capítulo 141

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Soledad muy seria dice.
- Creo que ya hemos acabado, es hora de que nos retiremos para que el fiscal pueda actuar, por mi parte no tengo nada más que decir.

Soledad se dirige hacia la puerta, la abre diciendo.
- Voy a ver a mis nietos, después me iré a mi casa. Gabriela cuando veas los documentos y quieras que hablemos dímelo pero no delante de ella. No me interesa nada que ella este presente.

Gabriela responde.
- Soledad no tienes nada que explicarme, que hayas guardado esos documentos y que no me hayas dicho nada , recuerda  que durante años yo también estuve recabando información para poder actuar contra la Asociacion, yo no te comente nada.

Soledad asiente con la cabeza brevemente, después dice.
- Si es cierto pero es distinto, yo....

Gabriela abraza a Soledad diciendo.
- No, las dos actuamos para proteger a nuestras familias, ese era nuestro objetivo...

En ese instante con mucha burla dice Constanza.
- Que conmovedor, me van a hacer llorar, que cursis sois.

Gabriela se gira diciendo.
- Nadie te ha dicho que hables, callate. No digas nada.

El fiscal hace un gesto con la mano diciendo.
- He mandado un mensaje, vienen a recoger a esta mujer, no puede estar más tiempo aquí. Debe ser trasladada.

Todos en la sala asienten pero Ágata dice.
- Estoy de acuerdo en que vengan a por ella pero quiero las joyas que me robo.

Constanza con mucha sorna responde.
- Vaya la bebé quiere sus chucherías y está dando una pataleta.

Carol sin poder aguantarse va hasta Constanza la zarandea diciendo.
- No vuelvas a dirigir te a Ágata en ese tono, recuerda que tú no eres nadie aquí y vas a decir ahora mismo donde están las joyas, no me hagas perder la paciencia, no te conviene, no me conoces.

Constanza empieza a hacer muecas pero al ver que Carol cruza los brazos cambia la expresión de su cara, después dice.
- Esta bien, te diré donde estan las joyas. Están en un escondite en la habitación de la Hacienda de mi hermano y solo yo sé brinde esta. Si queréis recuperar las joyas  tendréis  que dejarme libre y retirar todos los cargos en mi contra.

Gabriela se dirige hacia la mesa del despacho, abre un cajón y saca una caja metálica alargada y sonriendo le dice a Constanza.
- Tal vez te refieres a esta caja que encontré cuando vacíe tu habitación.

Gabriela se lo lleva a Ágata, lo deposita en sus manos y después dice.
- Creo que no tienes nada con lo que negociar querida cuñada, tu jugada te ha salido mal.

Constanza sin poder contenerse dice.
- Maldita, tú no eres nadie para registrar ni habitación y mucho menos rebuscar entre mis pertenencias.

Ágata abre la Caja, mira dentro  y después dice.
- Si son mis joyas pero aquí hay otras que no son mias.

Gabriela se acerca mira más detenidamente, se gira y con mucha rabia dice.
- Así que fuiste tú quién robo a mis amigas cuando estuvieron de vacaciones, tuve que dar explicaciones a la policía y algunas no volvieron jamás a hablarme.

Constanza se ríe diciendo.
- Pobres tontas, que fácil fue quitárselo.

Gabriela mirando al fiscal dice.
- Llevesela sino no respondo de lo que pueda pasar.

El fiscal mira hacia la puerta y al ver que los agentes han llegado les indica con la mano para que entren por ella.

Constanza al ser esposada intenta soltarse sin conseguirlo, amenaza a los agentes sin lograr nada.

Constanza es sacada a rastras, mientras todos oyen sus gritos.

Cuando los gritos ya no se oyen, James se acerca hasta Ágata diciendo.
- Ahora podemos hablar tú y yo.

Ágata seria dice.
- Ahora voy a ir a ver a mis hijos, después iré de nuevo al hospital, si piensas que con palabras bonitas vas a conseguir que olvidé todo lo sucedido estas equivocado.

James niega con la cabeza y responde.
- No trato de que me creas con sólo palabras, quiero demostrarte lo, no creo que me perdones si no estás convencida, tan sólo te pido que no me prohibas ver a mis hijos.

Ágata responde.
- No te prohibire  verlos siempre y cuando te atengas a las normas...

James sorprendido responde.
- No te entiendo a que refieres con eso, explicate.

Ágata respira hondo y dice.
- Mientras los niños estén a salvó y no corran ningún riesgo, los podrás ver  pero si eso ocurre, entonces te impidere verlos.

James respira hondo diciendo.
- Piensas que pondría en peligro a mis hijos, yo no haría eso jamás.

Ágata responde.
- Entonces no te enfades. Ahora si me disculpas es hora de que regrese al hospital.

Ágata hace un gesto para que se acerquen y así ayudarla a salir.

James mirando a su madre dice.
- No piensas hacer nada, te vas a quedar tranquila.

Gabriela responde.
- Te avise, no te voy apoyar, vas a tener que defenderte tú sólo. Esta vez estoy con Ágata.

Uno a uno van saliendo, Luis, el padre de James dice al pasar a su lado.
- Lo siento, pero tu madre tiene razón.

A continuación se aleja. James tarda unos minutos en reaccionar, después coge  el móvil, marca y cuando responden dice.
- Necesito consejo debo hacer algo para recuperar a Ágata, no sé qué hacer.

Al otro lado responden.
- Por lo que sé, lo tienes muy mal, Ágata está muy enfadada, vas a tener que ir poco a poco. No hagas como siempre querer solucionarlo de prisa y corriendo, dale espacio y no la atosiges.

James responde.
- No pienso hacerlo pero me gustaría hacer algo más para que Ágata vea que voy en serio.

Al otro lado responde.
- Te estás precipitando, recuerdo lo que pasó en el pasado por culpa de tu tía, hazme caso.

Jesús sigue hablando unos minutos, después se despide.

Por otra parte Ágata llega hasta donde están los niños y con la ayuda de Carol, los carga y los abraza durante unos minutos, después devuelve a los niños a su amiga diciendo.
- Te hago responsable de los niños, recuerda su seguridad es lo primero.

Carol asiente con la cabeza después dice.
- Lo haré, ahora tú debes recuperarte totalmente para después poder hablar con James y dejar las cosas claras. Recuerda decidas lo que decidas te apoyaré.



La Prometida AusenteWhere stories live. Discover now