Capítulo 61. Es Caprichoso el Azar

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Esa misma noche, viernes, 20:15h.

Natalia había dejado el coche cerca del portal, levanta la mirada al escucharlo abrirse y se encuentra con ella

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Natalia había dejado el coche cerca del portal, levanta la mirada al escucharlo abrirse y se encuentra con ella. Lleva unos tacones rojos altísimos, a juego con el abrigo, que lleva estudiadamente abierto, dejando ver un ajustado vestido negro con escote palabra de honor. La morena no puede evitar abrir la boca al fijarse en ella mientras se acerca.

- ¿Quieres una foto? - se burla la pequeña algo avergonzada por el escaneo.

- Te has... te has cortado el pelo - es lo único que alcanza a decir la navarra al ver aquel flequillo que le cubría parte de la cara y aquel cogote casi afeitado.

- Me dio calor ayer, ¿te gusta? - pregunta sabiendo ya la respuesta sólo con mirar la cara de la otra.

- ¿Te dio calor en diciembre? - responde Natalia, levantando la mano hasta acariciar la nuca de la rubia.

- Sí, últimamente no controlo bien mi temperatura corporal - responde como regañando a la más alta - ¿te gusta o no?

- Me encanta, estás preciosa - contesta sonriendo mientras tira despacio del cuello de la pequeña, para acabar pegada a su frente mientras entrelaza los dedos de su mano libre con los de ella - ... lo voy a pasar fatal esta noche.

Pasan unos segundos mirándose y disfrutando del perfume de la otra cuando escuchan algo a sus espaldas.

- ¿Alba? - María, arreglada para salir de fiesta, se acerca a la pareja - ¡Alba!, ¿a dónde vais?

La valenciana suelta rápidamente la mano de Natalia y se separa de ella un par de pasos, dándole la espalda. Aunque la morena la ha estado acompañado en sus salidas en grupo, Alba no le ha explicado claramente la relación que mantiene con ella a su amiga, precisamente para intentar evitar situaciones incómodas.

- Su madre da una fiesta por no sé qué motivo y Nat ha venido a recogerme - explica la otra, viendo la mirada desconfiada en los ojos de la madrileña.

- Ah, claro... - contesta la chica - ¿podemos hablar un momento, Alba?

La pequeña, dedica una mirada tranquilizadora a la navarra y se aleja un momento con su amiga. Pasan unos minutos en los que ésta parece estar regañándole por algo mientras que Alba niega constantemente. Al final parece que llegan a un punto en el que ambas están conformes y regresan junto a Natalia.

- Así que una fiesta... - dice la madrileña con cierto recelo mirando a la morena - y... ¿no deberías ir a esas cosas con tu marido... Nat?

Lo que en labios de Alba era un apelativo cariñoso, en los de la madrileña había sonado como un disparo. La pequeña siente a la morena tensarse detrás de ella, y avanza un paso para interponerse entre las dos chicas.

- ¡María! - protesta Alba.

- Mi marido no está aquí - se limita a responder la morena.

- ¿Y por eso te has buscado un pasatiempo hasta que vuelva? - pregunta la mayor, algo más rabiosa.

INSOMNIUM | AlbaliaWhere stories live. Discover now