Los Elementales

La Luz De La Salvación: Capítulo 5

El día fue bastante duro porque no tuvieron casi tiempo para pararse porque tenían que llegar más allá de la frontera de los enanos antes de que se acabará el día, así tendrían menos trayecto que recorrer y ganarían tiempo en su regreso. Por suerte para ellos tenían arañas, escarabajos y ciempiés que trabajaban como transportes de mercancía y gente por lo que cuando alguien estaba muy cansado se subía a uno de estos y continuaban su camino al ritmo rápido de los demás. Esta astucia les ayudo a llegar a la sierra de la frontera enana, también llamado el cinturón de Kratos en honor a un enano bastante conocido por haber creado las conocidas galerías de aquellas montañas, antes de que cayera la noche. Esto permitió a Bob, la mariquita guardián, de enseñar aquellos parajes rocosos y nevados de las montañas a Splite antes de que la noche les dificultará la visión.
Por lo que Splite vio la sorprendió bastante el cambio entre el bosque pantanoso del reino de los enanos y las montañas de aquel lugar. Por primera vez podía ver la nieve que se quedaba en las cimas de las montañas y la tierra negra y grisácea que se encontraba en las paredes de la montaña, por culpa del polvo y el carbón que salían de las minas situadas unas más altas que otras, y había incluso muchas montañas entre ellas que tenían chimeneas que salían de uno de los lados más cercanos de la cima y se elevaban un poco más arriba del pico, y que no paraban de sacar humo a veces blanco y otras veces gris e incluso alguna vez negro. Splite se sorprendió al ver esos parajes y preguntó a su acompañante de que tipos de criaturas encontrarían aquí por lo que Bob respondería:
-Me temo que en estas montañas todas las criaturas se fueron hace mucho tiempo y ya no quedan aunque se dice que a veces pasan dragones legendarios por estos lares.
-¿Y a loz enanoz no lez preocupa ezo?- preguntó Splite mientras caminaban por uno de los estrechos entre las montañas.
-No la verdad es que ellos tienen sus casas bajo tierra junto a las minas que se sitúan tanto dentro de la montaña como más debajo de nuestros pies. Yo personalmente no he ido allí puesto que solo un enano tiene permiso a entrar allí pero se dice que cuando descienden del interior de la montaña, donde están sus casas, hasta unos cuantos metros bajo tierra pues allí tienen que luchar contra otras criaturas que se sitúan bajo tierra y de los peligros que conlleva acercarse al centro de la tierra. Nosotros prometimos que los insectos solo excavariamos hasta un límite y que después no tendríamos otra que excavar hacia los lados porque, aunque podamos seguir más adelante en su territorio antes de llegar a sus minas, a ellos les resulta molesto que hayan insectos bajo sus pies.
-Ez por ezo por lo que el emperador enano hizo una escepción cuando nozotroz cruzamoz zuz bozquez zupongo.
-La verdad es que el trato que tenemos con el rey efectivamente nos permite cruzar el bosque, mandando antes un mensaje al emperador, y a cambio nosotros podemos vivir en sus tierras y recolectar polen y comida de los alrededores pero nunca podemos ir más allá del centro pantanoso del reino.
-¿Y por qué no quieren que vayamoz hazta allí? ¿A cazo no tenemoz derecho a vivir en el bozque como cualquier otra criatura?
-Eso se debe a que los enanos estuvieron confrontados contra los insectos durante mucho tiempo. Mejor dicho antes los enanos, en los tiempos de la guerra de los titanes, ellos estaban del lado del caos junto a sus primos lejanos los gobelins e incluso después tuvieron mucho mal a unirse a la unión del reino de Atlas. Aunque hay una segunda razón y es que cuando más desciendes bajo tierra más te acercas al centro que es donde se supone que está la semilla del vacío, una semilla que fue vaciada de su poder para crear este mundo, y está protegida por insectos salvajes, dragones subterráneos, vampiros necrofidos, demonios y otras cosas de las cuales nadie tiene poder de controlar. Así pues, aunque nosotros seamos más civilizados nos tienen miedo.
-¿Y creez que podremoz ver un dragón por aquí?
-Lo dudo mucho porque los dragones suelen volar por arriba de la montaña pero no por estos estrechos donde nosotros estamos pasando, aunque he oído que cerca del cinturón de la frontera con el reino del caos existen dragones más pequeños que se cuelan por estos estrechos porque no les gusta mucho la compañía de otros. Además de que los dragones del pantano o de los bosques solo se encuentran en el centro del imperio enano o en las fronteras con el reino del caos, y como hemos rodeado el pantano pues no creo que vayamos a ver alguno.
-Pero a donde vamoz queda cerca de la frontera con el caoz, ací que todavía tenemoz alguna pocibilidad.
-Ojalá pero no, los elfos son los peores enemigos del caos y de los dragones por lo que en esa zona no hay muchos que se atrevan a ir. Aún así como veo que te interesa tanto los dragones déjame contarte un par de cosas sobre ellos...
Así se pasaron el resto del poco camino que les quedaba, hablando de dragones y mitos que circulaban por el reino de Atlas, hasta el punto de encuentro con Mariah en el otro lado del estrecho el cual se quedaba poco a poco más oscuro mientras que la luz del día desaparecía.