The Genius System Without Equal Parte 1 Terminada

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Capítulo 129: Competencia

Como si fuera el anfitrión, Xiao Luo tomó otra taza y se sirvió un poco de té. Miró tranquilamente a Zhang Hongda y preguntó, "Sr. Zhang, he oído que visita el campo de golf a menudo, así que asumo que su juego es más ocioso. ¿Está interesado en jugar una ronda conmigo?"

  Zhang Hongda no pudo contener su risa y se rió como si acabara de escuchar el mayor chiste del mundo. Señaló a Xiao Luo mientras le decía a Fang Changlei, "Hermano Fang, ¿lo has oído? Este chico dijo que quiere jugar al golf conmigo."

  "Hermano Zhang, ya que quiere ser torturado, ¡déjalo!"

  Fang Changlei miró a Xiao Luo como si estuviera mirando a un idiota. Entre la liga de jefes de Jiangcheng, nadie ignoraba la habilidad de Zhang Hongda en el golf. Una vez había logrado un milagroso hoyo en dos en el Torneo de Maestros celebrado en los Estados Unidos. Competir con Zhang Hongda en el golf fue una perfecta realización de la frase "los terneros recién nacidos no temen a los tigres".

  Xiao Luo ignoró su melodramática charla. Extendió sus manos, tomó el contrato de Luo Qi y lo puso sobre la mesa.

  Miró a Zhang Hongda con una sonrisa y luego dijo, "Sr. Zhang, si gano, usted firmará este contrato. Y si pierdo, le hipotecaré la Fábrica de Luo".

  "¿Hablas en serio?"

  Los ojos de Zhang Hongda se abultaron en su cuenca ocular. Aunque Luo's Factory ya había pasado sus días de gloria, había una vieja frase que decía, "un camello hambriento sigue siendo más grande que un caballo". Si pudiera adquirir La Fábrica de Luo, sería una ganancia considerable para él.

  "Siempre digo en serio lo que digo", dijo Xiao Luo.

  "Las palabras por sí solas no son una prueba."

  Zhang Hongda chasqueó los dedos y llamó a uno de sus empleados, ordenándole que grabara con una cámara todo lo que ocurriera de ahora en adelante.

  Las comisuras de la boca de Xiao Luo se levantaron en un arco juguetón. "¿Siempre es tan conservador en su trabajo, Sr. Zhang?"

  "Ese es mi estilo habitual. Ya que quiere un partido conmigo, Sr. Xiao, le concederé su petición.

  Si gano, el Taller de Luo será mío, y si pierdo, te daré el pedido de ocho millones de dólares. ¿Es eso correcto?" Zhang Hongda estaba excitado y exudaba codicia de sus ojos.

  "¡Exactamente!" Xiao Luo asintió.

  "Ya que tu apuesta es tan audaz, te trataré con la mejor de mis sinceridades. Además de los ocho millones de dólares, también te daré las órdenes de nuestras plantas de Nancheng y Beihei. Eso es un total de 15 millones de dólares. Si ganas, este pedido de 15 millones de dólares pertenecerá a la Fábrica de Luo," dijo Zhang Hongda en voz alta. Tiró un gran trozo de pastel para que Xiao Luo no pudiera retractarse de su palabra.

  ¡¿15 millones de dólares?!

  Xu Guansong y Luo Qi se sorprendieron. No esperaban que la situación de punto muerto se calmara cuando volvieron a tratar el tema de la orden de los pasteles de luna. Es más, la cantidad de la orden se había duplicado con respecto a la anterior. Pero, después de recordar que era sólo una apuesta y que todo el taller de Luo estaba en juego por los 15 millones de dólares, Xu Guansong perdió inmediatamente la calma.

  "Señor Xiao, no lo haga. La habilidad del Sr. Zhang en el golf es bien conocida en toda la ciudad de Jiangcheng. No tienes ninguna posibilidad de ganarle. Creo que es un error que apuestes por el taller de Luo."

  "Jefe, ya no queremos este contrato. Por favor, no compitas con él", también aconsejó Luo Qi.

  Xiao Luo levantó sus manos para interrumpirlos. Miró a Zhang Hongda con ojos provocativos, "Sus palabras, Sr. Zhang. Una orden de 15 millones de dólares, ¿es eso cierto?"