CAPÍTULO 11

29 8 3
                                    


NICOLE

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

NICOLE

Tras dejar a mi hermana en su dormitorio pidiéndole por favor que se quedara allí, fui directa al salón donde todos me esperaban impacientes para hablar acerca de todo lo que estaba pasando.

Para colmo, no solo había desaparecido aquella extraña visitante y Sebastián, sino también Drogo. Aquel imbécil se había empeñado en hacernos la vida más difícil, largándose vaya a saber a dónde, para hacer vaya a saber qué estupideces. Pero no podía permitir ni un solo clavo fuera del tablón; todos debíamos acatar una serie de normas porque era la única forma de permanecer a salvo y combatir a nuestros enemigos.

Nada más llegar, eché un vistazo a los presentes. Lorie se encontraba en una de las butacas, sentada y con los ojos cerrados, Nicolae se encontraba a su lado, preguntándole si se encontraba mejor, a lo que ella asentía en silencio. Peter y Madeline hablaban con cierta preocupación en sus miradas, temiendo que a Drogo lo hubiera sucedido algo. Carraspee para que todos se percatasen de mi presencia, acercándose a la mesa para así sentarse a su alrededor.

Mi estado de ánimo no era el mejor, pero no podía perder los papeles por nada del mundo. Casi como leyera mi mente, Nicolae puso su mano sobre la mía, apretándomela ligeramente para darme ánimos. Aquel gesto era lo que necesitaba para esfumar lo suficiente la pequeña neblina que obnubilaba mi mente.

—Tenemos varios problemas, pero no hay que ser Einstein para darse cuenta de ello. Ahora tenemos que pensar qué hacer, ¿Ideas?

Peter asintió, dándome una pequeña esperanza. Al menos los engranajes de mi mente podrían tomarse un descanso.

—Antes que nada, tengo algo que decir con respecto a Drogo. A Sebastián no es que lo conozca demasiado, pero a mi hermano sí. Ha tenido unos comportamientos muy extraños desde que volvimos a casa. Fue paulatinamente, hasta que encontré que puso una cerradura en su dormitorio sin el permiso de nadie.

—Y no es la primera vez que se esfuma, ya lo he visto irse en alguna ocasión—Dijo Madeline. Aquella afirmación atrajo mi atención, pidiéndome por favor que me diera más detalles. Colocó su dedo índice bajo su barbilla con gesto pensativo, echando un vistazo a la ventana. Parecía muy concentrada en recordar los detalles.

—La última vez, al menos que yo lo viera, fue hace un par de semanas. Estaba en la cocina y él bajó con mucha prisa del piso de arriba. Pero al tropezarse conmigo, tuvo que frenarse en seco antes de salir por la puerta para darme una explicación. Según él, todo esto que había pasado lo había marcado mucho. Claudette le hizo mucho daño, no solo a él sino a sus hermanos y eso es algo que lleva clavado. Por eso dice que necesita perderse de vez en cuando.

Aquella explicación se me hacía plausible pero no para alguien como él. Siempre que algo le ocurría era cierto que no se lo decía a nadie, pero el Drogo que conocí no era de esconder la cabeza y huir. Podría tomarse un respiro, pero no duraba demasiado.

La voz de Nicolae me trajo de vuelta entre mis ensoñaciones.

—Y ahora que lo decís, no es que se haya comportado de forma normal desde que llegamos. Incluso estando en la mansión, parece que prefiere quedarse al margen de todo. Si me dijeran que ese hombre no es mi hermano sino un doble, quizás podría creérmelo.

—Primero Sebastián y luego Drogo, ¿Quizás ese cambio de actitud se deba a algo que haya sucedido entre ellos? —Le pregunté a todos los presentes. Ellos pusieron un rostro de duda, incluso Lorie que se encontraba sentada en la butaca, disfrutando de los primeros rayos del sol de la mañana. Aunque pareciese ajena a la conversación, la seguía con gran interés.

