Sangre Y Polvo: Capítulo 4

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Elena fue llevada por los goblins en unos dragones grises y pequeños hasta un volcán de la región de Vulcano, un volcán mucho más grande que los demás que se situaba más al norte de la región y que alrededor de ella, además de estar rodeada de lava, había torres negras y robustas en cada lado del volcán e incluso dragones que se reposaban en las paredes exteriores del volcán o eran montados por los goblins. Esa fue la primera vez que Elena vio tantos dragones unidos en un solo lugar, hasta la costó reconocer ciertas especies puesto que todas las razas eran de fuego, tierra y electricidad además de otros que poseían llamaradas de distintos colores. Pero aún así no tuvo mucho tiempo para observarlos al igual que los goblins, que de alguna manera extraña eran capaces de dar órdenes y no les daba miedo aún sabiendo que eran desde tres a trece veces más grandes que ellos, porque entraría enseguida en una de las torres siendo arrastrada hasta una de las celdas de la torre negra situada delante del volcán. Esta en particular tenía una parte de arriba, para encerrar a ciertas criaturas y aliadas de Tarian, y la parte de abajo que era una caverna circular que conectaba con el resto de torres y donde los goblins se reunían para comer, poner sus podridas semillas en la tierra ardiente por la lava que corría tanto por alrededor y dentro del volcán como en el río que se dirigía hacia el resto del mar de lava del centro del reino, y por supuesto entrenarse en el combate con las armas que fabricaban a partir de esa lava. Así pues ella fue llevada a la parte superior de la torre y la dejaron suelta en una jaula donde solo había una cama bastante dura y un cubo donde hacer sus necesidades.
-Ja, al fin capturamos algo útil entre ese montón de escombros - dijo uno de ellos en el exterior de la jaula.
-Además de que estoy seguro de que a Godor le va a encantar esta, hace mucho que no tiene humanos como prisioneros - dijo el otro y se fue con el otro goblin riendo hacia abajo.
Entonces así pasó el primer día hasta que llegó un goblin con una armadura negra e imponente hasta la jaula junto a los otros dos goblins de ayer.
-Harhemesoegoemaelme (interesante), ¿de dónde decís que viene? - dijo el goblin guardián.
-Sae mearmanmaelsoesol mear soruharseot (la encontramos en las ruinas) - dijo el primer goblin explorador.
-Hol manmar marhmban Tarian (iba con el chico de Tarian) - dijo el segundo.
-Entonces pagarán un buen precio por su cabeza, incluso estoy tentado de lanzarla al cráter con los dragones para que la devore Terrasix - dijo el guardián.
-O tal vez podríamos hablar de ella al rey para que su semilla sea plantada en ella y poder crearle al fin un heredero digno - dijo el segundo explorador.
-Entonces alimentarla y luego de unos días volveré con la opinión personal del rey - dijo el guardián y se fue junto al segundo explorador pero el primero se quedó sentado en una silla al lado de la puerta de la celda.
-Disculpe señor, ¿de qué estabais hablando concretamente? - preguntó Elena al explorador goblin.
-Ah hola prisionera, pues justamente estábamos pensando en que fueras tú quien diera a luz al hijo del rey orco Godor - respondió el goblin.
-¿Y por qué yo? Podría hacerlo con una mujer de vuestra especie como los demás, ¿no?
-Pues en realidad no, verás el rey de los goblins es de una raza diferente y superior según cada clan y debe de plantar su semilla en una hembra de otra especie, contrariamente al resto de goblins, y así crear un nuevo jefe. Por ejemplo la tribu de Hex el maldito, hijo de Shrek el curandero del pantano y señor de las tierras del desierto de sal, su padre insertó su semilla en un Golem por lo que este golem tuvo un hijo que era un troll, osea Hex el maldito.
-Entiendo, osea que si mete su semilla en mí saldrá otro orco, ¿no?
-Pues normalmente sí aunque, como en el caso de los enanos, también puede pasar que sea medio goblin y en ese caso pues serás asesinada como impone nuestra ley.
Entonces finalmente Elena agradeció su respuesta al goblin y rezó como nunca lo había hecho para que tal cosa al final no se produzca. Pero aún así al tercer día el guardián de la torre junto a su compañero vinieron y abrieron la puerta de la celda.
-Acompañanos señorita - dijo el goblin guardián sacando a Elena de la celda y llevándosela al subsuelo.
Ya allí la llevaron, entre todos los goblins que hacían diversas cosas de un lado hacia otro, ante un trono de oro donde estaba sentado de lado un orco negro y fétido con una corona sobre la cabeza y vestido como un noble humano con una capa roja detrás, además de que llevaba un cetro en su mano izquierda. Allí los guardianes se arrodillaron e hicieron que Elena también lo hiciera.
-Boh goemabansol (mi señor) he aquí la prisionera humana - dijo el primer guardián.
Entonces el rey descendió de su trono y con sus ojos enegrecidos observó detalladamente a Elena.
-Es verdad que tiene perfil de reina además de que tiene pinta de ser virgen - dijo el rey relamiendose los labios secos - ponerla a cuatro patas y no perdamos más tiempo.
Entonces contra la voluntad de Elena, la pusieron a cuatro patas y empezaron a quitarla los pantalones. Pero justo en ese momento la tierra tembló y todos los presentes salvo Elena cayeron a tierra.
-¡¿Ave ohsepersabangot piegoe?! (¡¿Qué diablos pasa?!) - dijo el rey recuperando la corona.
-¡Sehelsemseol! (¡nos atacan!) - dijo uno de los goblins descendiendo por una de las escaleras de la torre en frente del trono.
-¿Avhmearmeot? (¿quiénes?).
-Tarian goemabansol (Tarian señor).

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