CAPÍTULO 67

12 6 7
                                    


No recuerdo por cuando tiempo estuve sentada en el borde del lago en completo silencio

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No recuerdo por cuando tiempo estuve sentada en el borde del lago en completo silencio. El espíritu del agua me había dejado sola y se había sumergido de nuevo en el agua para darme el espacio que necesitaba. No sabía cómo demonios encajar todo lo que había averiguado; desde el tema del asesinato de mi padre al descubrimiento de quién era ese niño.

Los Drow podían tomar la forma que desearan y, durante muchos años, uno de ellos estuvo a mi alrededor para jugar conmigo y desmoronar mi vida cuanto le placiera. La primera vez fue cuando uno de los médicos, le diagnosticaron a mi madre la enfermedad. Esa fue la primera piedra que colocó en el camino, pero no iba a ser la única. Posteriormente, hizo lo mismo conmigo cuando mi madre ya había muerto. Y no contento con eso, se hizo pasar por uno de los capullos que me prestó el coche aquella noche que iba drogada. Hubiera permanecido todo el tiempo que se suponía que me quedaba entre rejas si no llegaba a ser por la presencia de Nicolae. Sin pretenderlo, me había lanzado a los brazos de mi salvador. Se encargó de manipular a Víktor para que actuara de la forma en que siempre lo hizo, torturó y masacró a varias familias, provocó el suicido de incontables inocentes. Y, además, violó a una pobre chica dejándola embarazada.

El camino de ese desgraciado era largo, pero lo que más acongojada me dejó fue verle en su forma original. Le reconocí al instante; sabía perfectamente de quién se trataba.

Volvía a casa con paso lento, pero siempre alerta. Debía de contar todo lo que había visto en esas visiones y, no solo eso, quería sacar de ese maldito lugar a esa pobre alma atormentada. Por el tiempo que había transcurrido, estaba segura que el entierro ya había concluido, aunque los ánimos de seguro no estarían en su mejor momento.

Esperaba que al menos no estuviera Víktor, pues, aunque parecía que era cierto que había sido manipulado por las malas artes de aquel elfo, el rencor se había agarrado a mi pecho y dudaba que alguna vez se esfumara. Las luces de la mansión me daban la bienvenida al igual que las que salpicaban el exterior. La cripta se encontraba abierta por si alguien deseaba hacerle una visita a Sophie. Conocía bien a los hermanos; la razón de peso era Peter.

Rebusqué las llaves en el bolsillo de mi pantalón, pero antes de siquiera introducirla en la cerradura, Nicolae me abrió la puerta. Su rostro mostraba una gran severidad y no era para menos; no solo había ocurrido algo trágico con Sophie sino que además se nos presentó el mismo demonio en casa. Antes de dar explicación alguna de dónde había estado, me abrazó con fuerza haciéndome pasar al interior. Dejé de pensar, permitiéndome mecer por sus brazos tan sólidos. Quizás fue esa la razón por la que le pedí perdón, porque dejé de pensar y comencé a sentir. Pero no me disculpé por irme sola y ponerme en peligro, sino por no haber entendido la noche en la que él me convirtió en lo que era.

Enterré mi nariz en su cuello; necesitaba sincerarme.

—Gracias a ti he descubierto tantas cosas que, si hubiera muerto, habrían quedado para siempre ocultas. Mi madre nunca estuvo enferma, ni yo tampoco.

De una forma brusca, me tomó de los hombros para mirarme con asombro. Lo entendía pues aún estaba digiriendo toda la información que había pasado por mis córneas.

—Necesito que me expliques eso. No es posible... ¡Tenías todos los síntomas!

—Creía tenerlos, era un intrincado truco de magia. El que está detrás de todo esto no es Víktor, él sólo fue una marioneta. Todos lo fuimos, incluso mis padres.

—Explícamelo todo, aunque tengamos que estar durante horas hablando. Solo quiero saber la verdad.

Asentí y ambos nos fuimos a su despacho. El ambiente era extraño; podía notar una energía fuerte emanando de las paredes. Antonella y Víktor desprendían una energía desorbitante; desgastante hasta para vampiros experimentados como Nicolae. No necesitaba que me dijera nada al respecto; sus ojos ligeramente entrecerrados lo delataban.

