CAPÍTULO 15

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NICOLAE

El tiempo corría raudo y veloz en nuestra contra, galopando cada sensación de profunda angustia en nuestras sienes. Madeline se negó en redondo a quedarse en la mansión, por lo que tuvimos que llevárnosla en busca de Catherine.

Pero antes de ello, me fui directo al dormitorio de Lorie ya que no deseaba dejarla sola. Había recibido un gran entrenamiento y he de admitir, que no era precisamente mala en cuanto al manejo de la espada. Poseía una destreza natural que envidiaría a cualquiera que practicara kendo o algún arte marcial, pues mi hermana, desprovista en casi totalidad de su visión, se movía cómodamente como sombra en la noche. Podríamos decir que, si quisiera, podría ser una excelente mercenaria, pero pensar en la bondad reinante de mi hermana, la vería incapaz de acabar con la vida de nadie.

En los días en los que prosiguió con su entrenamiento diario, a mi hermano Peter se le ocurrió una idea fantástica para que Lorie se defendiera en caso de necesitarlo. Instalaríamos en su bastón, una daga afilada que ella manejaría sin problemas. Por fortuna, por el momento no la había necesitado y esperaba que así fuera por el mayor tiempo posible. Aunque si era sincero conmigo mismo y con lo que se estaba cociendo, los ataques no tardarían en llegar. Y esa grabación, la cual habíamos revisado de nuevo y comprobado que lo que decía Madeline no había sido malinterpretado, daba claros indicios que estábamos siendo controlados por alguien que rondaba por los alrededores de la mansión.

Al llegar a la puerta de su dormitorio, toqué varias veces su puerta, esperando pacientemente a que ella me diera el permiso, cosa que no llegó. Repetí la acción, llamándola por su nombre y agudizando mi oído por si la escuchaba en algún lugar de la habitación, pues ella en numerosas ocasiones, se colocaba los auriculares para escuchar música relajadamente en su cama.

Pero todo se encontraba en el más increíble y decadente silencio.

Y con el alma en un puño, abrí la puerta esperando que solamente malinterpretara las cosas, pero la ausencia de la presencia de Lorie era evidente. No escuchaba el rumor del agua de la ducha, ni el perfume de ella era lo suficientemente fuerte como para evidenciar su presencia, ni tampoco había rastros de que hubiera estado recientemente en su dormitorio. Por lo me hacía una y otra vez la pregunta de cuánto tiempo llevaba sin saber nada de ella; quizás estaba en alguna parte de la mansión o había dado una vuelta por los alrededores, pero no podía evitar pensar en una inmensa casualidad entre esto y lo de Catherine.

Salí rápidamente del dormitorio, bajando rápidamente por las escaleras donde todos me esperaban. Mi ansiedad era tan clara que me preguntaron todos al unísono. Tuve que respirar hondo varias veces antes de contar lo sucedido.

—Necesito que busquéis a Lorie por la mansión y sus alrededores. Quiero saber si alguno de vosotros la habéis visto en las últimas dos horas.

Todos se miraron entre ellos, murmurando y pensando en las ocasiones en las que se habían tropezado a mi hermana, pero ninguno afirmó verla visto en esa franja horaria, por lo que todos comenzamos a buscarla.

—Eh, Nicolae y yo la buscaremos en los exteriores y el resto revisad desde cada habitación hasta el sótano. Que no quede rincón sin revisar—Dijo Nicole mientras tiraba de mi brazo para salir al jardín.

Primero revisamos la zona de la entrada, en busca de cualquier indicio que nos pudiera indicar que ella había pasado por allí.

—No noto olor suyo por aquí, ni tampoco veo marcas de pisadas en el césped. Los columpios se encuentran vacíos y tampoco encuentro ningún libro en alguno de los bancos. Por el momento a simple vista, no encuentro nada sospechoso.

—Es irónica esa afirmación, cuando últimamente hasta mi hermano hace cosas sospechosas—Le dije a Nicole con amargo rictus. Los problemas eran cada vez más y más grandes, amenazando con la poca paz que guardábamos en nuestros corazones. Miré a Nicole con tremendo respeto, adorando el cómo ella se desvivía por encontrar a mi hermana. No siempre se habían llevado bien, sobre todo cuando era humana, quizás porque odiaba mi cercanía con ella y echase de menos en aquel momento a su hermana Catherine. Ella nunca admitiría las cosas, pero eso no era necesario cuando la conocía tan bien como a cualquiera de mis extremidades. Al darle de nuevo la vida, el vínculo que se había creado entre los dos era irrompible, incluso si alguno de los dos muriera por una herida de gravedad incapaz de curarse, ese vínculo quedaría exactamente igual.

Para cuando fuimos a la otra zona del jardín, la que comunicaba con el bosque, ella me echó un rápido vistazo. Me había pillado mirándola embelesado, pero a diferencia de ella, yo no sentía vergüenza por mostrar lo que sentía.

—¿Te parece bonito mirarme con esa cara cuando tu hermana y la mía se encuentran desaparecidas, Bartholy?

—Sé que no es lo correcto, pero no puedo evitarlo cuando me encuentro cerca de ti. Cuando todo esto acabe, nos iremos de la mansión.

El rostro de ella era de gran sorpresa; no se esperaba mi confesión o planes de futuro, pero sí, necesitaba que ambos nos alejásemos de la ciudad para vivir una vida desvinculados de todo el drama que habíamos sufrido. La acerqué a mí, dándole un beso en la frente, prometiéndole que hablaríamos del tema en otra ocasión, pues ahora nos atañía algo de una importancia muy superior.

Asentimos y revisamos con la mayor celeridad y atención todo el exterior, pero no encontramos nada, por lo que procedimos a volver dentro para preguntar al resto. La negativa fue colectiva.

La voz de Peter nos sobresaltó a todos cuando se reunió con nosotros en el salón principal. Nos enseñó algo que en seguida supe a quién pertenecía.

—Encontré esta horquilla en la cocina, no muy lejos de la puerta trasera, por lo que quizás salió al exterior. No encuentro más explicaciones a esto, lo que no comprendo es el porqué, ¿Qué la llevó a irse de esa forma, ocultándonoslo a todos? No tiene sentido alguno.

—A no ser que alguien que todos conocemos, le haya pedido ayuda en cuanto a buscar a Drogo. Madeline me contó que le había visto quemar algo en el bosque, por lo que mi hermana sabía que no podía ir sola pues una humana frente a una criatura sobrenatural no tiene nada que hacer. Lo más probable es que se viera con las manos en la masa y que Lorie decidiera ayudarla. Es una explicación plausible derivada de mi mente maestra. Si hasta me sorprende mi inteligencia.

Nicole mostró sus afilados colmillos a través de una sonrisa socarrona. Estaba claro que no podíamos quedarnos de brazos cruzados esperando que volvieran y menos con las evidencias más claras de que ambas habrían salido. El mundo exterior era cada vez más peligroso y las amenazas podrían venir en cualquier momento inesperado.

The liberation of the beast(Is It Love?Nicolae parte IV)Where stories live. Discover now