Los Elementales

Renacido De Las Cenizas: Capítulo 3

-Ya estoy de vuelta mamá - dijo Decim entrando en la casa de su madre.
-Hola hijo ya era hora de que vinieras - dijo su madre desde la cocina - por favor siéntate en la mesa que vamos a empezar a cenar.
La casa de Decim y de su madre era más bien una cabaña con el comedor a la izquierda y unas escaleras a la derecha nada más entrar. El comedor estaba compuesto por la mesa de madera iluminada por una lámpara de aceite y la cocina que estaba en el fondo y a penas un par de ventanas mientras que arriba había dos habitaciones que estaban opuestas la una de la otra, en la primera se encontraba la cama matrimonial de su madre y en la segunda la estrecha cama de Decim y después en las dos habitaciones había una mesilla con una lámpara de aceite encima de cada una y un orinal que vaciaban tirando el contenido por la única ventana que poseía la habitación.
Cuando Decim entró se sentó en la mesa y dejó el cuaderno que le regalaron por su cumpleaños así como su pluma en un lado apartado de la mesa mientras que él se preparaba para comer.
-¿Qué tenemos hoy para comer mamá? - preguntó Decim.
-Hoy tenemos sopa de pollo con verduras - dijo la madre con su vestido de trapos y un moño en la cabeza trayendo un par de platos de sopa a la mesa - ¿Podrías traer los cubiertos querido?
-Sin problema - entonces se levantó y trajo dos cucharas de madera a la mesa en cada lado opuesto de la mesa donde se sentaban ellos.
-Gracias Decim - dijo la madre empezando a comer.
-De nada madre - respondió su hijo empezando también su plato.
-Oye dime, ¿qué tal te ha ido el día?
-Muy bien mamá, hoy recogí temprano el estiércol, vine aquí y me ocupé de los animales y de recoger el trigo pero después terminé tan pronto que decidí dar una vuelta por el valle...
-Decim, te tengo dicho que es muy peligroso que vayas allí por la tarde porque es cuando los dragones están más nerviosos y además es verano así que deben de estar aún más nerviosos.
-Lo sé y es justamente por esa razón por la que quería ir, es en verano cuando empiezan su rito de apareamiento y no podía perderme eso.
-¿Pero te das cuenta de lo peligrosos que son? Podría haber salido un dragón de las montañas y convertirte en ceniza en cuestión de segundos o incluso podría haber salido un dragón de esos venenosos que salen del bosque al lado del valle.
-Yo soy muy cuidadoso mamá y además conozco a los dragones de esa zona tan bien como los mejores sitios para esconderse y protegerse de esas bestias.
-Pero lo que intento decirte es que deberías dejar de estudiar a los dragones en tu tiempo libre, en vez de eso tal vez deberías de conocer gente y intentar conocer a alguna chica.
-¿Entonces tendría el permiso de hablar con mi hermana que vive al lado nuestro y que además parece ser la única persona que me escucha y me puede comprender?
-De ningún modo vas a hablar con esa hija del infierno que ya sabes lo que pienso de esa familia corrupta por esa súcubo.
Decim respiró ondo y entrecerró los ojos antes de recoger la mesa y limpiar los platos. Después, Decim acompañó a su madre a la cama y la dio un beso de buenas noches.
-Hasta mañana mamá - dijo Decim cerrando la puerta de la habitación.
-Buenas noches hijo - respondió la madre antes de ponerse a roncar.
Luego Decim antes de meterse en la cama se puso de rodillas enfrente de la ventana de su habitación mientras rezaba:
-Por favor oh gran y poderoso Atlas, señor de la naturaleza y el más anciano de los árboles de esta tierra, escuchad mis súplicas y darme la oportunidad aunque sea solo una de poder escapar de este infierno junto a mi madre y así poder vivir una vida normal. Oh poderoso Atlas, titán creador de la tierra y de la vida en esta, otorgarme esa bendición y os devolveré toda la tierra que yo he cultivado por vos al igual que os doy todas mis riquezas. Bendito sea el señor de la vida en la tierra de las mil criaturas. Amen.
Y fue ahí que se levantó pero de repente vio una bola de fuego cruzar el cielo oscuro y estrellado que acabó estrellándose contra el techo de la granja, entonces sería cuando fuera allí a investigar que comenzaría su desdicha.