Corazón De Piedra Y Alma De Hierro: Capítulo 2

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Baldor trabajó duró durante su jornada en compañía de las mechas, que le ayudaban a transportar los cristales además de fragmentar estos cristales y llevarlos al exterior, hasta que un timbre sonó y todos los goblins que estaban trabajando con él se fueron por un agujero en el fondo donde había un cartel encima de la entrada que ponía: "goesae omegomseargoan" ("sala de descanso"). Entonces Baldor siguió a los demás y dentro se encontró una sala tan grande como la mina donde había trabajado todo el día aunque además había agujeros en las paredes donde algunos goblins descansaban mientras que había otros que hacían la cola delante de un carro donde un goblin servía una especie de puré de carne extraña al resto de trabajadores. Allí es donde Baldor fue, puesto que estaba muerto de hambre, y una vez servido busco una mesa en aquella sala plagada de un ejército entero de goblins que comían, bailaban, cantaban canciones de héroes de la gran guerra, jugaban a algún juego de cartas o simplemente discutían entre ellos.
-¡Eh heru, kemahsol! (¡eh tú, ven!) - dijo un goblin a Baldor desde una mesa donde había un grupo con una decena de goblins y Baldor acudió a ellos - ¿goesol kesoloseo goesol maesobomsemaban Silja? (¿es verdad que eres hermano de Silja?)
-Saban goesol (lo soy) - dijo Baldor sentándose con ellos.
-Hol goesol laeboangoan mear megoan (vas a ser famoso en ese caso) - dijo otro goblin de la mesa.
-Silja goesol boegot larumeolheme manboinseolseol soegoelban goblins (Silja es muy fuerte comparado al resto de los goblins) - dijo otro.
-Seomeboegot megotheseol memarlaeose omegotome pesehesesae manmaelsoe Potreus (además de estar enfadada desde la batalla contra Potreus) - dijo otro.
-¿Manboan? (¿cómo?) - dijo Baldor.
-Sekme kemahsol pieohsol seacruose piesoan kansakmeol megotheseol heolsegot kemamesol (un avian vino para pedir ayuda pero volvió enfadada tras su derrota) - dijo otro goblin.
-Goh maepemesol hol saegot meargoemaesol kesaesol goblin (si hubiera ido les enseñaría lo que vale un goblin) - dijo Baldor y todos los goblins que estaban comiendo levantaron los puños al aire vitoreando a Baldor durante unos segundos antes de ponerse otra vez a comer.
-Maepeadsesol manboan mahoban ohnarban heru pieosolme (hablas como un hijo digno de tu padre) - dijo un goblin más musculoso que los otros.
-¿Manmabanmesol pieosolme? (¿conocisteis a mi padre?).
-Goh, piansol heme hol seinbanasesol (sí, por eso te vamos a apoyar) - dijo otro de los goblins y todos los presentes en la conversación como los que oían asintieron.
Entonces fue a partir de ahí que Baldor se hizo un trabajador célebre entre sus compañeros que cada día, tras terminar su jornada, iban a hablar con él para hablar de diferentes historias y asuntos que él siempre escuchaba y después opinaba dando siempre consejos buenos a sus camaradas. Además su dominio con el martillo se hizo bastante viral porque a cada golpe de martillo, según la opinión de sus camaradas, "era como si la tierra misma temblase ante los golpes certeros de su martillo" por lo que sus compañeros le pusieron el sobrenombre de Baldor el destructor de puentes.
Tan famoso se hizo en la mina que un buen día fue convocado por Silja a su camarote. Mejor dicho, Baldor salió de la mina por un túnel, protegido por unos guardias con armaduras negras, y al final de este se encontró el río de color verdoso que se desplazaba en aquel estrecho junto a los peces que nadaban o andaban en él, que parecían pirañas con características diferentes: algunos eran lagartos con dientes afilados y escamas que se desplazaban por las orillas del río más lejos de allí, otros eran serpientes con aletas y dientes afilados como ojos grandes y redondos, y finalmente también había aves que parecían mini dragones del tamaño de un pie con una cabeza de rana. Así ese sitio sería el último en el que cualquier criatura quedría estar además del barco volador que estaba sobre el río que la simple sombra de este junto al globo reactor que tenía sobre este barco era imponente. Pero aún así Baldor entró dentro del barco al camarote de su hermana donde ella lo esperaba sentada en su escritorio y con las manos juntas.
-¿Boe saeboesol? (¿me llamaste?) - dijo Baldor entrando en la sala.
-Sí hermano, mejor dicho aquí puedes hablar el humano si te es más cómodo - dijo Silja enseñando un sitio delante de ella.
-Una lengua u otra me son indiferentes - dijo Baldor sentándose.
-Bueno pues vayamos directos al tema que nos concierne. Últimamente he oído hablar mucho de ti, parece que te has vuelto alguien importante entre nuestros hombres así que te voy a cambiar de puesto...
-La verdad es que me gusta bastante el puesto que tengo como trabajador capitana - dijo Baldor interrumpiendo a su hermana que mantenía la calma.
-Me lo imagino pero gente con tu potencial de trabajo creemos que podrías venir útil en la maquinaria.
-¿Quieres que me ponga a fabricar mechas?
-No, esto es un puesto diferente que solo se le da a una clase de semilla específica. Tú lo que vas a hacer es vigilante de los mechas, te ocuparás de entrenar y supervisar a nuestros nuevos mechas de batalla.
-¿Vamos a entrar en guerra?
-Por ahora Godor quiere más máquinas en sus torres porque Tarian se está volviendo una amenaza potencial y necesitamos a esas máquinas para la batalla, el problema es que los fabricantes goblins están muy ocupados fabricando estas máquinas y necesitamos que alguien las entrene y observen si tienen algún fallo. Estuve preguntado y los guardias votaron por ti así que ¿aceptas?
-Porque no.
-Perfecto, mañana te llevarán a la zona de entrenamiento con las máquinas, ahora puedes irte y descansar.
Y así finalmente Baldor se fue de aquel camarote pensando que ahora tendría un trabajo más duro pero más útil, pero sin darse cuenta de que este cambiaría por completo su destino.

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