INSOMNIUM | Albalia

Capítulo 90. At Last

Tres meses después, sábado.

- ¡Oh, venga!, esto es un coñazo, vamos a escaparnos un rato – protesta Natalia subiendo las escaleras hasta el piso superior de la casa de sus padres.

- Vamos, Nat, no podemos desaparecer de las fiestas cada dos por tres con cualquier excusa – intenta convencerla la pequeña, a la que lleva cogida de la mano.

- Va a ser sólo un rato – se defiende la otra, buscando alguna habitación en la que poder ocultarse unos minutos.

A pesar de que la relación de la morena con su familia había mejorado sustancialmente, y que Alba era más que bienvenida a cualquier acto que organizasen sus "suegros", la rubia siempre intentaba mantenerse correcta y comedida en cualquier interacción en su presencia, ya que no quería perder la confianza que tanto le estaba costando recuperar. Aunque, normalmente, su mayor enemiga era Natalia, que siempre intentaba escaparse o distraerla de su cometido.

- Porfa, vamos abajo, anda – negocia la rubia – Te prometo que no vamos a quedarnos mucho más.

- No, vamos a distraernos un rato – rebate la otra, girándose para agarrarla por la cintura y quedar pegada a su cara, casi rozando sus labios – Te prometo que luego nos quedamos el tiempo que quieras.

Aunque tenía pensadas mil formas de convencerla de que aquello no era buena idea, la lengua de la navarra rozando suavemente sus labios, mientras una de sus manos acariciaba su pierna por debajo del vestido, le nubla la razón por un momento.

- Me muero de ganas de tocarte – susurra la morena justo antes de humedecerse los labios, hambrienta.

- Joder... - se queja la otra, que ya ha olvidado porqué todo aquello es mala idea – Vale, pero va a ser a mi forma.

- A sus órdenes – contesta la navarra con una sonrisa, mientras sigue subiendo las escaleras, tirando de la rubia.

- No, a tu cuarto no – la detiene Alba, colocando una mano en su nuca y tirando de ella.

- Vale... - sonríe la otra, que intenta alcanzar aquellos labios varias veces sin conseguirlo.

Distraída por el juego de la pequeña, Natalia no es consciente de a dónde se dirigen hasta el momento en el que la valenciana se aparta de ella para cerrar la puerta y echar el pestillo.

- No... aquí no... - susurra al ver que han llegado a aquel cuarto de baño en el que una vez, perdió la cabeza con Alba, en aquella fatídica fiesta.

Las sensaciones de aquel día la invaden de nuevo, no había vuelto a aquella habitación desde entonces y ahora revive de nuevo todo aquello: la inseguridad por no saber lo que le estaba pasando, la vergüenza por haber perdido los papeles de aquella forma... aquella sensación de traición que pudo con ella.

Por aquel entonces la cabeza de Natalia era un hervidero, se estaba jugando todo aquello por lo que había estado luchando, su relación, lo que debía haber sido su sueño de siempre... por una persona a la que acababa de conocer... una mujer, para más señas... todas las piezas que intentaba ordenar parecían cambiar de sitio y desorganizarse tan pronto se daba la vuelta... y aquella fiesta... aquel momento en el que sintió como esa mujer en la que empezaba a confiar se había estado riendo de ella... jugando con sus sentimientos... no, aquello fue la gota que colmó el vaso y reaccionó de la peor forma posible... haciéndole daño... nunca terminaría de perdonarse por aquello.

- No, Alba, no... no quiero estar aquí – suplica la morena.

- Olvídate de eso ya... - contesta la pequeña con una sonrisa mientras, tirando de su mano, alcanza a sentarse sobre uno de los muebles del baño, no sin antes, deshacerse de su ropa interior, dejándola caer al suelo.