Capítulo 77. Castle

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Tres semanas después, viernes, 20:24h.

- No voy a poder, Alba, me va a dar algo - Natalia bajaba de su coche, nerviosa, tan nerviosa que le había cedido a la rubia las llaves por temor a no ser capaz de llegar a casa de sus padres.

- Claro que vas a poder, estás más que acostumbrada a este tipo de cenas incómodas y absurdas - contesta la pequeña, bajándose por su lado - Además, estoy aquí para servirte de excusa. En cuando enciendas la bat-señal, finjo un mareo y te pido que me lleves a casa.

- Dios, eres perfecta - susurra la morena, rozándole la mano rápidamente.

- Ah, no, no me pagarás con un par de piropos esta vez - contesta Alba con una sonrisa en los labios, dándole un pequeño azote en el culo - Anda, vamos dentro... estás increíble, por cierto.

Natalia para un segundo para contemplar su propia ropa, traje de chaqueta negro, camisa roja estudiadamente abierta y unos enormes tacones de aguja, intentando aparentar la seguridad en sí misma que en ese momento no tenía. Había estado todo el día encerrada en el hospital, sin poder ver a Alba, sin poder hablar con ella, y aquella cena de familia urgentísima le escamaba tanto como para no estar del todo tranquila; sin hablar de que Miki la había llamado un par de veces mientras estaba en quirófano y después de eso, no había conseguido contactar con él.

- Natalia, hija, pasa - Mikel les abre la puerta con una sonrisa - Alba, qué alegría, a ver si tú consigues calmar a la bestia.

- ¿Tan... tan mal está? - pregunta la morena, que es capaz de intuir la preocupación tras la broma de su padre.

- No, no te preocupes, es cuestión de tiempo - intenta calmarla él - pasad.

Al entrar en la sala junto a Mikel, las chicas se encuentran con un pequeño grupo compuesto por: Joan y Santi, que hablan en un rincón; Elena y una pareja joven, sentados en el sofá; dos matrimonios que charlan animados con María y alguien de espaldas a quién Natalia reconoce con solo mirarle.

- Alba... - la morena se gira rápidamente para explicarse, pero se encuentra con la mirada de su padre, algo confuso por el cambio de dirección de ella.

- Natalia, hija... le ha invitado mamá, ya sabes cómo es... - explica el hombre - Nos encontramos con sus padres el otro día, y le comentaron que Miki volvía de Madrid este fin de semana...

- ¡Joder! - protesta la navarra entre dientes, buscando rápidamente a la rubia, que ha decidido adentrarse en el salón para evitar tomar parte en aquello y que alguien pudiese notarle el enfado que ahora mismo la consumía, estaba claro que no iban a aceptar aquel divorcio sin pelear.

Cogiendo todo el aire que le permiten sus pulmones, Natalia se adentra en el salón y se acerca a María, acariciándole la espalda:

- ¡Madre!, ¿qué tal? - dice esbozando la mayor de las sonrisas - ¿podemos hablar un momento?

- Natalia, hija, ahora tengo que hablar con Carmen para que empiece a sacar los platos - María se escabulle rápidamente, empujando a la morena contra Miki, que la agarra por los hombros para evitar que se vaya al suelo.

- Auch... joder, perdona... mi madre debe haberse saltado la medicación hoy - le susurra al chico mientras recupera la estabilidad.

- ¿Podemos... podemos hablar? - pregunta él, señalando un rincón algo más apartado.

- Sí, claro... - Natalia le acompaña, buscando con los ojos a Alba, encontrándola con Elena, sin dirigirle siquiera una mirada.

- Oye, perdóname, mis padres prácticamente me han obligado a venir, he intentado llamarte... - Miki empieza a disculparse apenas se separan del resto.

INSOMNIUM | AlbaliaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin