CAPÍTULO 65

12 4 5
                                    


Llevaba las runas de mi madre en el bolsillo y las apretaba cada pocos minutos como forma de darme valor mientras caminaba en la oscura noche

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Llevaba las runas de mi madre en el bolsillo y las apretaba cada pocos minutos como forma de darme valor mientras caminaba en la oscura noche. Me despedí de Sophie en presencia de todos, pidiéndoles que me dejasen un rato sola pues no me encontraba bien. No les desvelé a ninguno de ellos dónde iría, pero fui lo suficientemente inteligente como para dejar algo en mi dormitorio para que supieran dónde buscar.

Por primera vez en mucho tiempo, vestía de gris y no llevaba ni una gota de maquillaje. Mi cabello no estaba suelto, sino que estaba recogido en una coleta baja. Desde que me convertí en vampira, me crecía a mucha mayor velocidad que antes, por lo que ahora me llegaba por debajo del trasero. Había dejado atrás esa necesidad de arreglarme a cada instante, a estar presentable incluso cuando no tenía en absoluto ganas de colocarme nada apretado o ceñido, cuando el simple hecho de peinarme era un suplicio.

La vida que Nicolae me había dado era una oportunidad que ningún otro me hubiera concedido. Durante un tiempo lo odié de verdad a la vez que lo amaba hasta quemarme el corazón. Temía convertirme en un cúmulo de cenizas, autodestruirme para dejar esa maldita dualidad que tanto mal me hacía. Pero perdoné todo, comprendí cada acto y situación; lo miré con lupa y me puse en sus zapatos. Si él me hubiera dejado morir, yo nunca hubiera sabido todo esto de mi madre; no hubiera tenido la posibilidad de descubrir lo que realmente le sucedió.

No estaría caminando hacia la verdad como ahora, no hubiera sabido lo que significaba realmente la palabra familia, no me hubiera perdonado con mi hermana y nuestra relación no hubiera mejorado al punto que lo había hecho. Hubiera muerto sin saber de mi sobrino y sin conocer lo que realmente era sentirse querida.

El peso del diario de mi madre era mayor, quizás eran mis manos que temblaban. Seguí las indicaciones que fue dejando, aunque conocía el punto que ella describía porque no se encontraba demasiado lejos de la mansión. Era curioso cómo había permanecido en un lugar cercano a dónde mi madre pasó sus últimos días sin siquiera saberlo. Apreté de nuevo las runas, parando en seco para tomar aire. No podía dejar de enfocar el peligro que podía venirme de donde fuera; y si ese niño del que hablaba mi madre era el mismo que atormentaba a Betty, debía de ser aún más cautelosa.

La noche no era ventosa pero sí bastante húmeda, por lo que había un poco de bruma baja alrededor. El lago ya se encontraba en mi campo de visión, por lo que, a partir de ese punto, fue que tuve más cuidado por si acaso.

Recordé todas las instrucciones: no podía beber sin más del agua, sino que tenía que pedir permiso. Mis palabras tenían que ser sinceras y directas para que el espíritu me tomara en serio y consiguiera hacer que me ayudara. Poco más de tres pasos me separaban de la orilla, pero qué difíciles se me hacía darlos.

Golpeé mi hombro derecho tal y como lo hacía Drogo cuando intentaba animarme. Era curioso, pero era de los que más conseguía relajar mi temperamento, quizás porque comprendo lo difícil que es para personas como nosotros, mostrar algún tipo de sentimiento o sensibilidad. Ese gesto es más grande y delicado de lo que parece.

The liberation of the beast(Is It Love?Nicolae parte IV)Where stories live. Discover now