.

En fin, ya me voy porque tengo que subir el último capítulo de Kazuo al cual están invitados a leer! Vale mucho la pena.

Sin más que decir, los quiero muuucho y espero leernos en la próxima!!!!

Mundos Paralelos 4: "Cristales Rotos" (LGBT)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu