Los Elementales

El Poder Del Caos: Capítulo 4

Tarian decidió enviar un mensaje a los representantes de los reinos de Atlas para hablar sobre el tema del incendio, todos vinieron una semana más tarde y se sentaron en la mesa redonda de la sala de reuniones que se situaba en el ala este del castillo en el lado opuesto de las habitaciones. Ese día habían venido el general de la armada de los reinos de Atlas, Arturo el rey de los elfos que había sido ascendido hace poco más de un año tras la victoria contra los gobelins en la frontera oeste; también había venido el comandante Uros el cual era un enano muy viejo que fue el general de la armada durante mucho tiempo hasta que se júbilo pero seguía siendo el representante del pueblo de los enanos, el emperador de los enanos no venía nunca porque sufrió un ataque del pueblo de las aves y desde entonces se encierra en su palacio en la laguna de la rana dorada; después estaba también Acqua la representante del reino del mar porque ella siendo un elemental de agua podía ir a la tierra contrariamente al resto de las criaturas marinas, por sino sabéis lo que es un elemental es la forma física de un elemento que puede ser representado por un animal o humano y en este caso es una mujer pero que su cuerpo está hecho exclusivamente de agua; y por último estaba Igor que era el único noble humano y que mandaba sobre todos los humanos, este sistema de repartición del poder del reino de Atlas fue puesto en marcha por el padre de Tarian para así poder controlar todo y seguir extendiéndose.
-Bueno - dijo Tarian sentado mirando a los otros nobles que se callaron tras oír a Tarian hablar - ahora que estamos todos reunidos podemos empezar a discutir sobre el tema que nos interesa hoy sobre un humano que tiene el mismo poder que los elementales de fuego pero no antes de que me expliquen por cual razón el representante de los monjes del templo del mar no están aquí.
-Me temo que no podemos responder a esa pregunta mi señor - dijo Acqua - ninguno de los presentes aquí hemos recibido noticia alguna de los monjes, claro está nosotros teniendo la isla en nuestra fracción de territorio hemos investigado el templo desde lejos puesto que no podemos entrar en ese lugar sagrado sin autorización del jefe de los monjes pero no hemos visto absolutamente nada mi señor, los monjes han estado encerrados en su templo sin salir a ver la luz del sol ni una sola vez en lo que llevan del año.
-Gracias por la información Acqua - dijo Tarian resoplando - pues entonces ellos se lo perderán, por favor Igor ¿puede usted contar los hechos de tu terrible tragedia?
Igor contó la historia del incendio y todos los presentes salvo Tarian arquearon las cejas sorprendidos por la noticia y cuando Igor terminó Arturo tomó el relevo de la conversación:
-Es extraño, solo los monjes pueden poseer tales poderes siendo humanos pero el monje del fuego Columbus sigue vivo además de que es un ave no un humano y además jamás he escuchado el nombre de Decim.
-Es porque era un campesino de la clase baja - aclaró Igor.
-Podría haber sido un elfo tal vez - sugerió Uros.
-No ha podido ser un elfo porque los elfos no podemos controlar esa clase de poderes - dijo Arturo sin subir de tono - ese poder está claro que proviene del reino del caos pero no sé cómo un humano ha podido conseguir ese poder, para eso tendría que pasar la frontera y absorber el poder de un elemental del fuego o un demonio cualquiera.
-Ningún humano está capacitado a aguantar aunque seamos solo cinco minutos en el reino del caos - dijo Uros - moriría devorado, asfixiado por el humo, quemado por la lava o si por algún milagro hubiera llegado al continente de las sombras se haría matar por los gobelins en ese caso.
Efectivamente ahí había dado en el clavo, el reino del caos era muy extenso y más allá de la barrera de las llamas se situaba un continente llamado la isla de las sombras que era una pobre playa desértica que conectaba con una jungla oscura y siniestra y en el otro lado del continente se suponía que estaba el reino del vacío pero nadie salvo algunas criaturas y los gobelins habían llegado hasta tan lejos por lo que era considerado más bien como una leyenda urbana al igual que el monstruo de las nieves que provocaba ventiscas en la montaña donde ellos se situaban ahora mismo.
-¿Y nadie sabe nada sobre el paradero actual de ese monstruo? - dijo Tarian pero todos hicieron un signo de negación - entonces pondremos unos carteles por todos los reinos en el cual anunciaremos que aquel que consiga traer a ese supuesto hombre ante mí le daré una recompensa de seis mil monedas de oro y un yacimiento arcano.
En el reino de Atlas como en el resto salvo en las tierras del cielo se aplicaba las monedas de oro como forma de pago, entonces una criatura común solía valer 100 monedas, una rara se consideraba cerca de las 600 o 800 monedas según la especie, una criatura extremadamente rara valía 1000 monedas, una legendaria 10000 monedas y una criatura mítica vale 100k monedas pero después si eras un comerciante de artilugios mágicos entonces se te pagaba en cristales arcanos, así pues un cristal arcano es el equivalente de 1000 monedas, después un descubrimiento arcano es un total de 10 cristales arcanos, un yacimiento es el equivalente de 30 cristales arcanos y por último estaba las piedras elementales que cuestan 60 cristales arcanos. Aunque también existen las piedras celestiales que equivale a 100 cristales arcanos. Así pues seis mil monedas de oro y un yacimiento arcano es el equivalente de treinta y seis mil monedas de oro, una suma bastante grande pero que a los nobles les pareció justo así que al día siguiente se puso los carteles y todos se pusieron a buscar al criminal que había quemado el pueblo de Igor representante de la facción de los humanos en el reino de Atlas.