La Luz De La Salvación: Capítulo 3

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Mariah se fue, mientras otros festejaban, a el palacio de la reina. El palacio estaba compuesto por la miel endurecida que fue creada por la primera reina de aquella colonia y tenía la particularidad de que las paredes estaban compuestas por grandes pilares de esta miel que daban una impresión de que el palacio estaba hecho por millones de chimeneas de miel, aunque en realidad después dentro tras la gran puerta de sauce, solo había una sala que en el fondo había un trono hecha por ámbar, detrás del trono y por todas las paredes habían agujeros hexagonales donde los huevos de las diferentes criaturas que salían de la reina estaban puestos, y finalmente en el lado izquierdo había un pequeño espacio donde había un nido fabricado a partir de una esponja y donde la reina dormía cuando la noche caía. Mariah había visto el interior de aquel lugar una sola vez en su vida y fue con su predecesora antes de morir, aunque todavía se acordaba de que este palacio se situaba en el rincón apartado de la pared donde estaba también la gran puerta y también se acordaba de como lucia en el interior y como se sintió al ver los huevos allí puestos antes de llevarlos y que después de ese viaje su maestra la dejaría sola.
Cuando al fin llegó a la entrada vio que la puerta estaba custodiada por dos guardias, uno era un escorpión que estaba de pie con los brazos cruzados sobre su caparazón dorado que ocultaba su piel roja y blanda, mientras que el otro era una mariquita roja de siete puntos negros que poseía un casco con punta sobre su cabeza y una lanza de oro. Mariah decidió acercarse a ellos y saludarlos para que la dejarán pasar.
-Yjdyla aksa (buenos días)- dijo Mariah haciendo una reverencia.
-No hace falta que sea tan cortés señora puesto que es un honor poder veros en estos lares - responde la mariquita haciendo también una reverencia mientras que el escorpión solo hizo un ademán con su cabeza - ¿qué os trae por aquí?
-Vengo a comunicar a la reina que zu nuevo guardián eztá lizto y también vengo a recuperar a loz ciguientez.
-Es una gran noticia la del nuevo guardián pero lo de las crías no creo que vaya a ser posible me temo.
-¿Ajd oqal? (¿qué pasó?)
-Aq edkyq yl aq epamal epyxe ykyajy andyl (la reina no ha podido poner ningún huevo) - respondió el escorpión.
-Ezo ez impocible, ¿cómo algo ací ha podido zuceder?
-Eso tendrá que preguntárselo a ella puesto que nosotros no sabemos más que eso - dijo la mariquita dejando pasar a Mariah para que abriera la puerta.
Entonces Mariah entró y vio una veintena de soldados dorados de distintas razas de insectos rectos como estatuas y formando un camino que llevaba hasta el trono donde había otros cuatro soldados abeja dorados con armaduras protegiendo a la reina abeja que estaba sentada con su corona entre sus antenas y con la parte inferior que salía por un agujero de detrás del trono aunque había un par de cambios muy notables en ella: tenía la cara arrugada, sus ojos lucían una luz grisácea y su parte inferior estaba deshinchada como si de un globo pinchado se tratase.
-Yjdyal aksa Mariah, ex edeqyq xaedeqyap (buenos días Mariah, te estaba esperando) - dijo la reina con voz ronca.
-Ele epala apa aklada! (¡por todos los dioses!) ¿Qué oz ha pazado mi ceñora? ¿Porqué tengo que veroz ací en ezte día de prozperidad? - preguntó Mariah arrodilladose ante su reina.
-No lo zabemoz todavía mi zeñora pero eztamoz haciendo todo lo pocible para dezcubrirlo - dijo el escarabajo científico del reino que estaba allí presente detrás del trono.
-Ezplicarme entoncez por que razón no puede crear máz incectoz.
-Me temo que la reina zufre de la enfermedad conocida como la fiebre de laz zombraz.
La fiebre de las sombras era una enfermedad que pudre el cuerpo de su víctima hasta que esta estuviera completamente desnutrida y después se convertía en polvo. Era una de las enfermedades que se veía frecuentemente en la gente que era muy mayor o que vivían en lugares muy secos, se podía ver si alguien tenía esta enfermedad si la víctima tenía los ojos grises, la piel arrugada y negra, que cuando se volvía negra ya no había marcha atrás. Por suerte para ellos su piel todavía era normal, se la veía que perdía un poco de color pero no estaba totalmente negra por lo que la debía de quedar un mes antes de pasar a la última fase.
-Por zuerte he eztado hablando por palomaz con un bibliotecario del reino de Luminiz que dice que tiene un antídoto para curar a la reina pero noz ha puezto una condición- dijo el escarabajo.
-Akyd (dime) - respondió Mariah levantándose del suelo.
-Debemoz traerle unoz pocoz gramoz de polen dorado para que el antídoto zurca efecto, por ello te enviaremoz a ti y a unoz zoldadoz a llevar el polen al zabio y recuperar el antídoto.
-Que así sea, ¡aqeaq ykaq qap edmyq! (¡larga vida a la reina!)
-¡Aqeaq ykaq qap edmyq! - respondieron los soldados.
Finalmente la reina se fue a descansar a su cama y los soldados salieron detrás de Mariah la cual anunció la noticia de que iban a salir a buscar un antídoto para la reina a las tierras de sus más fieles aliados, los elfos, y aquí comenzaría la primera misión de Splite.

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