CAPÍTULO 66

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El revuelo causado por la aparición del antiguo Alpha, había dejado a todos conmocionados al comprobar que Sebastián era inocente

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El revuelo causado por la aparición del antiguo Alpha, había dejado a todos conmocionados al comprobar que Sebastián era inocente. Muchos vítores se escuchaban por doquier, alejando su atención del enmudecido Ludwig.

Él se disculpó conmigo, diciéndome que se marchaba a descansar, pues todo lo que había pasado le había dejado un mal sabor de boca. Me prometió que intentaría solucionar el tema de la madre de Sebastián, la cual se la habían llevado a los calabozos. Desgraciadamente, Sebastián ni siquiera pudo ir a impedirlo, pues todo el pueblo entero le requería para que volviera a su antiguo puesto. Entre eso y las nuevas pruebas que se habían encontrado en relación al asesinato de su padre, lo hacía estar tremendamente ocupado. Incluso tras mi larga caminata por el bosque, el nivel de ruido a causa de las celebraciones, mantenían a todo el mundo despierto, incluyendo a los niños más pequeños. Todo ese ritual me había dejado drenada de energía, así que me retiré a la habitación que habían dejado para mí. La puerta de Ludwig estaba cerrada, por lo que seguramente se encontraría descansando o pensando en lo acontecido.

Yo también tenía mucho en lo que pensar, y es que había descubierto que no solo no era inmortal, sino que, además, no me quedaba mucho oxígeno que respirar. Quizás era buena idea dejar alguna carta de despedida por si mi partida era antes de lo planeado.

—No puedo marcharme aún, sin mí no serán capaces de entrar al otro lado del portal a no ser que encuentren a una de las brujas en el exterior. Y dadas las circunstancias, es muy difícil encontrarlas al otro lado—Pensé en voz alta. Pero lo cierto es que debía de encontrar otra alternativa para que así, si algo me sucedía, pudieran ayudar a las brujas que se encontraban ocultas en el refugio. Ellas eran la última esperanza contra muchos de los vampiros que mantenían el poder en sus manos y que tantas leyes grotescas habían creado. Me sentía aliviada al saber que ya habían dado con la clave en cuanto a un veneno capaz de matar a un vampiro.

La cuestión es que debíamos tener cuidado, pues no todos ellos eran precisamente malvados. Si algo le sucedía a Víktor, tanto Shurna como yo nos moriríamos de pena. Sería como perder de nuevo a mi hijo y ver desvanecer a mi familia. Ella también era vampira, por lo que también temía por su vida, ¿Y si Claudette lo descubría y se había con el veneno para matar a los Bartholy?

Decidí que mejor debía de descansar, pero antes quería avisar a los Bartholy de que una vieja amiga estaba vigilando el exterior del portal que da al refugio de algunas brujas y hombres lobo. Quería dejarlo todo atado, por lo que le mandé la ubicación a Nicolae. Dejé el teléfono en la mesilla y me sumergí en mis sueños más profundos.

No recordaba la vez que dormí tan bien. Mis sueños eran muy reales, incluso podía sentir, ver y escuchar todo lo que me rodeaba con total claridad. No tenía idea de cuantas horas habían pasado, pero el silencio de la noche me dio pistas a pensar que ya era bastante tarde y que la fiesta de bienvenida ya había terminado. Me estiré en la cama, tomando un vaso de agua de mi mesilla. Los ojos aún me pesaban mucho, pues había sido un día agotador. También estaba preocupada por Shurna, pensando en si todo estaba bien.

La luz de mi teléfono iluminó el dormitorio. Al echar un rápido vistazo, comprobé que era un mensaje de ella. Probablemente, ella se encontraría de guardia en las cercanías del portal, vigilando que todo estuviera en orden. Tan solo aguantaría la noche completamente sola, pues al día siguiente a primera hora de la mañana, iría en su busca para entonces atravesar el portal. Pero el mensaje de ella me dejó claro que las cosas no podían esperar. Me avisó de que alguien además de Claudette, la acompañaba y que era muy peligroso. Me pidió que por favor avisara a todos los aliados que conociera pues ella no tenía idea de lo que nos enfrentaríamos en cuanto cruzásemos el otro lado. Fue entonces cuando quedé congelada, ¿Acaso era un brujo? No era algo que se diera de forma normal, pues la magia solía pasarse entre mujeres. Si habían pasado a través del portal, es que innegablemente era un brujo. Pero la pregunta era, ¿Por qué traicionar a los que son de tu misma especie? Aquello sonaba cada vez peor.

