CAPÍTULO 7

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NICOLE

La noche comenzó a tornarse un tanto entretenida en cuanto Nicolae hizo aquel extraordinario descubrimiento. Un nombre se me vino automáticamente a la mente en cuanto leí ese apellido, cambiando completamente mi actitud, volviéndose más introvertida. Nicolae me dio un toque en el hombro para que apartara mi vista de aquel documento amarillento y le prestara atención.

—Parece que viste un fantasma, ¿Qué está pasando por tu cabeza?

—Agradezco que no te hayas colado en mi mente sin permiso para averiguarlo. Digamos que ese apellido me hizo pensar. Sé dónde hay una Osborne, el problema es que no quiere verme.

—Vale, ahora necesito que me expliques un poco más.

Le hablé de cuando escapé de la mansión al ver que ninguno de ellos estaba en casa y que había signos de violencia por cada rincón. Al pensar en la posibilidad de que había llegado tarde. Conforme iba contándole mi encuentro con Betty, los ojos de mi amado se iban abriendo más y más. Pero cuando le dije que intenté leerle la mente a la bruja para averiguar si ella sabía algo más que no me contaba, las carcajadas de él salieron violentamente, sujetando su estómago resoplando. Me indigné y le golpeé el hombro en señal de que ya era suficiente por hoy.

—No sé si has caído en lo que te he dicho, pero no puedo hablar con esa mujer. Y ella conocía a mi madre, de hecho, por lo que pude averiguar hablando con ella y por las fotografías que encontré en su casa, eran bastante amigas.

—Cielo, piensa bien. Si han asesinado a toda su familia, es normal que, si queda alguien de ellos vivo, se encuentre escondido en algún lugar del globo terráqueo. Por mucho que tu seas la hija de una amiga suya, eres ante todo una vampira y por tanto es normal la desconfianza. De hecho, creo que ni siquiera, aunque fueras humana, te hubiera dicho nada por seguridad y desconfianza. Comprendo a esa bruja, yo hubiera hecho lo mismo.

Odiaba darle la razón, pero ahora que lo pensaba con mayor claridad, pude entender el motivo de su ira. Tampoco era algo bueno estar tan involucrada con los Bartholy, teniendo en cuenta que eran los hijos del mismísimo creador del Exilio. En un mundo tan sumido en el caos, el ser precavido era una delgada línea que separaba la vida de la muerte.

La vista de Nicolae se deslizó hacia la pantalla de mi ordenador, transformándose su expresión en una completamente seria. Al comprobar qué estaba viendo, no pude evitar exclamar:

—¿Pero qué coño...?

—¿Qué mierdas hace ese imbécil en la puerta de la cabaña­?¡Voy a matarlo, joder!

A gran velocidad, Nicolae se marchó del estudio. No iba a quedarme de brazos cruzados y esperarle: era momento de averiguar qué era lo que estaba sucediendo con Sebastián y su intenso interés sobre la invitada. No iba a permitir más mierdas varias; estaba claro que por mucho que fuese nuestro aliado, no podía quedarse por más tiempo con nosotros ya que nos exponía a un terrible peligro.

En cuando dí varios pasos, el teléfono fijo de la mansión comenzó a sonar. Eso solo podía significar que se trataba de Antonella.

Me vi en la dualidad de responder o de ir tras Nicolae, pero, ¿Y si se trataba de algo importante?

Decidí responder a regañadientes.

—Ya puede ser importante porque ahora mismo en la mansión puede crearse una guerra campal—Le respondí.

—Querida mía, no puedo sentirlo más por ti. Pero he de decirte que el caos está muy muy cerca.

La voz de Claudette me pinchó directamente en el corazón. Me quedé de piedra al comprobar de nuevo el número de teléfono. Era, indudablemente, el de Antonella.

The liberation of the beast(Is It Love?Nicolae parte IV)Место, где живут истории. Откройте их для себя