CAPÍTULO 18

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CATHERINE

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CATHERINE

El ambiente era extraño, recargado y asfixiante, como si hubiera acontecido algo tan horrible que ninguna palabra pudiera describirlo. Lorie no era de las que callaban durante tanto tiempo y nunca mostró una mueca tan triste y desamparada como mostraba ahora.

Me recordaba a cuando ella comenzó a recuperarse más bien de las heridas emocionales que le había llevado vivir la tremebunda experiencia de encontrarse bajo el poder de la tiranía de Claudette. Su ceguera parcial fue algo a lo que no le costó acostumbrarse o aceptar, ya que su naturaleza positiva fue una carta a favor en cuanto a tomar el nuevo rumbo de lo que sería a partir de ese momento, su vida.

Y era una eternidad en casi completa oscuridad.

Madeline también parecía preocupada, pero no en el estado en el que se encontraba Lorie. Mi mirada pasaba de la una a la otra, preguntándome una y otra vez la razón de aquel afilado silencio. Necesitaba actuar pues no soportaba la soporífera atmósfera silenciosa de la mansión

Me levanté del marco de la ventana, avanzando a grandes pasos en dirección a Madeline. Ella leía un pequeño libro de pie apoyada en uno de los arcos del comedor, con la mirada más bien perdida entre páginas sin saber bien qué estaba leyendo. Como escritora, sabía perfectamente cuando alguien se encontraba sumido en una historia o bien en una profunda pena cuya solución parecía esperar pasando un tiempo muerto entre páginas. Ella se sorprendió, pero no opuso resistencia, quedándose Lorie impertérrita en el mismo lugar en donde había pasado horas.

Marchamos a la cocina, cerrando ligeramente la puerta para amortiguar el ruido. Era gracioso porque incluso un vampiro normal y corriente, sería capaz de escuchar nuestros cuchicheos, por lo que ella sería capaz de escuchar cada sílaba que ambas pronunciásemos. Pero en su estado, dudaba que si quiera se hubiera dado cuenta que nos habíamos marchado de la sala.

Puse en marcha la cafetera, y aunque el resto de los mortales se hubiera tomado alguna hierba tranquilizante, yo le metía más combustible a mi templanza casi completamente desmoronada. Quizás era como un libro abierto y Madeline ya sabía acerca de lo que íbamos a hablar, ya que asentía levemente mientras que golpeaba rítmicamente el cristal de mi taza humeante.

Ella fue la que comenzó la charla.

—Dime qué es lo que te ronda por la cabeza. Si te soy sincera, no eres la única a la que los pensamientos parecen no darle tregua.

La miré con detenimiento, observando unas marcadas ojeras. Aun nadie había regresa y eso nos mantenía a todas en un estado excesivamente tenso. Ni qué decir para alguien como yo, en la que en cualquier situación de peligro tan solo podía gritar por una ayuda que no llegaría o bien para crear estúpidas distracciones que no solucionarían nada. Era frustrante y en ocasiones envidiaba a Nicole por ser alguien poderoso con el don de proteger, pero si era sincera conmigo misma y con nuestro pasado, ella siempre había sido la protectora y la valiente de la familia.

The liberation of the beast(Is It Love?Nicolae parte IV)Where stories live. Discover now