Dejé una nota en mi mesilla para que supieran que tenía que marcharme porque me requerían para algo importante. Ni siquiera me miré al espejo; me coloqué los zapatos y eché a correr. Pero la mala suerte hizo que mis pies se enrollaran con una alfombra y que cayera al suelo. Reparé en algo, si mi teléfono estaba con la pantalla en negro, ¿Por qué demonios la habitación seguía iluminada por esa luz blanca?

Pensé que quizás era la luz blanca de la luna, que se filtraba por la ventana y que se reflejaba en algún lugar. Pero era demasiado luminosa para tratarse de algo así.

La luz provenía del pasillo de mi dormitorio; podía verla por debajo de mi puerta. Quizás Ludwig o Beth se habían despertado y habían acudido a la cocina para tomar algo rápido. Pero en cuanto abrí la puerta, supe que la luz no venía de ninguna lámpara o vela. La puerta principal se encontraba abierta de par en par, pudiendo ver la figura de alguien cuya luz era la misma que la que se filtraba por debajo de mi puerta. Quedé congelada cuando le vi la cara, tan nítida como real.

Las lágrimas salieron sin cesar, tapándome la boca para ahogar los lamentos que surgían desde mi más profunda tristeza. No deseaba que nadie en la casa supiera lo que estaba viendo, pero de algo estaba segura: era completamente real.

Ni siquiera esperó a que le diera permiso para entrar; grácilmente, ella dio varios pasos hasta quedar cerca de mí. Estaba completamente igual a hacía tres años, tan llena de vida y tan sonriente. Mi amiga del alma.

—Dalia...Dalia...

Alargué la mano y ella no solo la tomó, sino que se arrodilló para quedarse aún más cerca. Su abrazo era sólido, no era como cuando un fantasma simplemente me tocaba. Me asustaba esa sensación, pues comprendía perfectamente que significaba algo.

—Amiga mía, sabes perfectamente porqué estoy aquí. Siempre fuiste una mujer inteligente y muy sabia. Me diste algo que le sirvió a una de mis hijas; las runas fueron la clave, son la clave, querida. Con ellas, podrán ir al otro lado del portal, pues en ellas están tu energía incluso cuando ya te hayas ido.

—¿Por qué? ¿Por qué ahora? —Pude preguntarle. Pero ella se la veía tan serena y yo...tan destrozada. No podía irme aun, me necesitaban. Pero ella tomó mi mano y me guió hasta mi dormitorio de nuevo. En el suelo, me veía a mí misma con la cabeza ensangrentada y los ojos abiertos. Me abrazó de nuevo, susurrándome:

—Lo siento, pero ya te fuiste querida amiga. Por eso me sientes tan real. Ese simple tropezón dolió más de lo que sentiste y fue mucho más grave.

Antes de si quiera replicarle, me señaló uno de los laterales de la cabeza. La cantidad de sangre no era normal para una simple caída. Entonces lo recordé; cuando llegué, muchas de las cabañas estaban en obras. Partes del tejado y del interior de las mismas, estaban siendo cambiadas pues habían sido hechas en madera. Muchos tablones se encontraban en pésimo estado, así que aprovecharon que iba de visita para así impresionarme.

Sin saberlo, dejaron uno de los clavos sin martillear, con la mala suerte que caí y mi cráneo fue atravesado por uno. Lo que fue algo para hacerme sonreír, se convirtió en mi sentencia de muerte. El antiguo Alpha tenía razón; me quedaba poco tiempo de vida, pero nunca pensé que acabaría así.

Dejando solos a todos y sin decirle a Antonella y Víktor que los amaba.

Que fueran felices.

Que siempre lo fui gracias a ellos.

—Es hora de irse. Tenemos la eternidad para ponernos al día.

Con los brazos entrelazados, cruzamos el umbral de la puerta, observando la paz que había traído la noche. Ahora lo miraba con otros ojos sabiendo que nunca más iba a volver.

Y a partir de ahora, a quiénes eché de menos, dejaré de hacerlo.

The liberation of the beast(Is It Love?Nicolae parte IV)Where stories live. Discover now