❛¹❜⸙ 𝐂𝐑𝐎𝐖𝐍 | 𝔗𝔥𝔬𝔪𝔞𝔰 𝔅𝔯𝔬𝔡𝔦𝔢-𝔖𝔞𝔫𝔤𝔰𝔱𝔢𝔯 (✓)

LXXXVII

𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1880— 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

Debido a la tensión del ambiente. Lauren y Frizzy solo pudieron asentir.

Ver a Karoma, de una manera tan vulnerable, era extraño. Pero ahora que había un contexto, era más fácil comprender la imagen estricta que daba a los demás.

Las 4 mujeres se quedaron un buen rato en la enfermería. Con indicaciones y recomendaciones para las dos sirvientas. De como no debían decir nada obviamente, por su propia seguridad. De que Karoma solucionaría lo de sus puestos, y que su cuidado debía ser mejor, porque lo que era un secreto entre tres sirvientas, ahora habían pasado a ser 5.

También habrían de contarle a Octavia. Para que pueda ayudar a Lauren y a Frizzy por si se daba algún tipo de situación a la que no se querían exponer.

Frizzy también se tomó su tiempo para terminar de calmarse. Había seguido totalmente nerviosa, y como no estarlo.

Se sentía mal, todos se sentían mal.

Pronto para disimular, tuvieron que pretender que hablaron sobre trabajo solamente, cuando las otras enfermeras  tuvieron que pasar de nuevo, antes de que se pongan a sospechar algo.

De todas formas fue difícil pretender que lo que había sido era de lo más insignificante. Las expresiones de las mujeres eran lo suficientemente convincentes, pero si alguien se concentraba notaria la impresión, y hasta la angustia disimulada.

Lauren tuvo que guardar la nota del príncipe rápidamente al notar la presencia de las enfermeras, felizmente Karoma había accedido a no quitarle la nota. Así que doblandola rápido, volvió a esconderla en el bolsillo de su delantal.

Durante el resto del día, un sentimiento frío y apagado ensombrecía a las dos sirvientas. Frizzy se sentía culpable, si se hubiera ido antes no estarían en esa situación.

Pero no tenía la culpa, Lauren se lo dijo. Toda esa situación era algo que se salía de las manos de cualquiera. Así que nadie podía ser responsable porque ambas se hayan enterado, o porque Karoma haya discutido con la Reina.

Habían de guardar el secreto. Por más de que ambas sean amigas de la princesa, y del príncipe. Y también era ese aspecto, el que claramente las hacia sentir como cometiendo una especie de traición. Al ocultarles la verdad, pero por otro lado, siendo lo más conveniente que no lo sepan.

[•••]

El día siguiente, fue definitivamente triste para ambas sirvientas. Sobretodo porque nadie sabía ni podía saber el verdadero contexto de lo que estaba pasando.

Lauren y Frizzy estaban calladas desde el día anterior. No necesitaron hablar, porque no era lo mejor tocar el tema de un día para otro. No necesitaban hablar del tema en sí, todo había quedado muy sensible el día anterior, no era un tema donde puedan hacer mucho. Más que callarse, dejar de hablar con el príncipe, para seguir guardando silencio, porque no podían decirle, no podían exponerlo a un sufrimiento o a una verdad que al menos por el momento (si eso servía de consuelo) no podían decirle.