Contracorriente: Capítulo 11

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Oda finalmente despertó una hora después del combate, atado contra un mástil de un barco mientras que veía a cuatro criaturas del mar yendo de un lado hacia otro. Sin embargo justo del fondo, de una puerta que estaba debajo del timón, salió un vampiro con vestimenta roja de capitán y un señor mayor con una capa echa de piel de tiburón encima, la cual tenía la cabeza puesta sobre la de aquel viejo de barba poblada, y una marioneta en su mano izquierda.
-Sinceramente me habían dicho que el mundo de los muertos era bastante abstracto pero no me lo esperaba que fuera hasta ese punto - dijo Oda con ironía.
-La verdad es que el chico tiene gracia para ser un monje, ni siquiera tiene pantalones - dijo la marioneta.
-Ah vale ahora entiendo, sois una pareja de un vampiro y un mago, es la cosa más sin sentido que he visto en mi vida.
-Deja tus comentarios a parte y dinos tu nombre y si eres el que mató a Sicilla antes de que debamos hacerte callar - dijo el vampiro perdiendo la paciencia.
-Me llaman Oda, el maestro de la electricidad y el último de la primera orden, y sí yo la maté - declaró Oda antes de que todos los tripulantes dejarán sus cosas, se pusieran a mirar a su preso y a murmurar, aunque el capitán no-muerto les hizo callar con un gesto de mano.
-Bien Oda, por mucho que queramos creerte es difícil creer que hayas sido tú el que...
-Pero nosotros lo vimos Sharpy, vimos como se enfrentó a la criatura y se cayó al agua antes de que lo rescataramos - interrumpió el mago.
-Así que te llamas Sharpy, ¿eso fue porque cuando eras pequeño conseguiste capturar una criatura con dientes afilados como tú? - dijo Oda poniendo rojo a Sharpy.
-¡¿Y cómo diantres sabes...?! Bueno, dejémoslo estar. El caso es que eres nuestro prisionero y hasta que lleguemos a nuestra destinación me llamarás Capitán, ¿entendido sabelotodo? - dijo Sharpy intentando mantener la calma aunque su ira era bastante clara.
-Entendido mi capitán, solo tengo una pregunta: ¿a dónde se supone que vamos?
-Pues la verdad es que estaba pensando en venderte a los mercaderes de esclavos de la Ciudad del Este, porque a gente como tú nos pagarían una piedra celestial y una elemental, osea ciento sesenta mil monedas de oro, pero tenemos un asunto pendiente del cual nos vendría bien tu energía.
-Pues para empezar son ciento setenta mil monedas de oro por ser un maestro elemental, y no un elemental cualquiera, y en segundo lugar gracias por la información. ¿Quién es el chef entre la tripulación?
-Yo señor, el Capitán Shark a sus servicios, yo me ocupó de cocinar toda clase de comida marina para nuestra compañía - dijo el brujo.
-Perfecto, entonces para cenar solo tomaré una fruta erizo.
-¿Solo eso? Es muy poco, si quieres también tenemos...
-SHARK, él ha dicho que SOLO tomará eso, así que vete a buscarle algo y los demás a seguir trabajando que todavía no es de noche - dijo Sharpy con autoridad y todos se fueron de ahí para seguir con lo suyo mientras Oda simplemente se quedaba en el mástil atado mirando a los demás.
Poco más tarde la noche cayó, desataron a Oda y, mientras un cangrejo mutante sujetaba al maestro fuertemente, bajaron las velas por unos agujeros en el suelo y lo reemplazaron por un globo estático que pusieron el resto de tripulantes para flotar ligeramente sobre el agua. Luego de eso, todos bajaron por una escotilla en el suelo y allí empezaron a festejar cantando, comiendo y bebiendo como todos los piratas mientras que Oda se quedaba tirado en el suelo atado. Pero justo apareció Shark con un plato que tenía una rodaja de serpiente marina e iba acompañada con otras rodajas de fruta erizo.
-Es hora de comer - dijo el viejo animago desatando a Oda.
-Te dije que solo quería una fruta erizo, ¿qué pasará si el capitán se enterará de lo que haces por mí?
-Ha sido el propio capitán que me ha dicho que te desatará y después yo simplemente te he preparado algo más para que recuperes fuerzas, ha debido de ser duro un día como el tuyo - dijo Shark mientras Oda se puso a comer, sentado en el suelo, con los cubiertos que había sobre el plato - por cierto, tengo curiosidad de cómo supiste todo eso sobre Sharpy.
-Oh, eso no es nada. Cuando estaba en el templo de la primera orden me dedicaba a leer muchos libros un día sobre dos antes de ponerme a entrenar en la lucha como el resto de maestros de mi clase.
-¿Y qué pasó para que te encontrarás allí hoy? - dijo la marioneta.
-Pues es que hubo un accidente con un demonio y fui el único que consiguió salir con vida.
-Te entendemos, nosotros nos convertimos en piratas cuando nuestro padre Acuario murió en manos de Potreus - dijo Shark.
-Lo siento por lo de tu padre, la verdad es que ya había oído hablar de la rivalidad entre Potreus y Acuario incluso cuando estaban en la orden.
-Pues después de salir de la orden mi padre encontró una mujer animaga como yo, pero ella se transformaba en pulpo, y continuó siendo rey del mar hasta que estalló la guerra y cómo mi padre estaba del lado de los del caos pues se enfrentó a Potreus y ya conoces el resto. Aunque por suerte poco después nos encontramos con Sharpy y nos hicimos socios, él también tuvo problemas en la guerra y es que él perdió a toda su familia en manos de los humanos.
-Ahora entiendo su mal humor al verme, yo haría igual si me encontrará con Grim.
-¿Le conoces?
-Sé que fue un maestro de las sombras y que abandonó la orden para resucitar a los titanes y sus hijos. ¿Sabes quién es?
-Es justamente para él que trabajamos porque prometió a Sharpy vengarse de los humanos.
-Pues deberíais tener cuidado, sobretodo tú porque Grim no es de fiar y os destruirá a todos si le hacéis caso.
-¿En serio?
-Mi maestro era aprendiz de Grim y mató a todos los elementales de todas las razas solo para resucitar a Sunaron. Así pues da igual de que lado estéis él hará igual.
-Sabía que no debíamos habernos fiado de ese avian - dijo la marioneta.
-Entonces, ¿tienes un plan para pararlo? - preguntó Shark.
-Todavía no, pero en todo caso si cuando me volváis a atar aflojas un poco la cuerda para que pueda escapar a tiempo, creo que podría hacer algo - dijo Oda.
-Vale, mientras tanto dedicate a comer que sino el pescado se va a pudrir.
-Antes había oído que los animagos estabais locos por como vuestras transformaciones os afectan pero nunca hubiera imaginado que también fuerais simpáticos.
-En realidad eso depende de que elemento seamos puesto que somos a una cuarta parte elementales y por lo tanto nuestro carácter depende también un poco de eso, o eso me explicó mi padre.
-Pues ya tenemos algo en común puesto que yo solo soy la mitad.
-Pero tienes más poder que yo.
-Eso todavía hay que verlo, pero dime, ¿en serio has metido un alma de pescado en esa marioneta?
-Tú si que estás pescado anguila de tierra - dijo la marioneta.
Y fue así como se pasaron Shark y Oda hablando de sus cosas mientras que Sharpy estaba en la cama observando su brazo y reflexionando sobre lo que en ese día había sucedido.

Los ElementalesWhere stories live. Discover now