Los Elementales

La Llamada De La Naturaleza: Capítulo 3

Estuvo buscando por los alrededores del bosque pero no encontró ninguna pista de la criatura, era como si hubiera desaparecido. Así que finalmente Elxa se dio por vencida y volvió a la biblioteca donde buscaría el libro donde encontró la información sobre los almarok. Sin embargo el tiempo pasó y al final cayó dormida.
Poco después se levantó pero ya no estaba en la biblioteca, se encontraba en una isla flotante en medio del cielo iluminado por la luz del sol donde había un árbol de pétalos rosas y un golem, dos veces más grande que ella y con los ojos de luz verde, que estaba sentado en el suelo al lado de ella.
-Hola Elxa - dijo el golem dibujando una sonrisa en su cara.
-¿Quién eres tú? ¿Dónde estoy? - preguntó Elxa extrañada.
-Me llamo Groc y estás ahora mismo en mi isla flotante.
-¿Y por qué estoy sobre su isla flotante?
-La verdad es que no lo sé, un amigo mío que has conocido hoy me dijo que hablará contigo puesto que tenías algo interesante para mí.
-Un momento, ¿te refieres al almarok?
-Sí, él está bajo mi mando como todos los elementales - dijo el golem haciendo un movimiento hacia abajo con la mano y la isla flotante bajó hasta estar en frente de otras islas flotantes donde habían en algunos árboles, en otros volcanes, en otros estanques, en otros zonas áridas con piedras e incluso algunos que eran de hielo que resistían a la luz del sol que se reflejaba en ellos en ese momento - bienvenida a las tierras elementarias.
-¿Qué es este lugar? - dijo Elxa perpleja al ver tantas variedades de islas flotantes.
-Esto es un refugio para los elementales puros. Como ya debes de saber muchos de los nuestros fueron cazados por los humanos por el poder que tenemos mientras que otros se volvieron maestros elementales o se mezclaron con otras criaturas.
-¿Pero por qué estaría yo aquí entonces?
-Esa es la gran cuestión, y es que según el Emeralrok lobo que viste hoy tienes algo especial además de ser la última elfa con vida.
-¿Crees realmente que soy la última? No lo...
-Créeme sí lo eres, esa es la segunda razón que te trae aquí joven elfa.
-¿Y cuál es la primera?
-Él dijo que tenías algo especial y no mintió, eres más de lo que crees. Voy a enseñarte algo antes de que vuelvas - dijo Groc y movió la isla flotante una vez más hasta ponerse sobre una isla flotante de magma con un volcán - Mira ahí abajo y dime lo que ves.
Entonces Elxa observó aquella isla y vio un elemental en estado líquido y de color dorado luchando contra un torbellino de color negro y que disparaba rayos por todas partes.
-Veo un elemental de oro luchando contra uno de viento.
-Exactamente.
-¿Y qué tiene que ver esto conmigo?
-Intenta bajar ahí.
-¡¿Qué?! Pero eso es muy arriesgado.
-Tú hazlo, confía en mí además de que los puedo detener si jamás se ponen violentos.
Entonces Elxa se puso en el borde de la isla flotante dudando si saltar o no pero Groc le dio un pequeño empujón y ella cayó sobre la isla aunque curiosamente sin hacerse daño, aunque fuera una caída considerable, y lo más extraño aún es que cuando los elementales, de tamaño de titanes, se dieron cuenta de la pequeña presencia de Elxa dejaron de discutir y se fueron cada uno por su lado. Entonces fue ahí que el golem bajó sobre su isla y recogió a Elxa.
-¿Y bien? - dijo el golem sonriendo.
-No lo entiendo, ¿por qué han dejado de luchar? - preguntó Elxa confundida.
-Todo tiene un punto de equilibrio Elxa, cada criatura, ser o objeto se mantiene estable gracias a ese punto de equilibrio que tiene, que si lo encuentras entonces puedes mantener en equilibrio cualquier cosa, pero para eso tienes que balancear el peso de cada lado o en este caso la energía. Ahí abajo había un elemental de la facción del éter y otro del caos, dos cosas completamente distintas pero no del todo equilibradas puesto que uno buscaba a echar al otro manteniendo un duelo constante, pero lo único que necesitan es encontrar un punto común, un punto de equilibrio y ese punto es la naturaleza. El éter es el cielo y el caos es lo que hay debajo de nuestros pies pero la naturaleza está en medio de esas dos fuerzas y es lo que permite mantener el equilibrio entre estas dos fuerzas contrarias que serían el éter y el caos, ¿entiendes lo que quiero decir?
-¿Pero qué tiene que ver todo esto conmigo?
-Todavía no lo has entendido pero lo irás entendiendo, por lo pronto mañana quiero que me hagas un favor.
-¿De qué se trata?
-Quiero que busques al almarok y lo sigas a través del bosque, él te guiará por los bosques hasta llegar al otro lado y allí buscarás al gran cazador y, una vez que le hayas vencido, le robarás una piedra muy especial que lleva él en su cinturón, esto te ayudará a encontrar la respuesta que tú buscas.
-¿Y por qué tendría que recuperarlo yo?
-Por ahora eres la última de los elfos y quiero protegerte, pero para ello tendrás que hacer este camino tú misma puesto que solo podemos hablar durante tu sueño hasta que lo hayas conseguido, además estoy aquí encerrado por lo que mismo si quisiera no puedo ayudarte más que esto. Así pues ya te he contado lo que debía, ahora despierta y continua tu camino.
-Pero espera, esto es muy dudoso para mí, no sé ni siquiera quien eres realmente.
-Pronto todas tus preguntas serán resueltas pero por ahora, despierta.
Entonces el golem puso su enorme mano de piedra sobre Elxa y está se despertó al instante en la librería de Elaria, como si todo lo que hubiera pasado aquella noche hubiera sido solo un sueño.