Capítulo 66

23 4 25
                                    

Dos días después

-Dúchate, busca tus cosas y si quieres, duerme un poco allá -Dijo mamá.

-Ya te dije que sólo me ducharé y buscaré mis cosas para venir aquí. No pienso quedarme en casa -Respondí, antes de guardar mi celular sin carga dentro de mi bolsillo.

-Pero...-

-No insistas, Lisa. Sabes que volverá igual- Rió Ivan.

-¡Claro que si!- Contesté -No voy a irme hasta que haya algún resultado. El otro día tomó mi mano de forma inconsciente, ¡quiero verlo cuando regrese! -

-Bueno entonces -Suspiró mi madre con tono de rendimiento -Ve y traeme lo que te pedí, se lo hubiera pedido a Gael pero ya estan viniendo con Hayley y se me olvidó -

-De acuerdo, nos vemos en un rato -

Giré sobre mis pies y abandoné la habitación del hospital para así avanzar hasta el elevador, donde me metí dentro y seleccione la planta baja. Me mantuve paciente los minutos que tardó en llegar y cuando se detuvo, salí disparado de aquel sitio.

Quería ir a casa, buscar las cosas que necesitaba, y volver lo más rápido posible. Amery había mejorado según el médico y no iba a estar lejos de el por nada del mundo. Aquella acción de unir su mano con la mía me hizo tener fuerzas para continuar a su lado sin importar absolutamente nada. Quería verlo cuando levantara sus párpados. Era lo único que podía pedir después de todo.

Respiré profundo, pasé una de mis manos por mi cabello y empujé la puerta del edificio, siendo recibido por aquella fuerte brisa del casi invierno. Ya quería que comenzara, era mi etapa favorita del año.

Mi cuerpo tembló un poco, pero aún asi mis piernas no se quedaron quietas y comenzaron a moverse rápidamente hasta la parada de buses, donde tuve que aguardar cerca de unos diez minutos.

Cuando el vehículo al que debía subirme llegó, lo abordé y tuve que viajar parado por la cantidad de gente que ya comenzaba a haber. Eran las cinco de la tarde, hora pico. Suspiré, algo cansado e inquieto porque las bocinas tapaban todos los demás sonidos de la ciudad y el bus no podía continuar su camino. Me estaba poniendo bastante nervioso ya que no quería perder más tiempo, pero por suerte sentí como comenzaba a moverse. Me relajé y me mantuve así todo el viaje hasta llegar a mi parada.

Fue algo así como una Odisea descender, pero por suerte salí completo de aquel sitio. Para la vuelta, prefería ir caminando hasta el hospital antes que volver a sentir esos asquerosos e inquietantes nervios.

Tragué saliva, miré a ambos lados como por acto reflejo y crucé la calle. De aquí en más, podía estar algo más tranquilo, pero no iba a dejar de avanzar con la rapidez que lo hacía. No quería estar mucho tiempo fuera del hospital. Y cuando sentía alegría de estar llegando por fin a mi destino, mi pulso se aceleró aún más de lo que ya estaba tras ver cómo Hass se disponía a tocar el timbre de casa, donde no había nadie. Me había olvidado completamente de él.

Mordí mi labio inferior y me quedé quieto, indecizo sobre que hacer. Mas tomé valor y caminé lentamente hasta la entrada de mi casa, viéndolo esperar de espaldas a mi. No podía evitarlo por siempre ni tampoco tenía razones para ello. Era momento de charlar.

Lo oí soltar un suspiro de resignación y entonces giró sobre si, frenando de golpe al verme allí parado. Sus ojos se veían sorprendidos y noté como tragaba saliva, aunque toda su expresión volvió a la normalidad algunos segundos después, sólo que...con algo extraño en ella. Pero no sabría descifrar el qué.

-Hola -Dije.

-Hola...-

Avancé hasta la puerta de mi casa, sintiendo algo de tensión en el ambiente, introduje las llaves y le indiqué a Hassan que entrara conmigo.

Mundos Paralelos 4: "Cristales Rotos" (LGBT)Where stories live. Discover now