Primeramente, le expliqué lo que era un Drow. Le dije que uno bastante poderoso, anda suelto desde hace muchísimos años, pretendiendo vengarse del daño que le hicieron a su pueblo.

—Bajo el lago se encuentra su pueblo, completamente confinado por una cúpula de cristal. Se dice que el rey de los Drow pudo ser capaz de llegar a la escotilla de esa cúpula por donde pasaba el agua al interior de su pueblo y así escapar. Quedó completamente solo pues por las altas temperaturas y la escasez de agua, quedaron casi todos ellos calcinados. Mi familia estuvo en su punto de mira y, al tomar diferentes formas, se apareció en nuestras vidas con sucias artimañas. Mi madre...mi madre estaba sana, pero le hicieron pensar lo contrario, que se estaba muriendo. Ese puto panfleto que encontró fue otra de las carnazas que puso ese desgraciado: sabía que mi madre, estando desesperada por curarse, iría a Mistery Spell para que el milagro obrara en ella. Lo que no tenía planeado es que conocería a Betty y al recepcionista del hotel donde se alojó ya que, gracias a ellos, conocería algunos detalles de lo que pasó. Y ese Drow es el niño que acompaña a Betty, el que provoca que sus poderes vayan mermando. Y, además, lo conocemos.

Pero antes de desvelarle la verdad, un sonoro estruendo hizo temblar toda la mansión. Ambos salimos al pasillo, encontrándonos a Madeline y Peter discutiendo con Drogo. En el suelo, una caja con varias cosas en su interior, estaban medio desparramadas por el suelo. Mi hermana bajó las escaleras lentamente, con la mirada puesta en las cosas que contenía la caja. Drogo intentó impedírselo, pero ella le arrebató la caja.

—Ahora comienzo a entender algunas cosas, es por esto que fuiste al bosque a quemar algo, ¿Verdad?

—Cathy, ¿Qué ocurre? —Le pregunté, pero el rostro de Drogo lo decía todo. Había algo grave que ella había descubierto y que lo había dejado enmudecido por completo. Tomó algo que se parecía a un uniforme; un uniforme que yo misma conocía bien porque gracias a él pude escapar del Exilio. Me quedé helada, esperando lo que mi hermana tenía que decir y a lo que Drogo respondería.

—Esa noche te fuiste al bosque, completamente encapuchado con intención de quemar tu uniforme, pero algo se te quedó sin quemar. Era una insignia que no sabía de dónde demonios provenía, pero ahora parece que todo queda claro. Nunca olvidaré a mi hermana con un uniforme como éste, completamente amoratada... ¡Y esa puta insignia que ahora está en mi puta mesilla!¡Durante tanto tiempo pensando qué te sucedía, ¡qué ocultabas y...!

—Catherine...

—¡No Drogo!¡Eres como ellos!¡Como los que maltrataron a Lorie, como los que maltrataron a Peter y Nicole! ¿Cómo pudiste trabajar para ellos?¡¿Cómo pudiste?!

El silencio era abrumador. De entre todo lo que contenía esa caja, Catherine tiró todos los documentos por el suelo además de una fotografía en la que Claudette sonreía a cámara junto a Drogo. Nicolae leyó uno de los documentos.

—Inscripción para ingreso de nuevos miembros. Y tiene tu firma.

—Lo sé...quise contarlo, pero no sabía ni cómo empezar...lo siento.

—No hay más que decir, tienes que marcharte de esta casa. Y da gracias a que no le diremos nada a Lorie de todo esto. Nos limitaremos a contarle que decidiste irte por un tiempo—Contestó Peter.

No dijo una palabra más. Desapareció escaleras arriba lo más aprisa que pudo. Yo aún tenía mis reservas; el Drogo que conocí no era capaz de hacer semejante cosa. Si estaba en ese bando era por una sencilla razón. Quizás el echarlo no era lo mejor,¿Y si el que había dejado la caja en la puerta de casa esperaba separarnos de alguna forma?

Olía a trampa, pero, por mucho que quisieron ocultarle a Lorie lo que Drogo había hecho, no lo lograron. Ella estaba asomada en uno de los laterales de la escalera con el rostro cubierto en lágrimas, observándome como si entre la oscuridad de sus ojos, supiera que yo era la única que creía que Drogo era incapaz de traicionarnos.

The liberation of the beast(Is It Love?Nicolae parte IV)Where stories live. Discover now