Contracorriente: Capítulo 2

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Sharpy y el Capitán Shark estuvieron durante un tiempo yendo por la costa del sur del Reino de Atlas vendiendo pescado exclusivo que solo ellos podían recoger de las aguas del reino del caos, y gracias a ello consiguieron suficiente dinero para conseguir un barco doble función, que puede ir tanto por el aire como por el agua, y contratar una tripulación de gente del agua. Por suerte para ellos había muchas ciudades oceánicas en el sur, principalmente porque el reino del agua estaba muy dividido, por culpa del territorio enorme que ocupaba, y las principales ciudades de la gente del agua se encontraban en barreras de coral o en arrecifes donde construían edificios únicos y elegantes con la piedra y el coral, unos edificios que eran principalmente cúbicos pero un poco deformes por culpa del material utilizado, en excepción de los templos que estaban sobre grandes rocas elevadas sobre la ciudad y que eran simplemente un techo y pilares, después dentro tenías una perla que hacía de copia a la perla de Sicilla, oculta en el templo del castillo real en el centro del océano, y había una estatua de esa misma serpiente echa de hielo o cristal que rodeaba la perla. Y bueno la ventaja que tenía el sur era que allí habían muchos arrecifes además de la barrera de coral que hacía frontera con el caos, así que pudieron reclutar varios cangrejos y tiburones mutantes, osea en otras palabras con la capacidad de pensar como seres humanos al igual que poseían brazos y piernas como los humanos pero conservando sus características de animal como los avian, solo que estos últimos eran pájaros, además de otras criaturas marinas las cuales estaban interesadas en aquella misión así como que tenían relación con la piratería y les interesaba visitar las otras partes del océano.
Así pues se fueron unos treinta piratas tres meses después y se fueron a navegar a donde el Capitán Shark decía que se encontraba, según las coordenadas que le dio su padre, la isla olvidada por el ser humano. Aunque antes de esa aventura pusieron un par de cosas en orden y es que al no querer comandar solo una tripulación tan grande, el Capitán Shark dio un uniforme de Capitán a Sharpy, uno de color rojo con bordes dorados y un sombrero de capitán, así serían dos capitanes a mandar sobre el navío.
Pero volviendo a la historia de su aventura, llegaron un mes después a un lugar remoto del noreste del Reino de Atlas a una distancia de al menos a quinientos kilómetros de distancia de las aguas conocidas por los humanos, estando así en un territorio completamente prohibido para los humanos ordinarios, lo cual hizo dudar a Sharpy sobre si era realmente ese el camino que había que tomar pero igualmente Shark le dijo que llegarían enseguida y que vería que él tenía razón, lo cual realmente sucedió porque justo llegaron a una isla tropical con forma de U, con bosques y montañas que se veían desde lejos al igual que un volcán en uno de los lados más apartados donde Shark decía que tenían que ir.
Poco más tarde se acercaron a la isla por el lado donde se situaba el volcán, así también ocultando el navío por las montañas de cualquier indígena de la isla, y fue allí cuando de repente del agua saltó al barco un tiburón martillo mutante, con músculos muy anchos sobretodo en los brazos y un gran pecho donde tenía unas cintas de cuero formaban una equis en su pecho de color negro como su piel, aunque lo que era más notable era sus manos, porque no poseía manos al final de sus brazos, solo tenía como unas herraduras de metal inoxidable, una especie cilindro de metal muy ancho pero muy corto que lo tenía conectado en el brazo gracias a unos tornillos enormes que penetraban su piel y le permitía enganchar bien sus dos pezuñas metálicas.
Cuando esa criatura saltó al suelo del barco todos quedaron estupefactos esperando a que la criatura hablará.
-¿Wuiej ez eo fañigaj xe ezge jagio? (¿Quién es el capitán de este navío?)- pregunto la criatura en alto.
-Somos nosotros Ka - dijo Shark levantando la mano desde el timón mientras se acercaba a él sonriendo con Sharpy detrás - un placer volver a verle después de todo lo sucedido...
-Oh erais vos, lo siento por mi comportamiento no me esperaba a que vinierais puesto que no recibí ninguna noticia de usted desde que nos separamos en la ejecución de vuestro padre.
-No os preocupéis he traído justamente aquí a un compañero perfecto para ayudarme en mi misión de llegar aquí con la perla sano y salvo - dijo Shark mostrando con un gesto de mano a Sharpy el cual todavía estaba un poco perturbado por la criatura de su barco.
-Me alegro que así sea, ¿entonces has traído la perla?