Quizás debía de confiarles a todos lo de mi hermana, para que supieran lo que estaba sucediendo sin que ellos lo supieran y lo que podría ser un motivo de gran discusión. Si Drogo no sabía el embarazo de mi hermana o el tipo de relación que había tenido con Sebastián, ¿Cuál sería el motivo de que ambos se hubieran esfumado?

—Drogo esconde algo, de eso estoy segura. Sé cuándo se encuentra molesto, triste o preocupado y puedo deciros que es más la tercera opción. Quizás no pueda ver con los ojos, pero conozco a mi hermano como conozco a cualquiera de mis dos brazos. Y pocas veces en mi vida lo vi así de preocupado.

La melena de Lorie, ahora de color anaranjado, ondeó ligeramente ante la brisa que se colaba de la ventana. Se levantó con dificultad, acercándose con relativa facilidad a la mesa. Una ligera sonrisa apareció en sus labios, casi como si tuviera algo importante que decir.

—Además, el estar desprovista de un sentido, hace que el resto se encuentren más desarrollados. Si ya de por sí al ser una vampira son desproporcionadamente agudos, ahora puedo ser casi como una máquina de rastreo.

—Algo me dice que tienes algo, suéltalo pequeña si no quieres que te haga cantar como buena soprano—Le dije golpeando la mesa con impaciencia. Aquello hizo sonreír más pícaramente a Lorie, poniendo una pose altiva para mostrar su superioridad en cuanto a sus capacidades. Con el dedo índice en el aire, comenzó a relatarnos lo que sabía.

—Quizás no lo hayáis notado, pero Drogo huele de forma diferente cuando vuelve a casa. Lo sé porque cuando noto ese cambio de aroma, pregunto quién anda ahí y siempre me contesta él. No siempre huele a lo mismo; a veces a tierra mojada y otras como a madera quemada, a ahumado. No sé dónde se meterá mi hermano, pero conforme más me lo tropiezo, más sospechoso me parece todo.

Me levanté completamente frustrada de la mesa, caminando sobre mí misma con impaciencia. La situación se estaba saliendo de control y, para mi desgracia, mis nervios podían templarse cada vez menos a menudo. No pude evitar gritar para liberar un poco de la carga que sentía.

—¡Joder, ese puto lobo me tiene harta!¡Y para colmo Drogo se esfuma!

Necesitaba aire, por lo que me acerqué a la ventana para respirar un poco. Conforme más investigábamos sobre el tema, encontrábamos menos pistas sobre lo que había pasado. Y eso sin mencionar a la extraña que parecía buscar a nuestro Sebastián. Si ya me encontraba desolada por el asesinato de Macaila, el tampoco encontrar rastros de Antonella y haberme tropezado con la voz de Claudette, me estaba matando poco a poco. Y eso, a parte de mí, nadie lo sabía.

Era otro tema que trataría con todos en cuanto tuviésemos un plan de acción para encontrar a Drogo y saber qué fue de Sebastián y la chica. Estaba tan centrada en mi mundo interior, que apenas pude darme cuenta de la pregunta que hizo Peter en aquel momento.

—Oye, ¿No escuchasteis algo fuera?

Lorie se aproximó a la ventana, pidiéndome que me quedase atrás para echar un vistazo. Tras unos minutos verificando, pudo dar su visto bueno para continuar con la reunión.

Tomamos la determinación de buscarlos en cuanto cayese la noche. Pero antes de ello, si Drogo no volvía, antes de salir en su busca forzaríamos la cerradura para acceder a su dormitorio. Si había tomado la molestia de colocar una, eso sólo podía significar que lo que ocultaba era lo suficientemente grande como para que nadie accediera a él.

 Si había tomado la molestia de colocar una, eso sólo podía significar que lo que ocultaba era lo suficientemente grande como para que nadie accediera a él

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
The liberation of the beast(Is It Love?Nicolae parte IV)Where stories live. Discover now