La Llamada De La Naturaleza: Capítulo 8 (final)

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La guerra, una palabra casi extinta en el vocabulario de Elxa que la hizo estremecer como al almarok que estaba detrás suya gruñiendo a los avians.
-Pero oye, ¿quién eres tú? - dijo el enano confuso.
-Perdón por no presentarme primero, soy Elxa una amiga de Groc, ¿sabes dónde está? - dijo Elxa intentando mantener la compostura.
-Yo me llamo Uros, el último enano que queda que no ha sido transformado y deduzco que debes de ser la última elfa porque sino Groc no te hubiera llevado hasta aquí. Y para responder a tu pregunta, él ha desaparecido, lo he buscado en su isla pero no estaba, creo que esos malditos pajarracos lo han llevado a través del portal que ellos mismos han creado.
-¿Un portal?
-Sí, justo en la isla de allí al fondo - dijo el enano señalando hacia una isla donde había un portal sobre una roca.
-Vale gracias por la información - dijo Elxa y se montó sobre el almarok pero el enano la detuvo.
-¿A dónde te crees que vas jovencita? Yo era un antiguo general de las fuerzas de Atlas así que si vas a lanzarte sobre esa banda de avians para llegar hasta Groc entonces yo te ayudaré - dijo el viejo saltando sobre el almarok.
-Pero no tiene arma.
-¿Tú crees? - y entonces sacó una espada electrificada detrás suya y Elxa se calló.
Entonces fue ahí que se lanzaron sobre el almarok disparando a todos los avian que se encontraban hasta llegar al portal y una vez allí, justo cuando iban a pasar, una voz se oyó detrás de ellos que hizo que captará su atención.
-¿A dónde te crees que vas Uros? - dijo un avian cóndor con una túnica negra y que además su cara parecía estar llena de marcas de rayos y llevaba cicatrices por toda la cara.
-No puede ser, ¿tú otra vez? Se supone que debías haber muerto, Groc me mostró tus cenizas.
-Las cenizas que vistes eran de mi sombra puesto que fue de esa manera que escapé de tal cruel destino y ahora aquí me ves, ¿cómo crees sino que una banda de avians hubieran llegado hasta aquí y empezarán a destruir todo? - dijo aquel ser mientras de sus garras salían rayos morados intensos casi fluorescentes.
-Ve a por Groc, yo me quedo con este hijo del demonio - dijo el anciano a Elxa bajando del lomo del amarok.
-No creo que sea una batalla equitable, déjame a mí luchar contra él y tú ve a por Groc.
-No, debes de ir tú además de que ya me encontré con este malnacido antes por lo que sé lo que debo hacer, tú huye antes de que sea demasiado tarde.
Entonces Elxa saltó con el almarok al portal mientras que Uros se quedó atrás, y llegaron así a una isla llena de cráteres de donde salía un gas morado, donde la tierra era negra como el carbón y donde delante de ellos se encontraba una masa gris que al principio era solo una fusión de roca, lava y hielo pero luego cobró la forma de un gigantesco dragón del tamaño de una montaña con tres ojos azules a cada lado y unos cuernos detrás suya también de color azul además de que en el centro poseía una piedra partida en dos que poseía un fuego azul alrededor suya.
-Vaya, vaya mira quien tenemos aquí, la última elfa - dijo aquel dragón con voz profunda que hacía eco a la vez.
-¿Dónde está Groc dragón parlante? - dijo Elxa con determinación.
-Vaya si la niñita sabe hablar, pues si quieres buscarlo lo tienes delante tuya, más precisamente en mi estómago - dijo el dragón riendo.
-Mientes.
-¿Qué te miento? Él si que te mentía escondiendote que en realidad era Atlas convertido en un golem de piedra para que nadie lo reconociera, la maldita rata quería esconderse y traicionar a sus hermanos pero no contaba con que Sunaron y Volcano ya tenían todo planeado y al final fue Volcano quien lo capturó bajo la forma de un humano y por su supuesta "inocencia" ahora forma parte de mí, el gran dragón de fuego azul, el titán del vacío - entonces el dragón lanzó una bola de fuego azul hacia el almarok que aunque intentará esquivarlo fue fuertemente golpeado y lo dejó inconsciente - uno menos, solo quedas tú preciosa - dijo el dragón a Elxa que estaba tirada en el suelo.
Pero justo detrás de ella salió un gigante que parecía un no-muerto con los ojos rojos y que además llevaba una armadura echa con piel de dragón, además de llevar dos calaveras de dragones en sus hombros y un pelo negro y largo detrás suya. Esta criatura era del tamaño del dragón y además llevaba una lanza gigante en una de sus manos que su punta brillaba la luz del propio sol, cosa que hizo estremecer al dragón incrédulo de lo que estaba viendo.
-¡No puede ser! ¡¿Qué diablos eres ser?! - dijo el dragón.
-Soy el principio de tu fin, soy la muerte encarnada - dijo la criatura y se lanzó contra el dragón atravesandolo con su lanza desde el corazón y haciendo que el dragón gritara al aire de dolor antes de convertirse en trozos de piedra sin vida y la gigante como la lanza perdieran tamaño mientras que Elxa corrió a ver cómo estaba el almarok, aunque por suerte este estaba vivo y despierto cuando ella llegó.
-No me esperaba encontrar gente por aquí - dijo una mujer con túnica roja, el pelo negro y suelto además de ojos marrones pero fríos.
-¿Eras el gigante de antes? - preguntó Elxa incrédula.
-Sí, soy una nigromante con experiencia así que no te sorprendas.
-¿Y esa lanza que llevas ahí qué es? - preguntó Elxa señalando la lanza que llevaba la otra mujer.
-Es muy complicado a explicar, pero por ahora vete de aquí, ya has hecho suficiente por ahora - dijo aquella mujer y con su lanza creo un portal de polvo por el que Elxa y el almarok pasaron y la nigromante cerró una una vez que pasaron.
Luego de estos eventos, Elxa se encontró sola cerca de una casa de Ulparad y allí encontró a un hombre fuerte, con el pelo largo y negro con ojos azules que fue a ayudar a Elxa.
-Hola, ¿estás bien? ¿Necesitas ayuda? - dijo el buen campesino.
-Sí estoy bien, no me hace falta... ¡Ay! - dijo la elfa intentando levantarse pero se volvió a caer por un fuerte dolor en la cadera.
-Ven, necesitas ayuda y yo tengo justamente una granja aquí donde puedo llevarte para curarte y poder irte una vez que te recuperes - dijo aquel hombre cogiendo a Elxa de los hombros y sirviendo de apoyo para ella.
-Gracias, humano.
-Llámame Eric, será más fácil.
Entonces luego de eso Elxa estuvo un tiempo recuperándose en la granja de Eric y finalmente se enamoró de él y tuvieron varios hijos. Sin embargo el almarok desapareció una vez más en el bosque puesto que Elxa nunca lo volvió a ver, pero ella sabía que estaría esperando a que alguien lo suficientemente digno volviera a invocarlo para luchar a su lado y ayudarlo en el camino de su destino.

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