-Sí la tengo justo en mi...
-Perfecto no perdamos tiempo, vuestra tripulación puede quedarse en la orilla del volcán mientras nosotros entramos en él para hacer lo que se deba.
Así pues sin más preámbulos, descendieron a la orilla donde otros como aquella criatura, pero algunos en blanco con los ojos rojos, estaban con unas cajas llenas de armas y comida las cuales la tripulación de Shark y Sharpy fueron metiendo dentro mientras que los dos capitanes se metían dentro de una cueva del volcán con Ka. Dentro de aquella cueva pues, se encontraron con otros tiburones martillos más y un avian encapuchado con una túnica negra, que era un cóndor de apariencia bastante adulta con las plumas rojas, y unos avian loros verdes, que poseían una coraza roja que cubría el pecho donde se situaban el corazón y los pulmones, los cuales se situaban en el centro de un semicírculo trazado por los tiburones y unas antorchas, y que en el fondo había una gran piedra de magma fría la cual parecía ocultar algo, el cráter se situaba justo encima de esa inmensa roca la cual hacía su mismo tamaño.
El cóndor cuando los vio entrar de un gesto hizo callar a todos los presentes y hizo una señal para que los dos capitanes se acercarán a él mientras que su acompañante se quedaba atrás vigilando la retaguardia.
-Hola, menos mal que habéis llegado, empezábamos a preocuparnos, ¿tenéis el orbe? - dijo el cóndor con voz de anciano.
-Sí, aquí lo tiene como mi padre lo pidió - dijo Shark entregando la perla al cóndor.
-Perfecto, ahora solo falta ejecutar el ritual y todos los de esta isla serán los primeros en presenciar el resurgimiento del gran hermano de Sicilla, Tifón el señor de la tormenta, el cual será devuelto a la vida gracias al último ingrediente de este ritual, el orbe de la electricidad.
Entonces todos clamaron el nombre de Sicilla y el cóndor saco de un bolsillo de su túnica una poción que echo sobre el orbe que después levantó en el aire, y de repente la perla se rompió y de ella salieron mil rayos que destruyeron la piedra del volcán desvelando a una criatura plana y ancha tan grande como el volcán el mismo que poseía aletas en sus lados, una mandíbula enorme con dos pinzas en cada lado y unas antenas enormes, tan grandes como el cuerpo, que tenía electricidad propia. Ese monstruo se escapó por el cráter flotando y pasando su alargado cuerpo de reptil por el cráter, y cuando llegó al cielo unas nubes negras lo ocultaron y unos rayos empezaron a impactar violentamente el suelo de la isla mientras se oían mil gritos de humanos y otras criaturas de la isla los cuales era imposible decir a quien pertenecía puesto que habían demasiadas. Todos estaban perplejos por tal espectáculo mientras el cóndor sujetaba en el aire una nueva esfera de rayos que hacía mover en el aire. Pero justo un sonido muy fuerte como el de un disparo se oyó en el final de la sala y un segundo disparo se oyó y la bola de energía estalló entre las manos del cóndor el cual se giro hacia atrás como los demás para ver el causante de ello.
-No creías seriamente que te íbamos a dejar destruir toda la vida vida humana, ¿no Grim? - dijo una mujer elemental de agua justo en el fondo de la sala con otro avian, más grande que tenía plumas negras y una túnica roja además de una pistola que escupía humo en su zarpa derecha, y el cuerpo agujereado de uno de los tiburones que montaba la guardia en el suelo.
-No me puedo creer que me hayas seguido después de todo este tiempo, ¡ATRAPARLOS! - dijo el cóndor furioso.
Entonces los tiburones atacaron a los intrusos que huyeron rápidamente de la cueva mientras que justamente el avian dejaba atrás su arma el cual la recogió Sharpy poco después.
-¿Quiénes eran esos? - pregunto el Capitán Shark a el cóndor.
-Eso no importa, lo que importa es que han fastidiado mi ritual y ahora dentro de unos minutos Tifón se ocultara en el océano y no lo podremos sacar hasta que alguien vuelva a hacer el ritual, así que iros a recoger los ingredientes de esta lista y encontrar otro orbe - dijo Grim dando una lista a Sharpy y un humo negro le envolvió y desapareció al instante junto a sus guardias.
Entonces Sharpy y su amigo muy confundidos por lo que acababa de pasar salieron por un camino alternativo y cogieron su barco que les esperaba más lejos del punto inicial de la costa y se fueron a la recolección de los ingredientes.

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