CAPÍTULO 53

11 5 2
                                    


No me esperaba encontrarme con Betty nada más pisar la mansión

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No me esperaba encontrarme con Betty nada más pisar la mansión. El rostro de todos al verme fue de entre sorpresa, enfado supremo y ganas de llorar. La explosión colectiva me dejó congelada, sobre todo al recibir una oleada de abrazos acompañada de unos cuantos llantos. Sebastián se quedó rezagado a mis espaldas, esperando que la turba se calmase para saludar. Mi hermana fue la primera en verle, quedándose mirándolo como si fuera a desaparecer de un momento a otro.

—Perdóname Catherine—Fue lo único que pudo decirle. Ella le abrazó con fuerza, pues temía que algo le hubiera pasado. Yo me sentí en paz al verlos a ambos en aquella atmósfera, aunque la enorme realidad es que no estaban destinados el uno al otro. Él cargaría con ese amor tan grande a sus espaldas y ella, no sé qué demonios haría.

Ambos se habían alejado del resto para poder conversar con tranquilidad. De entre todos los presentes, no veía a Drogo por ninguna parte. Me vi tentada a preguntar, pero tomé la sabia decisión de no hacerlo por temor a que hubiera hecho algo estúpido, ya que, si eso era así, el horno no estaría para bollos.

Nicolae me tomó en brazos para sacarme de aquel círculo amoroso. Él era el que más atención requería de mí, por lo que no me hice esperar, plantándole un beso que hizo a más de uno apartar la mirada. Algunas quejas comenzaron a escucharse, por lo que Peter tuvo que hacer de moderador para calmar a las masas.

—Comprendo que los reencuentros son bonitos, pero debes contarnos qué demonios has hecho durante todo el día.

El relato era largo, por lo que les pedí que fuésemos al comedor para relatarles todo lo que había encontrado. Les dije lo de la habitación de hotel, las pistas que encontré y que me llevaron a una caja cuya llave estaba en nuestra casa. Cuando les dije que había conseguido un diario de mi madre, Catherine gritó desde el exterior de la habitación, apresurándose a mí con grandes zancadas.

—¿Qué acabas de decir?

—Que acabo de encontrar un diario que mamá comenzó a escribir cuando estuvo de visita. Es evidente que no lo he podido leer demasiado, ya que apenas hace unas horas que conseguí la llave. Pero Betty tiene mucho que ver en todo esto; fue amiga de mamá y parece ser que la ayudó a saber más de la ciudad.

Betty me miró con el rostro acongojado; podía ver claramente lo apenada que se sentía con el tema. Aunque no fue mucho tiempo, estaba claro por su reacción, que congeniaron muy bien. Mamá era alguien muy agradable, por lo que no era difícil hacerse amiga suya. Deseaba de una buena vez por todas dejar de hablar acerca de ella y tan solo recordarla en silencio en mi mente sin involucrar a nadie más, pero era necesario pues parecía ser que ella tenía más de una clave al enigma cada vez más grande que teníamos delante de nuestras narices.

Betty se ofreció a ayudarnos con lo que fuera necesario; era muy beneficioso para todos contar con ella, pues sus poderes y sabiduría eran muy elevadas. Era una aliada estupenda, aunque no se llevaba tan bien con todos los presentes. Yo no es que fuera santo de su devoción, pero por ser una de las hijas de su amiga, me respetaba lo suficiente. Al menos, llegamos a un punto común donde sellar la paz entre ambas.

Sebastián y mi hermana decidieron sentarse un poco alejados de todos. Nadie parecía poder sentarse; todos andábamos en círculos como pollos sin cabeza, con una enorme ansiedad. Era inevitable, pero encontrar algo tan oculto durante tanto tiempo, era demasiado extraño.

—¿Estamos seguros que es la letra de tu madre, Nicole? —Preguntó Madeline. Asentí completamente convencida, secundándome mi hermana tras echar un vistazo a una de las páginas del diario. No había alguna duda que era ella quién la había escrito.

—¿Y si estaba siendo obligada por alguien para escribir todo esto?

Peter me dio una nueva clave que tener a considerar. El mensaje que recibí era claro; algo le había sucedido a mi padre. Siempre se me hizo extraño que desapareciera así sin dejar rastro alguno y dejándose todos sus efectos personales en casa. En aquel mensaje, el remitente tenía planes para mí, pero nunca le contesté. Comencé a pensar que quizás había llegado el momento.

Tenemos algo que te interesa, solo tú sabes a lo que me refiero, ¿Has perdido el contacto recientemente con alguien a quien tienes aprecio? Haz memoria. Y quizás, solo quizás, podamos llegar a unos términos que sean interesantes para ambas partes. Si le dices algo a alguien, incluyendo a ese Bartholy, perderás toda oportunidad. Es hora de que seas la heroína que siempre quisiste ser, Nicole. Si no, quizás podrías correr la misma suerte que tu padre.

Conforme le daba más vueltas a la cabeza, un destello se pasó por mi mente. a quién hacía mucho tiempo que no veía era a Antonella; ni siquiera me contestaba las llamadas. Claudette tomó una de esas llamadas y me contó el horror acerca de Micaila, por lo que no podía descartar que aquella arpía le hubiera hecho algo a Antonella, pero, ¿Tendría las agallas sabiendo que era la hermana de Víktor?

Esta misma noche le contestaría, ¿Qué términos buscaba encontrar conmigo? ¿Qué planes oscuros tendría esa mente maquiavélica que deseaba putearme de aquella forma?

Betty interrumpió el enorme jaleo creciente que se había instalado en la mansión. Todos nos quedamos mirándola, expectantes de lo que ella iba a decir.

—Creo que debemos de organizar un plan. Está claro que muchos frentes abiertos están relacionados con algo: el lago, la señora Hudson y quizás lo que ocurrió en el territorio de Sebastián. Piénsenlo bien, han sido demasiados eventos trágicos seguidos, por lo que no puede ser algo al azar. Algo se nos escapa y debemos de dar con lo que es.

—Entonces, el tema del niño fantasma, ¿qué podemos hacer? —Preguntó Catherine.

—Requiero realizar un ritual donde llamar a los espíritus para que me ayuden a saber más acerca de Gared. Si tengo un alma pegada a mí, el resto de fantasmas será capaces de verla. En caso de no ver nada, entonces me confirmarán aquello que temo sospechar; que lo que tengo pegado no es un fantasma, sino otra cosa que podría estar haciéndome daño sin yo saberlo. Algo está pasando que me está mermando la magia, no puede ser simple casualidad. Las brujas con los años, no perdemos facultades, sino que nos volvemos más poderosas al ser más sabias. Me convencí a mí misma de esa posibilidad porque tenía demasiado miedo. Es hora de no ser tan cabezota y pedir ayuda.

Todos comenzamos a planear dónde realizaríamos aquel ritual. Debía ser en un sitio que pudiéramos considerar como seguro, pues no teníamos idea de a lo que nos enfrentábamos. Pensamos en la posibilidad de hacerlo en los alrededores de la mansión, en alguna parte del jardín e incluso, cerca de la cripta familiar, pero había muchos puntos oscuros en los que aquel niño podría esconderse y atacar, en cualquier caso.

Incluso llegué a sugerir ir a la casa de mamá, pues había un jardín lo suficientemente grande como para realizarlo, pero no deseaba favorecer a que nuestra madre apareciera y nos provocase más daño a mi hermana y a mí. Sebastián levantó la mano y propuso algo que nos dejó atónitos.

—Tengo un sitio perfecto. Volvemos a mi territorio. Allí ese niño o lo que sea, no podrá rastrearnos ya que de seguro no conoce la zona. Hay muchos de los nuestros y podemos proteger a todos para que el ritual salga perfecto.

Pensé en lo que había sucedido con su padre, ¿Qué demonios había pasado como para que permitieran que volviera tras ser sospechoso de asesinato? Esperaba que, a la vuelta, nos diera un poco más de explicaciones acerca de lo que les estaba sucediendo a su clan. El problema de todo era que Betty y Sebastián debían marcharse solos, pues estábamos seguros que allí los vampiros no serían bienvenidos y tendríamos muchos problemas.

No esperaron mucho para marchar, pues el tiempo era oro y la incertidumbre demasiado terrorífica.

The liberation of the beast(Is It Love?Nicolae parte IV)Where stories live. Discover now