LXXXV

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1880— 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1880— 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

La conversación continuó un poco hasta que todos empezaron a comer. Ya que para eso, el joven jardinero fue a sentarse con sus amigos.

Frizzy preguntó varias veces si se había notado que estaba extremadamente nerviosa. Y Lauren respondía que desde su punto de vista, no se había notado hasta que ella lo había mencionado.

[•••]

Después del desayuno de los empleados de la cocina y jardineros, todo siguió como en un día normal.

En un momento, antes del almuerzo, y como a cualquiera, Lauren tuvo ganas de ir al baño. Y en el caso de la cocina, no estaba precisamente muy cerca.

Pidiendo permiso a la encargada temporal de ese día, salió de la cocina. Subió las escaleras, fue por diferentes pasillos, se equivocó de dirección en uno y tuvo que darse la vuelta. Llego al baño más cercano a la cocina, obviamente destinado a los empleados, aunque claro que debido a la magnitud del castillo también habían más baños para los sirvientes.

No se demoró mucho, no olvidó tampoco lavarse las manos, y salió de ahí lo suficientemente rápido para poder volver a la cocina.

Llegó nuevamente a uno de los pasillos principales que la llevarían a la cocina, pero en un momento en el que ni siquiera estuvo alerta para saber que pasaba, terminó recibiendo un susto que no se esperó.

Quien sabía de donde, o como o en que habría de estar pensando Lauren para estar tan desconcentrada. Pero el príncipe se le había aparecido en frente de una manera tan sorpresiva, que en cualquier otra circunstancia habría parecido un fantasma.

Se asustó claramente, pegando un salto y un grito ahogado que también terminó asustando al príncipe. Quien  claramente se había cambiado y alistado para ir a su oficina, y trabajar en todo lo que tenía que hacer.

—Perdón, perdón.—se disculpó el joven.

Lauren intentó negar mientras se recuperaba del susto con una mano en el pecho.

—Te iba a buscar en la cocina pero te vi de lejos por aquí y te alcancé. No te quería asustar, perdón.—se excusó el príncipe sinceramente, aunque también estaba evitando reírse porque claramente el susto de Lauren había sido gracioso.

—No, yo caminaba con la cabeza en otro lado, perdón —dijo Lauren.

El príncipe rio.—Solo quería decirte algo rápido, porque se que tienes que trabajar.—decidió decir—Gracias, leí tu nota. Gracias por tomarte el tiempo de escribir o responder algo, a pesar de que no era necesario en ningún sentido.—dijo, empezando a sacar algo del bolsillo de su pantalón—y toma esto—le entregó una nueva nota, esta vez notablemente más pequeña que cualquier otra.—Parece ser nuestra única forma de hablar seguido.

❛¹❜⸙ 𝐂𝐑𝐎𝐖𝐍 | 𝔗𝔥𝔬𝔪𝔞𝔰 𝔅𝔯𝔬𝔡𝔦𝔢-𝔖𝔞𝔫𝔤𝔰𝔱𝔢𝔯 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora