Mundos Paralelos 4: "Cristales Rotos" (LGBT)

Capitulo 62

"Amery...Amery...". Cerré mis ojos con más fuerza, antes de comenzar a sentir las lágrimas abandonarlos.

No podía hacerlo. No era capaz de saltar. No lo deseaba.

Pero tenía miedo de que mis impulsos me llevaran a hacer algo inesperado, por lo que me aparté bruscamente del borde de la azotea y tomé mi celular entre mis temblorosas manos.

Necesitaba ayuda, por lo que busqué el contacto de Kasey y lo marqué inmediatamente, sin siquiera pensar en que debía de estar durmiendo.

Me senté sobre el suelo y llevé el auricular hasta mi oído, percibiendo como mis ojos se llenaban aún más de lágrimas a medida que los tonos sonaban y el no respondía. Pero entonces, una vez que mis párpados se habían cerrado por completo, contestó.

-¿Aiden? -Oí su voz algo dormilada.

-S-sien...to...ganas...d-de saltar -Sollocé.

-¿Eh? -Dijo algo más despierto -Aiden, ¿estás bien? ¿Qué ocurrió?-

Negué con mi cabeza, siendo incapaz de decir nada mas a parte sollozar con fuerza, mientras pasaba una de mis manos por mi ojo no herido.

-Aiden...¿dónde estás?-

-E-en...el...hospi...tal...principal- Respondí entrecortadamente.

-¿Quieres que vaya?-

Vacilé unos segundos, pensando en si sería una buena idea o no tenerlo aquí. Mas, al darme cuenta que me encontraba tan cerca del abismo, no pude decir que no. Era si, o caería en la oscuridad.

-S-si...-Contesté.

-Bien, espérame. Estaré allí en un rato, por mientras, no te muevas de donde estés. Yo te llamaré una vez que llegue -

-D-de...acuerdo-

Alejé el aparato de mi oído y colgué la llamada, antes de recibir otra ráfaga de viento más sobre mi rostro, la cual apartó un poco las pequeñas gotas que habían caído desde mis ojos hasta mis mejillas.

Suspiré, soltando algún que otro sollozo de por medio, para luego dejarme caer sobre el suelo de la terraza y quedar de manera que mis ojos tan sólo pudieran mirar al cielo.

Con mi vista nublada por las lágrimas, estiré una de mis manos hacia arriba y la cerré, imaginando como si pudiera tocar alguna de aquellas tantas estrellas para pedirle que todo volviera a ser como antes. Pero...sabía que eso no sería posible, lo cual causó que mi brazo cayera dolorosamente sobre mi cuerpo.

No moví ninguna parte de mi rostro. Tan solo bajé mus párpados y esperé a que mis pensamientos fueran borrados. Pero, a cambio, caí en un sueño bastante pesado que duró quien sabe cuanto tiempo y que fue interrumpido por la vibración de mi celular en mi bolsillo.

Tomé el aparato como por acto reflejo y contesté al segundo, sin haber abierto mis ojos en ningún momento.

-¿S-si?- Dije.

-¿Dónde estás, Aiden? Ya llegué al hospital -Oí la voz de Kasey.

Me quedé en silencio algunos segundos, tratando de entender a qué se refería, hasta que caí en cuenta de que le había pedido que viniera.

-En...la azotea -Contesté.

-Mierda...-Murmuró -Voy para allá -

La llamada se cortó y mi brazo se dejó caer a un lado de mi cabeza. No tenía ganas de reactivar mi sentido de la visión y tenía miedo de lo que pudiera ocurrir si lo hacía. Sólo podía continuar durmiendo para no tener que estar consciente de ésta triste realidad.