LXI

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1880 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1880 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

El príncipe caminaba algo apresurado algo asustado, Lauren trataba de igualar su ritmo, pero el peso de la falda y lo repentino de lo que le habían contado la dejaba atrás de tanto en tanto.

No quería darle vueltas a ese asunto, no estaba acostumbrada y es más jamás había recibido una herencia de algo escrito en un testamento. Porque ninguno de sus padres tenían uno, ni nada en su vida le dio la oportunidad de recibir o experimentar algo directamente relacionado con esos temas, bueno hasta ese momento.

Sabía como funcionaban esas cosas, pero no como las tomaban y administraban en el castillo cuando sucedían con los trabajadores. Sabía que se lo iban a explicar, así que de eso no podía preocuparse.

Una parte de ella se sentía mal por saberlo, porque obviamente no podía agradecerle por ello, y tendía a sentir que aquello sea lo que fuere, no podía merecérselo por completo.

Se lo contaron bastante rápido, y decidió que era mejor dejarlo así. Si lo pensaba mucho podía retroceder en todos los avances que había tenido en su proceso de luto durante las semanas pasadas. Sin que pueda expresar su agradecimiento recibiría aquello que el hombre había decidido darle, y atesoraría ese gesto para toda su vida

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Al final de uno de los pasillos, una gran puerta de madera se encontraba abierta, el príncipe invitó a la muchacha a entrar y el también lo hizo al instante cerrando la puerta detrás de él.

Su oficina era tremenda, parecida a la que tenía Vladimir Gees en la biblioteca, solo que con mucha más luz, más espacio y una decoración totalmente acorde con la del castillo.

El joven fue hasta su escritorio, de donde hizo al lado un par de libros para hacer más espacio en la mesa del mismo.

Invitó a la muchacha a sentarse en la silla que había al frente, y el obviamente se sentó en la silla que estaba detrás de la mesa. Se llevó la mano a la cabeza unos segundos, nuevamente como si estuviera asustado por algo, dio un fuerte suspiro y de entre los cajones del escritorio buscó algo.

Una especie de mal presentimiento invadió a Lauren de manera sutil, pero difícil de ignorar.

—Bueno, ahora lo que sacaré es el informe del banco, junto a la constancia de entrega. Usted la lee, la firma y así queda asegurado que esto se le ha informado propiamente y que esta al tanto de esta noticia—dijo, para después encontrar dos papeles, poniéndolos delante de la muchacha, mientras de su tintero también sacaba su pluma para prestársela.

Obviamente primero leyó el informe, que explicaba que como sirvienta real, su presencia en la lectura de testamento no era necesaria, porque el castillo manejaba esas cosas impecablemente, informaban que el hombre le había dejado dinero, una cantidad que sin ser fuerte fácilmente podía darle sustento a cualquiera por unos buenos meses, que esa cantidad era la misma que le estaba dando a sus otros empleados, pero que a diferencia de ellos, el dinero de ella estaba siendo depositado en su cuenta bancaria.

❛¹❜⸙ 𝐂𝐑𝐎𝐖𝐍 | 𝔗𝔥𝔬𝔪𝔞𝔰 𝔅𝔯𝔬𝔡𝔦𝔢-𝔖𝔞𝔫𝔤𝔰𝔱𝔢𝔯 (✓)Where stories live. Discover now